domingo, 26 de junio de 2011

LO QUE PASÓ DESPUÉS DE OBAMA CON AQUEL CHICO (Segunda parte)

Hacía bastante tiempo que no estaba interesada en nadie así que yo misma estaba sorprendida. Aún no había pasado nada y ni si quiera sabía si el chico estaba interesado en mi o simplemente le caía bien y nos lo pasábamos bien juntos como amigos.
Seguimos con las clases de español y él seguía invitándome a hacer cosas con sus amigos pero ahora no era que no quisiera ir si no que normalmente no podía porque tenía que trabajar o porque tenía otros planes. Pero un día me mandó un mensaje “Marta! Me gustaría cenar contigo este fin de semana así que avísame si puedes algun día, un beso” Le contesté que el domingo por la noche no tenía planes así que podíamos quedar para cenar, me dijo que perfecto y quedamos en la puerta del centro comercial de Columbus Circle.
Llegó el domingo y yo un poco nerviosa porque no sabía que ponerme, si era algo informal o no,  porque él no era muy informal normalmente, nerviosa porque no sabía si era una cena en plan amigos o si era algo más.  Fuera lo que fuera, tenía que pasar el día fuera dando clases y después iría directamente a la cena así que tenía que ponerme guapa pero tampoco iba a ir todo el día súper mona para dar clases así que decidí ponerme un vestido informal pero que arreglaba más que lo que suelo llevar para dar las clases.
Pasé todo el día nerviosa y expectante pero cuando llegó el momento la verdad es que me tranquilicé porque con él todo era muy fácil, por su forma de ser. Llegó la hora y fui a la puerta del centro comercial y allí estaba él.
Nos saludamos con dos besos y nos preguntamos qué tal habíamos pasado el fin de semana. Me preguntó que me apetecía cenar y le dije que eligiera él porque a mí me gustaba todo tipo de comida. Me dijo que conocía un restaurante dentro del centro comercial así que fuimos.
Cogimos un ascensor en uno de los laterales del centro comercial y subimos a una zona en la que nunca había estado. Era un restaurante bastante sofisticado con una cristalera interminable que dejaba ver unas vistas muy bonitas de Central Park.
Para comer pedimos algo de sushi, pequeñas porciones de atún vuelta y vuelta y algunas cosas más de estas de alta cocina que están deliciosas pero que son tan pequeñas que te dejan bailando pero yo, por supuesto, cuando me preguntó si quería algo más le dije que no. Y de beber, mi primer Cosmopolitan.
Estuvimos allí durante un par de horas hablando y pasándolo bien. Probé el Cosmopolitan y el Dry Martini, en mi opinión, no son para tanto. Yo pensaba que  esas pequeñas copas triangulares que no contenían mucho no me habían afectado hasta que me levanté para ir al servicio y me di cuenta que los cocktails son mucho más peligrosos de lo que parecen.
Fuimos a dar un paseo, que me vino de maravilla, mientras seguíamos hablando de nuestras cosas. Me dijo que al día siguiente tenía que ir a trabajar muy pronto pero que si quería nos podíamos tomar la última y le dije que vale pero que no sabía muy bien donde podíamos ir. Esto no era un problema para él que parecía conocer todos los bares y restaurantes de la ciudad.
El lugar era un bar donde solo se vendía champagne. Champagne de muchos tipos, tenían una carta bastante amplia. El único champagne que conozco es el que tomamos en navidades pero nunca me he preocupado de mirar la etiqueta así que obviamente no era la indicada para elegir pero llamé al camarero y le dije que nos recomendara.
Este chico había invitado a la cena así que yo me empeñé en invitar al champagne, casi me quedo limpiando las copas. El insistía en que no era necesario y que era posible que fuera bastante caro porque el sitio era muy exclusivo pero yo soy bastante orgullosa con el dinero y no me gusta que me inviten a todo y este chico lo había hecho hasta ahora así que le dije que si o si iba a pagar yo.
Nos trajeron las copas de champagne, estaba bueno pero como yo no entiendo no sabría decir ni que tipo era. En este lugar es cuando empezamos a hablar más sobre nosotros, sobre lo bien que nos sentíamos uno con el otro y lo bien que nos lo pasábamos juntos y de repente pasó.
Hasta ese mismo momento no estaba segura si le gustaba o no  pero después de ese primer beso me di cuenta de que si. Lo primero que me dijo después fue que llevaba estos meses sin saber si yo estaba interesada en él o no y yo le expliqué que yo tampoco estaba muy segura de lo que estaba pasando. Nos reímos de los idiotas que habíamos sido los dos pensando si el otro estaba interesado cuando los dos lo estábamos.
Estuvimos un poquito más en ese bar y entonces pedí la cuenta... Cuando pedí la cuenta empezó a decirme que de verdad no era necesario que pagará pero yo erre que erre, que si que si que si. Casi me da un jamacuco cuando veo la cuenta. ¡¡Dos copas de champagne!! No me acuerdo exactamente cuánto pagué pero más de sesenta dólares…Pero además de esos sesenta dólares, tenía que dejar al menos el 16% de propina…
Obviamente la cena había sido más cara y de verdad que no me importaba pagar porque él me había invitado a todo pero se me saltaban las lágrimas al pensar que tenía iba a pagar unos setenta dólares por dos copas de champagne, tres sorbos porque todos sabemos lo pequeñas que son las copas de champagne. Pero bueno, no me importó demasiado, una vez al año no hace daño, yo diría una vez en la vida…
Salimos del sitio a las mil, nos despedimos, cogimos un taxi cada uno para su casa y quedamos en hablar para el día siguiente.
Esa noche me sentía muy contenta porque lo había pasado muy bien y además habíamos dado un paso más allá, ahora los dos sabíamos que pensaba el otro. Estaba agotada pero no me pude dormir pronto porque no paraba de pensar en todas las veces que nos habíamos visto y repasaba esas señales que me habían dicho que sí que le gustaba y que ahora veía tan claras pero que en ese momento no lo eran. Me acabé durmiendo pensando en si hablaríamos o no el día siguiente.
A la mañana siguiente recibí un mensaje a eso de las siete de la mañana diciendo "Estoy agotado pero mereció la pena. Estoy muy contento por lo que pasó anoche. ¡Hablamos luego!" Me despertó el mensaje y me hizo esbozar una sonrisa, el día empezaba bien.
Me fuí a dar mis clasesy a hacer mis cosas y a media tarde recibí otro mensaje de este chico preguntándome como llevaba el día. Me preguntó si quería ir con él al cine por la noche y le dije que si. No había ido nunca al cine en Nueva York y no estaba muy segura de si me iba a enterar o no de la pelicula, aun así, me apetecía ir así que quedamos en el cine.
Era un poco extraño porque era la primera vez que nos veíamos después de lo que había pasado la noche anterior y no sabía si quiera como saludarle o como actuar pero, como siempre, todo fue mas fácil de lo que pensaba.
Fuimos a ver Up in the air. Fui muy curioso, él ya había comprado las entradas por internet así que pasamos directamente y cuando fuimos a comprar algo para comer me quedé impresionada con toda las cosas que había y cuantos tipos de palomitas y bebidas había. Acabamos con un cubo grande de palomitas normales con mantequilla para los dos y una bebida azúl que parecía un fresisui del badulaque.

La película estuvo muy bien y me enteré de casi todo, o eso creo. Con el chico muy bien, bastante cariñoso y súper caballero, nos lo pasamos muy bien y sentía como si estuviéramos juntos hacía tiempo.
Cuando salimos del cine me dijo que quería enseñarme algo, que no pensara mal y que confiara en él. Yo le pregunté que era y me dijo que quería que fuera a su casa para enseñarme algo. Yo le puse cara de “venga hombre…” y él se empezó a reir y me dijo “confía en mí, no es lo que parece”. No era muy tarde, estaba anocheciendo y me fiaba de él así que le dije que vale pero que confiaba en él, un poco con la coña de ver que es lo que me quería enseñar.
Fuimos a su edificio, un edificio muy lujoso en el centro de Manhattan con tres porteros con uniforme que incluía gorra típica. Muy agradables y educados nos saludaron. Cogimos el ascensor y subimos hasta la última planta. Me abrió la puerta de la azotea y entramos.
Unas vistas increíbles de la ciudad anocheciendo. Por un lado Times Square y Broadway con todas las luces, por otro lado Central Park. Vale, se había intentado impresionarme con eso, lo había conseguido. Me sentía como si estuviera en una película. Después de estar un rato en la azotea con esas maravillosas vistas, me acompañó hasta la parada de metro y me fui para casa.
El chico parecía perfecto en el papel por eso quería andarme con pies de plomo porque no era posible que fuera tan ideal pero por otro lado tenía ganas de disfrutar y me gustaba sentirme como me sentía. Que te llegue un mensaje y te alegre el día, ponerte más guapa pero porque tú misma te sientes mejor, conocer a sus amigos. En definitiva, esa ilusión que se tiene cuando estas conociendo a alguien que empieza a ser más que un amigo.




Otras entradas que te pueden interesar:

domingo, 19 de junio de 2011

LO QUE PASÓ DESPUÉS DE OBAMA CON AQUEL CHICO (Primera parte)

Después de la tarde-noche que pasé con este chico viendo a Obama y cenando, continuamos con las clases de español, relación estudiante profesora normal aunque es verdad que después de aquella noche tuvimos mucha mas confianza y había mas química entre nosotros.

Lo único que cambió es que de vez en cuando recibía un mensaje de este chico diciéndome que había algun plan, como alguna final o algún evento especial en la ciudad, invitándome para ir con él y sus amigos. No le conocía casi de nada y no conocía a sus amigos, además mi inglés para esa época era pésimo así que siempre le decía que no, aunque muchas de las veces me apetecía.

Llegó Halloween y me invitó a la fiesta a la que iba con sus amigos. La verdad es que tenía muchas ganas de salir con él para ver si lo que pasó el día de Obama fue solo que lo pasamos bien y ya está o si había sido algo especial así que le dije que si.

Estaba emocionada porque era mi primer Halloween en Nueva York pero también un poco expectante por como se iba a dar la  noche. Sobre como transcurrió la noche de mi primer Halloween en Nueva York ya hablé pero en cuanto a lo que yo esperaba de esa noche, la verdad es que lo pasé muy bien y el chico fue muy atento pero quizás no fue lo que yo esperaba aunque lo pasé bien.

Pasó el fin de semana y recibí un mensaje suyo preguntándome que tal había pasado mi primer halloween en la ciudad. Me hizo mucha gracia que mandara ese mensaje porque no me lo esperaba para nada. Me pareció un bonito detalle. Esa semana quedamos para nuestra clase de español como todas las semanas anteriores y no hablamos nada sobre la fiesta, pero si sobre muchas otras cosas.

Cada vez que nos veíamos para las clases de español había mas complicidad y siempre hablábamos de planes como "¿has probado alguna vez la comida india?" "no, nunca la he probado" "Quiero llevarte a un restaurante que conozco la próxima vez que vayamos a cenar" y yo le decía "vale, no tengo idea de comida india así que confiaré en lo que me recomiendes"

Él es de Boston y yo tengo un especial cariño por Boston porque fue la primera ciudad americana que conocí un verano que fui a estudiar a Estados Unidos y después volví porque mi hermana estuvo viviendo allí un año y pasé una temporada en la ciudad asi que hablábamos mucho sobre Boston. Creo que por esta razón un día, cuando acabó nuestra clase, me dijó "¿Te gusta el baloncesto?" "si, me gusta" "¡Genial! por que quiero invitarte a ver a los Knicks contra los Celtics este domingo" "¡Hey! ¡Me encantaría!".

Los Knicks es el equipo de Nueva York y los Celtics es el equipo de Boston. Ir a ver un partido de baloncesto de los Knicks contra los Celtics es algo así como ir a ver un Real Madrid-Barca de futbol y la gracia era que un día que me preguntó de que equipo de baloncesto americano era yo le dije que por supuesto de los Celtics de Boston, por el cariño que le tenía a la ciudad, y por eso creo que me invitó a este partido.

Lo pasé genial, ya contaré como fue el partido porque fue un espectáculo. Me gusta el baloncesto y ese era un partidazo pero es tan impresionante el partido en si como todo lo que montan. Auténtico americano.


Me sentía como si estuviera con un buen amigo pasando la tarde, con mucha confianza, animando a nuestro equipo, chocando cada vez que metiamos punto en un momento importante, comiendo unos nachos, riendo, pasándolo bien. Disfrutando juntos. ¡Además los celtics ganaron!

Hacía muuuuuucho tiempo que no me sentía así de bien con un chico así que, definitivamente, después de lo bien que lo pasé en el partido, tenía claro que me gustaba. Era guapo, educado, interesante, muy divertido, con buenos modales, con bastante energía y nacido en Boston, ¿Qué mas podía pedir?


Otras entradas que te pueden gustar:

Conocer a Obama

Darme cuenta que aquí en Halloween tienes que disfrazarte de algo que acabe en sexy

jueves, 16 de junio de 2011

CONOCER A OBAMA

Cuatro de la tarde de un día cualquiera, recibo el mensaje de un estudiante con el que había tenido clase solo una vez. “Hola Marta, ¿Cómo estás? ¿Qué haces mañana?” Supuse que quería que quedáramos para tener nuestra segunda clase pero estaba ocupada así que le dije que solo podía quedar por la noche. “¡Qué pena! Quería invitarte a algo…” ¡¿eh?!
Estaba sorprendida porque no conocía a este chico nada más que de una hora y ahora me mandaba este mensaje…Pero tenía mucha curiosidad por saber a que me estaba invitando así que se lo pregunté. “Quería invitarte a un meeting que da mañana Obama en la ciudad”
¡¿Qué?! ¡¿Barack Obama!? Hacía poco más de una semana que le habían dado el premio Nobel de la Paz y por eso, además de ser quien es, estaba un boca de todos porque había sido muy polémico.
Le mandé un mensaje diciéndole que por supuesto que iría, que podía cambiar las clases que tenía para el día siguiente. Que me dijera dónde y a que hora quedábamos.
No me lo podía creer. ¿Ir a ver a Barack Obama en persona? Estaba muy emocionada. No conocía casi de nada a este chico pero me había encantado la invitación, no me lo podía perder. El primer meeting de Obama después de recibir el premio Nobel de la Paz era algo único y yo iba a estar allí.
Este chico me explicó donde quedábamos y a que hora. También me dijo que tenía que ir vestida de forma arreglada pero yo le dije que por eso mo se preocupara.
¿Qué no se preocupara? Vine a Nueva York a pasar tres meses más así que cuando hice la maleta lo último que pensé fue que iba a ir a ver a Obama así que no tenía nada de vestir en plan sofisticado. No tenía nada, ni mucho tiempo y menos dinero pero no me lo iba a perder así que manos a la obra.
Ese día llegué a casa bastante tarde así que tenía que buscar que ponerme la mañana siguiente antes del Meeting. Como mi presupuesto estaba bastante limitado decidí ir a Zara. En Nueva York es más caro pero aun así se puede encontrar algo apropiado a un precio decente.
Me fui al Zara en la esquina de la quinta con la cuarenta y dos y, después de mirar y requetemirar sobre todo los precios, me compré unos pantalones negros de vestir y una camiseta de color champagne y me puse unos zapatos negros de tacón que tenía en casa. A eso de las doce me fui a dar una clase que no había podido cambiar y a la una en punto salí disparada hacía casa. Tenía tres horas para llegar a casa, ducharme, arreglarme y llegar al sitio donde habíamos quedado puntual.
Quedé con este chico a las cuatro y media en la esquina de la calle 34 con la séptima avenida, muy cerca del Madison Square Garden, porque el evento era en el Hammerstein Ballroom que está en la 34 con la octava avenida.
Cuando llegué a la esquina el chico estaba ya esperándome, que conste que llegué puntual. Estaba super elegante con un traje de chaqueta negro y una corbata muy bonita, gomina en el pelo, gafas de sol…Así que cuando llegué lo primero que le dije fue “Que guapo” pero en ese mismo momento pensé “¡¿Lo has dicho en alto?!” si…lo había dicho en alto, jejeje, y el respondió “tu también” a ver, que iba a decir…
Todo fue muy natural, como si nos conociéramos de hacía bastante, hablando de todo y nada nerviosa, un poco por el hecho de Obama no por él chico. Cuando llegamos al sitio tuvimos que pasar por tres controles de seguridad. Uno te pedía el nombre y tu identificación, en otro tenías que pasar por un arco de seguridad y después cacheaban uno a uno mientras otro de seguridad comprobaba todas las cosas que llevaban las mujeres en los bolsos.
Pasamos dentro y encontramos nuestros asientos. Estábamos justo en frente de donde estaba el atrio donde iba a hablar Obama así que se veía perfectamente. Tuvimos que esperar más de hora y media porque, por temas de seguridad, hasta que todo el mundo no estuviera dentro no podía entrar Obama. Había muchísima seguridad, nunca había visto algo así. 
Mientras esperábamos nos entregaron unos papeles con cinco números de teléfono. El chico este me explicó que nos habían dado estos teléfonos para que les llamáramos para convencerles de que votaran por la reforma sanitaria que Obama quería llevar acabo. Pensé que me estaba vacilando porque estaba sonriendo pero cuando todo el mundo empezó a llamar a los números de sus papeles y a explicarles donde estábamos y la importancia de la reforma sanitaria me di cuenta de que no era una broma. Yo no llamé pero me pareció super gracioso que todo el mundo estuviera llamando.
Quise invitar a este chico a una cocacola o lo que quisiera en el bar del sitio así que le dije que si nos íbamos a tomar algo mientras entraba Obama y me dijo que si. Fuimos al bar, pedimos y cuando voy a pagar con la tarjeta de crédito me dicen que solo aceptan efectivo, y yo no tenía ni un dólar así que quedé fatal porque al final tuvo que pagar el chico. Estas cosas solo me pasan a mi.
Entra Obama en el recinto. Pensé que el teatro se caía. ¡Impresionante! Todo el mundo gritando “¡USA USA USA!” “¡Presidente!” “¡Yes, we can!” y cosas así pero por lo menos durante veinte minutos o más sin parar, aplaudiendo…Impresionante. La gente muy pasional.
Obama muy simpático, haciendo bromas, sonriendo y cuando empezó a hablar enserio sobre la reforma, me impresionó como enfatizaba y su forma de hablar tan segura y tan convincente. Bueno, no me estaba enterando ni de la mitad pero me daba igual. Si en ese momento Obama estuviera diciendo que mi destino era trabajar en un circo como payaso, lo hubiera hecho sin dudarlo. El perfecto orador.

Cuando terminó de hablar tuvimos que esperar otros cuarenta minutos hasta que el salió del edificio. Durante el tiempo de antes y de después del discurso estuve muy cómoda con este chico porque era fácil hablar con él de todo.
Me dijo que si quería que nos fuéramos a cenar y le dije que genial así que nos fuimos caminando hasta Korea town a cenar en un restaurante super chic que estaba en la primera parte de un edificio de apartamentos normales así que cuando subimos las escaleras para llegar allí me quedé un poco, “¿Dónde me está llevando este? Uhy uhy uhy aquí no hay restaurante ni nada”. Hasta que abrimos una puerta y entramos en el restaurante y me sonreí pensando lo desconfiada que era.
La comida muy rica, un poco picante pero bien. Dos horas más de chachara y de repente me pone la mano en la rodilla y yo pensando “¡eh! ¿Qué ha pasado aquí?” pero seguimos hablando como si nada.
Cuando volví del baño ya había pagado la cuenta así que le dije que a la siguiente cena invitaba yo si o si. ¿Siguiente cena? Me salió tan natural. Caminamos un poco por la quinta, me acompañó al metro y él se cogió un taxi.
Lo pasé muy bien, me encantó la experiencia por el hecho de ver en persona a Obama, del que me llevé una impresión muy buena, y además que fue una sorpresa lo de este chico. Fue esta noche la que empecé a pensar que me apetecería conocerlo más...

Otras entradas que te pueden interesar:

lunes, 13 de junio de 2011

MI AVENTURA EN NUEVA YORK SE ACABA EN UN PAR DE HORAS

He pasado toda la semana despidiendome de la gente, de mi gente, de mi familia aquí. Ha sido una semana muy extraña porque no he tenido mucho tiempo para darme cuenta de lo que estaba ocurriendo, estaba pasando mis últimos días en la ciudad que tanto me ha cambiado.

En navidades compré un billete de vuelta a España para el lunes trece de junio, mañana, porque tenía claro que quería pasar mis vacaciones de verano en España con mi familia y mis amigos, lo que no sabía era cuanto tiempo iba a quedarme allí o si iba a quedarme para siempre. He estado todos estos meses pensando que hacer después de mis vacaciones en España. Volver a Nueva York, quedarme en España, ir a otro lugar...

Ha sido muy dificil decidirlo, de hecho no está todo decidido pero lo que si está es que me voy de Nueva York y voy a pasar el verano en España pero en septiembre empiezo otra nueva aventura en un nuevo país, un nuevo continente. Todo esto lo he decidido en las dos últimas semanas. Tenía muchísimas dudas sobre que hacer y cada día pensaba lo opuesto que el anterior pero de repente lo vi claro, mi tiempo en Nueva York se había acabado.

Se que voy a echar muchísimo de menos esta ciudad tan maravillosa y tan llena de vida y a todas las personas tan increibles que aquí dejo pero mi corazón me dice que es momento para decir adios.

Han sido los dos años mas felices de mi vida, no solo en Nueva York si no en España cuando volvía porque apreciaba todas las cosas que allí tengo y hacía mas cosas con mi familia y amigos de las que solía hacer cuando vivía allí.

Nunca voy a olvidar esta época de mi vida porque he aprendido muchas cosas que me van a servir para siempre y además porque esta ciudad me ha hecho ver el mundo y a las personas de forma diferente, de forma mucho mas abierta.

Después de mi experiencia aquí, tengo claro que en esta ciudad TODO, y cuando digo todo es tooodo, es posible si vienes con energía y ganas de dar lo mejor de ti. Cada día aprendres cientos de cosas y conoces a diferentes personas de cualquier punto del mundo, incluso de paises que no sabías ni que existían, como me pasó a mi con Myanmar, que luego resultó ser Birmania ¿Dónde está en el mapa? Yo tuve que buscarlo... :)

Aun me quedan por contar muchas cosas que he vivido en esta increible ciudad así que durante este verano contaré todas esas cosas que aun no he tenido tiempo de contar mientras decido y planeo mi próxima aventura.

Aun no es tiempo para volver a España porque la situación no es buena y porque además siento que he empezado algo que tengo que continuar antes de volver a España. Hay mucho mundo que ver :) Así que en estos meses pensaré que hacer.

Desde aquí doy las gracias a todas las personas que han hecho que esta experiencia sea tan increible y llena, sin esas personas, aun estando en una de las mejores ciudades del mundo, nada hubiera sido tan maravilloso.

Desde la azotea de mi edificio se ven los rascacielos de Manhattan y el puente de Brooklyn, ya se ha hecho de noche así que voy a subir a ver por última vez la ciudad de noche iluminada, mi segundo hogar, mi Nueva york.


sábado, 11 de junio de 2011

¡DE BODA A LO BRASILEÑO!

El sábado pasado estuve en la boda de mi amiga Livia. Livia es una chica brasileña que vino a Nueva York para estudiar un par de meses inglés, en la misma escuela que yo por eso nos conocimos, y no tenía ni idea que iba a conocer a un chico americano una noche en un bar del que se iba a enamorar y con el que se iba a casar menos de un año después.

Todos los amigos sabíamos que estaba con un chico pero cuando nos dijo que se casaba nos quedamos impresionados porque todo había sido bastante rápido pero nos alegramos mucho porque se les veía muy enamorados.

Estábamos invitados ocho de los amigos de la escuela de inglés, todos bastante divertidos, así que la boda sonaba muy bien.

La novia nos explicó que los padres del novio habían pagado toda la boda y que había sido bastante cara porque, para empezar, el lugar de la boda era una azotea con unas vistas preciosas de la ciudad en medio de Manhattan así que aunque comieramos pan con pan ya solo pagar el lugar...

Como siempre, no sabía que me iba a poner porque no tengo vestidos de vestir, en plan boda, en Nueva Yok porque cuando hago la maleta en Madrid no pienso que voy a tener una boda...Pero por suerte tenía el vestido de la otra boda a la que fui también aquí en Nueva York así que ese es el que me puse. Era gente diferente así que todos "¡Que guapa Marta!, ¡Que elegante!" y yo mas feliz que una perdiz por el hecho de no tener que haberme comido la cabeza para encontrar algo y por no tener que haberme gastado una pasta en un nuevo conjuntito.

A la ceremonia solo estaban invitados los familiares y amigos mas cercanos pero nosotros llegamos para la mejor parte, a lo mejor no la mas romántica pero si la mas divertida, cocktails, comida, baile...

Todo era super chic, no había cocacolas, vino o cosas así para beber durante el cocktail inicial, todo eran cocktails del estilo cosmopolitan, bloody mari y cosas así que la gente se pide pero que nadie sabe lo que tiene. Yo siempre elijo por el color, si tiene un color que me llama la atención, allá que voy. Tengo que decir que aunque son super cuquis y quedas muy bien con tu vasito en forma de v y con tu guinda yo soy mas de vino u otro tipo de bebidas pero bueno, yo me adapto y si hay que pedirse un cosmopolitan a lo sexo en Nueva York pues lo hago.


La comida que sirvieron para picotear estaba muy rica, todo super cuqui también. Nada de croquetas o canapés de salmón, mini quesadillas, pero minis minis que había que buscar primero con una lupa para localizarlas y luego cogerlas con pinzas de científico pero estaban deliciosas. Esto es lo que tiene la nueva comida moderna, aunque yo personalmente me quedo bailando, con mas hambre que los pavos de manolo vamos. Por suerte a una de las camareras, latina, le caimos bien y pasaba frecuentemente con mas comida.

Cuando la gente estaba mas borracha que un piojo, nos sentamos a cenar. Yo creo que la estrategia era que la gente se relajara un poco mientras comía y se preparaba para la segunda parte de la fiesta. Discurso de una amiga de la novia en inglés y luego en portugues, porque la pobre madre de la novia no entendía ni papa de inglés, y discurso del hermano y luego del mejor amigo del novio y un poquito de baile. Nada de primer vals, dándolo todo con Jennifer Lopez y Lady Gaga.


Por lo que nos explicaron después, la boda fue al estilo brasileño, mucha bebida, mucho baile, no mucha importancia en la comida, mas baile, un poco mas de alcohol, vamos que nos lo pasamos genial. No era la típica boda seria y formal de princesita, fue muy divertido porque la novia es super extrovertida y graciosa.

En cuanto a sus amigas, parecía que estábamos en la mansión de playboy...Unas bubies...Unos vestidos de gala...Unos maquillajes...Unos peinados...Unos bailes...Unos zapatos de tacón...parecían los zancudos de los circos eso si, una hora después casi todas con las chanclas de plástico de la playa, ¡¿donde está el glamour?! Vale, tengo que reconocer que después de tres o cuatro horas tuve que quitarme los zapatos de tacón que llevaba peeeero no me puse las chanclas para bajar a la playa, me puse unos zapatos de vestir pero bajos, claro que si comparamos mis tacones con los suyos...Algunas pasaron de medir dos metros a medio, fue gracioso, en ese momento no parecían tan espectaculares, o nosotras muertas de la envidia así quisimos verlo.

Una de las cosas que mas me gustó de la boda es que los novios pusieron un fotomatón para que nos hicieramos fotos con gorros, gafas, boas de broma y nosotros podíamos quedarnos con una copia y otra era para un libro para los novios en el que podíamos escribirles lo que quisieramos. Muy original y divertido. Si no fui veinte veces no fui ninguna :)


 
El dj era bastante bueno, ponía las mejores canciones del momento, todas las que quieres escuchar un día que sales de fiesta pero a eso de las nueve y media dijo "chicos, esto se acaba, última canción" yo miré el reloj sorprendida, ¡que corto! nos lo estábamos pasando guay así que cuando la novia nos dijo que se iba al hotel con su nuevo marido a "dormir" ¡venga hombreeee! nos fuimos de fiesta a otro sitio y nos dieron las tres de la mañana o mas.

Todos nos pusimos puntillo, bueno otros bastante borrachos pero nos lo pasamos muy bien la verdad. Una excusa perfecta para ver a los compañeros de la escuela.

Es curioso que en toda mi vida he ido solo a cinco bodas y dos de ellas han sido en Nueva York, sin duda experiencias únicas, nunca las olvidaré.

La próxima boda en Madrid, en agosto, la primera boda del grupo de amigas de toda la vida...¿será que me estoy haciendo mayor? ultimamente todo son bodas...


Otros enlaces que te pueden interesar:

La boda de mi amiga afroamericana con su novio japonés

El metro de Nueva York, otro universo