martes, 27 de noviembre de 2012

TRES HORAS Y MEDIA HABLANDO CON UN TAXISTA, ¿QUIEN DA MÁS?

Estas son las típicas cosas que me pasan que cuando las cuento la gente se me queda mirando con cara de nabo y no se sí pensando "¡qué guay! ¡Que cosas la pasan!" O pensando "Que lástima.... ¿Cómo la digo que se lo haga mirar sin hacerla polvo?"
 
Cuando me pasaban este tipo de cosas en Nueva York pensaba que era normal, vivía en Nueva York, pero ahora empiezo a pensar que tengo un imán para estas situaciones.

Pues sí, mi racha conversadora con taxistas empezó hace dos semanas, cuando volviendo de cuidar a un niño cogí un taxi a casa y tras las típicas preguntas "¿Cuanto tiempo llevas aquí?, ¿Te gusta la ciudad? España està en crisis ¿no?" y una vez llegados a la puerta de mi casa, el taxista empezó a darme consejos sobre la vida y a darme ánimos para conseguir mi sueño, que aun no se cual es, lo que realmente agradecí porque me animo mucho, aunque no estaba nada triste.

Esta duro media hora y cuando se lo conté a mis amigos se quedaron sorprendidos, al igual que yo al entrar en casa y pararme a pensarlo. Pero como en esta vida todo es superación, vino el récord, hasta hoy...

Saliendo de cuidar al mismo niño, debe de ser que salgo con cara de "háblame por favor que vengo de cuidar a un bebe que sólo duerme..." cogí un taxi a casa. El recorrido es de solo quince minutos en coche pero prefiero coger un taxi porque ya es tarde.

Veinte minutos esperando un taxi, todos los que pasaban estaban cogidos, lógico, media noche del sábado, todo el mundo borracho como piojos que no podían ni andar.

De repente para uno un poco más adelante y voy corriendo. No tenía la luz de disponible pero como había parado fui hacia el. Subo, doy las buenas noches y me dice que perdone pero que se había parado a mirar unos mensajes del móvil, que ni me había visto. Mi cara debió de ser de "¡por favor llévame a casa! ¡Llevo un siglo esperando un taxiiiiiii!" Porque decidió llevarme.

Era un hombre de unos sesenta y pico de años, podía ser mi padre, ¡O hasta mi abuelo! Volvió a hacerme las típicas preguntas de taxista que ya llevo grabadas listas para dar al play "dos meses. Si, me gusta mucho. Si, en España està muy mal la cosa...Pues es que yo de fútbol no entiendo..."

Bueno pues llegamos a mi casa quince minutos después, a las doce y media de la noche, y seguimos hablando un poco pero yo con la puerta abierta y todo...La una, ya cerré la puerta para que no se le acabará la batería de tener la luz encendida. Las dos, saque la botella de agua del bolso porque tenia la boca mas seca que una alpargata. Las tres, aparcó un poco más adelante porque estaba en un esquinazo. Y ya a las cuatro le dije "Me ha encantado la conversación de verdad, pero son las cuatro y mañana me levanto a las ocho, vamos, en un rato..." Le di las gracias y me fui.
 
¿De que se puede estar hablando durante tres horas y media con un taxista al que no conoces y siendo esas horas? Bueno pues tengo que decir que me ahorre unas seis sesiones de terapia con un psicólogo...
 
El hombre estaba en plan padre que ayuda a sus hijos. De hecho me dijo que tenia una hija de mi edad. Empezó a preguntarme por no se que, no me acuerdo, y acabó diciéndome unas verdades que estaban ahí pero que nunca había pensado. La mayoría de ellas ni mi familia ni mis amigos me lo habían dicho, ni yo habia caído y el, un completo desconocido, las habia deducido a pesar de que yo intentaba no hablar especialmente de mi vida privada si no mas bien dar mi opinión en general.
 
Me preguntó porque escapaba de España y yo le dije que yo no escapaba. "Si, primero fue Nueva York, ahora Sydney y si sigues sin pensar en el porque, acabarás viviendo en medio mundo".
 
Entonces me di cuenta que precisamente en el blog, en la presentación, escribí " Diario de una chica normal escapando a Nueva York..." ¡Anda! ¡Pues resulta que si estaba escapando! Pero, ¿y aun lo estoy haciendo? ¿Escapando de que?
 
Me dijo que parecía que siempre me hacía la fuerte, la chica que nada le afecta, muy positiva, y le dije que no es que me lo haga, si no que intento relativizar las cosas y entonces me dijo "¿Cuando ha sido la ultima vez que le has contado un problema a un amigo?" y me di cuenta de que hacia mucho tiempo de eso.  No hablo de los problemas, no pienso en ellos, porque así creo que desaparecen pero no es forma de resolverlos.
 
Me preguntó si tenia novio y le dije que no, que no tenia muchas ganas de tener una relacin. Y entonces me pregunto cuanto tiempo hacia desde que me rompieron de tal forma el corazón como para no querer tener una relacion porque, según el, no parecía la típica chica de rolletes de una noche.
 
Y yo le dije claramente ¡Que nunca me habian roto el corazón! Bueno...pues después de hablarlo con un rato, me di cuenta de que si que lo habian hecho y que nunca me lo habia reconocido a mi misma...¡Que tenga que venir un extraño a decirte esto! Madre mía...y entonces empecé a atar cabos y me di cuenta de tantas cosas...
 
No paraba de decirme, "Estas buscando algo muy lejos de tu casa pero para poder encontrarlo solo necesitas pasar página y confiar". Y yo le explicaba que yo no buscaba nada mas que ser feliz, experimentar, conocer...Pero nada en concreto. Claro...pero luego entendí que el medio trauma que este hombre me habia descubierto influía en muchas de mis acciones o decisiones. ¡Que cosas!
 
Así que empecé a ver todo mas claro, a entender cosas que nunca me habia parado a pensar pero que ahora me parecían obvias...¿Y si no hubiera tenido la conversación con este hombre? Hubiera estado aun mas tiempo sin darme cuenta...¡Y eso que ni si quiera paró para recogerme! Que estaba mirando unos mensajes...¿Mensajes de quien? ¿Conozco yo a esa persona? ¡Un topo le contó todo sobre mi! jajaja.
 
Vale, quizás no es normal que ocurran estas cosas. No se porque atraigo estas situaciones pero me alegro de que me pasara porque todo en la vida tiene un porque y aun que no lo tuviera, ¡ché! Me he ahorrado un psicólogo por una temporadita... Hasta que otro taxista me descubra otro trauma :)
 
Solo digo que este sábado también me toca cuidar al niño. ¡Miedito me da! Veo que me vuelvo andando mejor, ¡No quiero mas revelaciones de momento! Bastante ya con lo que me he enterado de mi misma...

Y no, para los más perspicaces, sólo me cobro por la carrera de quince minutos, no por las tres horas y media.
 
 
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3 comentarios:

  1. Jeje, yo también necesitaría encontrarme con un taxista psicólogo de vez en cuando, me ahorraría mogollón de comederos de cabeza :)
    Veo que sigues disfrutando de la experiencia, me alegro mucho! Un abrazo fuerte.

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  2. jajaja que divertido encontrarse taxistas tan amables y simpáticos que hasta con sesión gratuita te salieron. Sin lugar a dudas todo en esta vida pasa por algo, pero más importante pasan PARA algo. Así que espero que te haya servido de mucho esas tres horas de charla!!
    Yo creo que también me gustaría encontrarme un taxista psicólogo, aunque aquí en mi país me daría mucho miedo...

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  3. Chicos la próxima vez que me pase, le pido el teléfono y aunque sea que os haga una sesión por skype :)
    Un abrazo grande a los dos!!

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