jueves, 31 de marzo de 2011

COMO SIENTE UNA JAPONESA VIVIENDO EN NUEVA YORK EL DESASTRE DE JAPÓN

El domingo me fui a cenar a casa de una amiga japonesa. Cuando llegué estaba terminando de preparar la cena. Hato, que significa corazón en japonés, es una chica de veintinueve años que se enamoró de un americano que estaba estudiando japonés en Tokio y decidió dejar su país y venir a vivir a Nueva York. Se casó y consiguió trabajo en un banco Japonés.

Me dijo que no tenía muchas cosas en la nevera y por eso había preparado un par de cosas sin importancia. Fuimos llevando los platos a la mesa. Sopa con dumplings de gambas, pollo con salsa de soja y espárragos trigueros y una especie de tortilla con beicon pero sin huevos. De postre unas fresas silvestres. Para beber agua y unos zumos naturales de frutas y verduras. Este es el carácter acogedor de los japoneses. Quizás he tenido mucha suerte pero todos los japoneses que he conocido han sido muy atentos y agradables conmigo, siempre dispuestos a servir y pendientes de tus necesidades.

La encontré muy triste. Hato es una persona bastante abierta y siempre está riéndose pero esa noche estaba muy sería. No la había visto desde que pasó la catástrofe de Japón porque después de esto ella había estado muy ocupada y no habíamos podido quedar.

Le pregunte si estaba preocupada por lo de Japón y empezó a contarme como se sentía.

Me contó que desde que ocurrió el terremoto, el tsunami y todo lo de la planta nuclear no ha vuelto a ser la misma. Que siempre que puede ve las noticias japonesas pero que no se fía porque el gobierno está mintiendo así que busca más información internacional sobre la situación en su país.

Me dijo que ahora entendía como se sintió la gente en Haití cuando les ocurrió aquella catástrofe. Que se había dado cuenta de que cuando no es tu país te preocupas pero en un par de semanas acabas olvidándolo pero que cuando pasa en tus país te das cuenta de que cuando pasan este tipo de cosas siempre puedes ayudar mucho mas y debes hacerlo porque hoy les pasa a ellos pero mañana te puede pasar a ti.


Le pregunté como estaban llevándolo su familia y sus amigos y me contó que sus padres estaban muy preocupados porque tienen un pequeño hotel en una zona de esquí y que todo el mundo había cancelado las reservas para las próximas semanas. Además hay bastantes problemas de abastecimiento de comida, bebida y de gasolina. Pero lo peor es el pánico a lo que pueda ocurrir en la planta nuclear de Fukushima y a los efectos de la radiación.

Ya había problemas en esa planta nuclear antes del terremoto. De hecho, según Hato, algunos de los trabajadores que pasaban mas tiempo allí habían firmado un papel afirmando que sabían que iban a quedarse estériles por estar expuestos a altas dosis de radiación pero que ellos aceptaban, por sus necesidades. Además me dijo que después de lo sucedido la gente en Japón se había empezado a dar cuenta de que las centrales nucleares son mucho más peligrosas de lo que el gobierno les decía y es que en Japón hay 55 centrales nucleares. No dejaba de insistir en que habría que buscar alternativas a las plantas centrales nucleares porque podían acabar con un país, dijo que Japón era una bomba que en cualquier momento podía explotar.

Me dijo que los japoneses están educados para no mostrar su dolor y por eso puede parecer que a ellos no les afecta tanto pero que llevan el dolor dentro y que están sufriendo mucho y están muy preocupados pero que su cultura les hace pensar “Aunque estoy muy triste, hay otras personas que están sufriendo muchísimo mas así que no puedo quejarme”

En todo el mundo se han llevado a cabo iniciativas para ayudar a los japoneses y en Nueva York no ha sido menos. Se han llevado a cabo muchas medidas como carreras, conciertos, ceremonias en varias religiones, urnas para donaciones en bancos, tiendas, cafés, páginas web internacionales como cruz roja etc etc.
El día que ocurrió el terremoto al llegar a mi academia de inglés decenas de banderas de Japón hechas con papel estaban colgadas por las paredes. En vez de el círculo rojo sobre el fondo blanco que la caracteriza, corazones rojos sobre fondo blanco. Todo el mundo preguntaba a nuestros compañeros japoneses por sus familias y amigos. Ese mismo día vi a un grupo de jóvenes en el metro que de forma improvisada se habían reunido para cantar y tocar sus instrumentos pare recaudar dinero para ayudar a las víctimas del terremoto. Además decenas de personas en la calle piden donaciones para ayudar a las víctimas.


Hato me contó que le había sorprendido mucho como la gente se había involucrado tanto y como trataba de ayudar de cualquier manera y organizaba eventos para poder conseguir fondos. Está muy agradecida por eso.

No sabía si se había planteado volver a Japón para ayudar. Me dijo que lo había estado pensando pero que no podía hacer mucho porque la ayuda ahora tenía que ser técnica, con maquinaria y que ella no iba a poder ayudar. Que sus amigos japoneses viviendo en Nueva York pensaban lo mismo. Así que habían decidido hacer todo lo posible para ayudar desde Nueva York organizando actos benéficos para conseguir fondos que seguramente ayudará más a su país. A su vez, ella había ofrecido a sus padres venir a Nueva York al menos por una temporada pero la respuesta de su padre la dejó helada “No podemos irnos, ahora es cuando tenemos que quedarnos para ayudar. Están llegando refugiados al pueblo y no hay donde alojarlos así que se están quedando en las casas de los vecinos. Tenemos que ayudar aunque sea compartiendo lo poco que tenemos con la gente que perdió todo, es nuestro país, nuestra gente. Tu no lo entiendes Hato porque ya te sientes americana”

Al preguntarle que le diría a todas esas personas que están ayudando a su gente me contestó que le daría las gracias por su esfuerzo, ánimos y compasión pero les pediría que pasados un par de semanas no se olvidaran de Japón porque gran parte del problema seguirá.

Hablar con personas que han vivido las catástrofes en primera persona o que tienen seres queridos que lo han hecho te hace darte mas cuenta de lo ocurrido, tomártelo como algo más personal. Como dijo Hato, siempre podemos hacer algo más y además debemos. ¿Cómo nos sentiríamos si hubiera ocurrido eso en nuestro país y a nuestra gente? Tenemos que ayudarnos unos a otros, es todo lo que tenemos para luchar contra los desastres naturales. Eso y tener mas conciencia medio ambiental nos hará saber llevar mejor estos acontecimientos, que por desgracia, cada vez ocurren más o de forma más devastadora.



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miércoles, 30 de marzo de 2011

¿CADA OVEJA CON SU PAREJA?

Hoy iba en el metro cuando he visto entrar en mi vagón a una pareja bastante pecualiar. La chica era de color, bastante grande, tanto de alto como de ancho, y vestida de una forma muy extravagante con colores muy llamativos, mucho maquillaje, una peluca de varios colores. Con ella ha entrado su novio, o su algo porque iban de la mano y se han dado un par de besos en el tren. Un chico delgadito y bajito, muy poquita cosa, pelirrojo con pecas en todas partes con unos vaqueros, una camiseta blanca y una chaqueta encima. Si hubiera visto esta pareja en Madrid hubiera pensado “¡anda! ¿Qué ha pasado aquí? uhy…que curioso ¿no?” pero en Nueva York esta pareja, vale es un poco atípica, pero desde luego no llama la atención tanto porque aquí lo de cada oveja con su pareja…nada de nada.

Puedes encontrar parejas formadas por personas de diferentes religiones, razas, nacionalidades, de culturas totalmente diferentes, gente que a priori no “pegarían” porque son físicamente diferentes no, ¡opuestos!

Japonés con afro americano, indio con americana rubia de ojos azules, italo americano con pakistaní, blanco con negro, mulato con albino, alto con bajo, guapo con menos agraciado, delgado con gordito. Me he dado cuenta que aquí esos ideas de las personas que “pegan” no saben que existe y eso está genial porque no hay prejuicios y encuentras muchas parejas muy originales que nunca hubieras imaginado.

El otro día iba por la calle y me paré para cruzar un semáforo, al otro lado de la calle esperando un chico bastante mono y veo que sonríe y yo “uhy…¿a quien sonríe?”. Empezamos a cruzar el semáforo y el chico con una sonrisa de oreja a oreja y yo pensando “¿acaba de salir de ponerse botox y no puede cerrar la boca o a quien sonríe así?” miro para un lado y para otro. Cruzando la calle una abuelita con un carro, una chica bastante gordita, un hombre calvo y yo…vaya cuadro…De repente veo que la chica gordita llega hasta él y le da un abrazo y se empiezan a besar…Tengo que reconocer que en ese momento dije “¿eh? Pero… ¿estos dos están juntos?” pero luego me di cuenta “¿Cuál es el problema? Se quieren y no importa que él sea bastante atractivo y ella sea gordita”. Fuera prejuicios de guapos con guapos, gorditos con gorditos y cuerpos escándalo con cuerpos escándalo. Esta ciudad es mi oportunidad para engañar a algún guapo J

Así que por eso desde que me di cuenta de esto me pongo como un kiko comiendo y no me preocupa si cojo un par de kilos…algún chico guapísimo, atractivo y además inteligente está esperando a la vuelta de la esquina…jejeje, ¡es broma! Lo del kiko no lo del chico…

De mis amigos en pareja, una chica de Sri Lanka con un italo americano, mi amiga afro americana con su marido japonés, mi amiga japonesa con su marido americano, mi amiga afro americana casada con un judío ortodoxo, mi amiga rusa con un chico africano, mi amigo de raíces mejicanas con una chica de Serbia, mi amiga italiana con un chico de Perú, mi amigo griego con una chica egipcia y por supuesto muchos amigos americanos con chicos/as de latino América y Caribe. ¡Incluso una americana con un español!

Es curioso ver como culturas tan diferentes pueden integrarse y no solo eso si no además funcionar como parejas y formar una familia. No hay frontera que pueda parar el amor… ¡Oh! ¡Que bonito me ha quedado! J No en serio, me encanta esta forma de estar abierto a conocer a una persona de cualquier país, raza, cultura…

Por eso cuando estuve quedando con un chico americano pero de padres indios durante unos meses me parecía súper raro al principio mas que nada porque era la primera persona con la que hablaba de aspecto indio, no conocía a ninguna persona de La India y me pasaba las horas preguntándole cosas sobre su cultura, sus tradiciones…

Cuando mis amigos me preguntaban sobre con quien había ido a tal sitio o con quien bla bla bla o con quien tralaralala, yo les decía que con un chico americano con el que estaba quedando. No estaba mintiendo por que él nació en Boston así que es americano americano pero sus rasgos son indios y no se porque en ese momento pensé que mis amigos y mi familia iban a sorprenderse y a preguntarse que hacía con un chico de origen indio. “A ver mama, que él es americano, sus padres son de La India pero él ha vivido toda su vida aquí y su educación ha sido mas americana que muchos americanos de padres, abuelos, bisa y tataratataratatarabuelos” “A ver hija, si a mi me parece muy bien pero yo te voy a decir una cosa…si al final acabas con él, que sepas que yo no pienso subirme a un elefante el día de tu boda” Y se partía de risa y yo también pero por otro lado pensaba “¡vamos a ver! ¿En este siglo y seguimos con esas ideas en la cabeza?” Lo gracioso fue cuando este chico me contó como había sido la boda de su hermano y lo bonito que había sido el paseo en elefante…

Me acuerdo de las navidades que me dieron mis amigos y mi familia al saber que el chico con el que estaba quedando era de padres indios. “Mira Marta si las cosas os van mal piensa que siempre podréis montar un badulaque” “¿Y como se llama? ¿Apu?” “¿Has hablado con Apu hace poco?” ¿su bebida favorita el fresisui a que si? Hasta mi primo me mando un mensaje al móvil que decía, “este es tu futuro” y aparecía la imagen de Apu y Manyula con los octillizos. En ese momento me di cuenta del año que estaban haciendo Los Simpson en España, a pesar de que me encantan.

Además aquí llevan con mucho orgullo lo de sus raíces “soy mitad italiano mitad alemán” “¡Ah! Así que tu padre es de un lado y tu madre de otro” “No, en realidad la tíabuela del tataranieto de mi prima segunda era de Italia y por otro lado el perro del bisabuelo del tío del padrastro de mi madre era un Buldog Alemán” y yo con la boca abierta…”¿Y tú?” “pues hasta lo que yo se, toda mi familia ha nacido en España así que no soy ninguna mezcla exótica, soy una pura sangre“ seguido de sonrisita.

Por un lado me da un poco de envidia eso de no haber crecido en una familia con varios idiomas, varias culturas y tradiciones de las que aprender, tener familiares viviendo en varias partes del mundo…pero por otro lado digo “¡Ehy! ¿Qué mas quieres? Nunca terminaras de pobrar todos los platos españoles, ni de aprender todas las lenguas de tu país, además de la riqueza cultural que tenemos. Por aquí ha pasado todo el mundo así que hay un poquito de cada uno. Aunque vivas en Madrid tienes familia en Ávila y Toledo que no están nada mal y lo más importante aun, me queda por aprender a bailar la muñeira, el paso doble, el chotis, la seguidilla y lo que más prisa corre, ¡el flamenco! Así que déjate de tonterías que bastante con lo que tienes”

martes, 29 de marzo de 2011

¿PERO QUE ES LO QUE ESTOY BUSCANDO?

Hoy he estado leyendo las cosas que escribí en mi diario hace un año. La mayoría de las cosas que aparecen, las preguntas, los temores…siguen estando aquí pero es como si los viera desde otro punto de vista. Hace un año tenía mucho miedo y estaba agobiada. No paraba de escribir sobre que no sabía que iba a hacer en el futuro, que el tiempo pasaba y que en realidad había venido a Nueva York para decidir que iba a hacer con mi vida pero después de casi un año todo seguía igual. Incluso tenía mas dudas porque después de todo lo vivido y experimentado aquí se abrían muchas mas posibilidades en mi mente y las que ya estaban dejaban de ser tan descabelladas.

Hoy sigo con esa incertidumbre porque han pasado casi dos años y siento que, aunque he evolucionado, crecido, vivido, experimentado, sigo en el mismo punto, buscando lo que quiero hacer. Pero tengo menos miedo a decir “si, tengo 27 años pero no pienso dejar de buscar” y eso me hace sentirme más fuerte que cuando escribía esas frases hace un año. A veces me pregunto si el problema es que cuando buscas algo no lo encuentras y que debería dejarme llevar hasta que llegara pero eso no es fácil porque los años pasan y no hay tiempo infinito. Otras veces pienso que me voy a pasar toda mi vida buscando, que cuando tenga setenta años, si llego, seguiré pensando “¿Qué es lo que quiero hacer?” Pero lo que mas me asusta es estar buscando algo que no existe.

Otras veces pienso que mi miedo es que no tengo algo que realmente me haga feliz como para pasarme el resto de mi vida haciéndolo o lo que realmente me hace feliz no se puede usar para vivir. Todo el mundo tiene que tener una profesión y si no la tienes eres un fracasado pero lo que a mi me gustaría hacer no es una profesión concreta, es viajar, vivir, conocer, observar, compartir, leer, hablar con la gente, escribir, APRENDER cada día de muchas cosas diferentes, no pasarme treinta años detrás de un ordenador en una oficina o en cualquier otro trabajo haciendo algo que no me gusta por el mero hecho de que debo hacerlo. ¿Quién lo dice? Cada persona es libre de decidir que quiere hacer y tenemos el derecho y el deber de ser felices y buscar esa felicidad. No quiero gastar mi vida haciendo algo que no me hace feliz.

Pero ¿Qué es la felicidad? Quizás eso es parte del problema ¿Cómo voy a encontrar algo que no se lo que es? Yo se que en estos últimos años que he vivido aquí he tenido muchos momentos de felicidad pero además cuando he ido a España he sido mas feliz también haciendo las cosas que antes hacía día a día y que no me hacían feliz. Entonces ¿Depende de nosotros que algo nos haga feliz o no? Creo que gran parte de la felicidad llega cuando estas abierto a sentirla, por eso, cuando ves las cosas de forma positiva eres más feliz, o eso creo yo.

Creo que hay mucha gente que pasa por este momento en su vida en el que no sabe si lo que está haciendo tiene sentido, quiere dar un giro, empezar de nuevo, vivir en otro lugar o dejar el trabajo, cualquier gran cambio pero mi pregunta es  ¿Qué estamos buscando?

Lo que está claro es que sigo teniendo las mismas preguntas e incluso muchas más pero además me he dado cuenta de que nunca acabaré de resolver esas dudas porque estamos en constante evolución así que nunca tendremos lo queremos, siempre miraremos mas allá.

Después de casi dos años, sigo buscando “la luz”, como le decía a mi hermana de broma cuando estaba en Madrid, algo que me haga darme cuenta de lo que busco. Mi camino, mi pasión, mi felicidad…No importa que nombre le de porque para mi todo significa lo mismo, algo que te haga sentir pleno, realizado, que te apasione, y con lo que puedas ayudar a los demás a ser felices también. ¡Necesito un mapa! J

domingo, 27 de marzo de 2011

¿POR QUE LA GENTE PIENSA QUE SOY JUDIA?

Desde que llegué a Nueva York un par de personas me han parado en la calle preguntándome si era judía o directamente hablándome en hebreo.

Cuando llegué aquí no tenía mucha idea sobre judaísmo pero siempre me han llamado la atención las diferentes religiones y sus tradiciones así que con el judaísmo encontré una mina.

Dio la casualidad que conocí a una chica que era judía religiosa y que vivía en un barrio ortodoxo. Me encantaba escuchar las explicaciones de por que las mujeres tenían que llevar peluca o porque los hombres tenían que llevar una especie de cinturón con unas tiras colgando. Porque todos tenían que ir vestidos de blanco y negro. Por que las mujeres no podían enseñar el codo o las rodillas, ¡ni en verano!

Las mujeres tienen que llevar peluca, o algo que les cubra el pelo, una vez que se han casado porque según su religión, el pelo de la mujer tiene mucho poder de atracción y sensualidad por lo que una mujer casada solo puede mostrarle su pelo a su hombre.

Los hombres tienen que llevar esa especie de cinturón para separar lo espiritual, la cabeza, la mente, lo celestial, de lo físico, animal, humano…Te haces una idea de lo que es ¿no? Lo llevan desde los niños más pequeños.

Visten de blanco y negro porque deben vestir de forma modesta y sin llamar la atención. Y las mujeres además deben cubrir sus piernas por encima de la rodilla y sus brazos por encima del codo. Además no pueden llevar escotes o pantalones.


Como estas cosas muchas más. Cosas que me llamaban la atención y que cada vez que la veía le preguntaba. Hasta que un día me fui a vivirlo in situ.

Hace más de nueve meses que vivo con ella, y con mi otro compañero del que ya te hablé. Vivimos en un barrio ortodoxo donde todos los preceptos judíos se llevan a raja tabla.

Según sales del metro te encuentras con una sinagoga que está abierta 24 horas, 365 días al año. Está dividida en dos partes. La primera planta para los hombres y la segunda para las mujeres. Ni un hombre ni una mujer puede ir a la zona del otro, está prohibido. La parte central de la sinagoga es donde están los hombres y la parte de las mujeres es como si fuera una grada con bancos. Tienen un cristal que les separa. Desde la parte de las mujeres puedes ver la parte de los hombres, para seguir la ceremonia, pero desde la parte de los hombres no puedes ver a las mujeres.


La primera vez que fui a la sinagoga con mi amiga, como era de esperar, me dieron la bienvenida y nada mas entrar se acercaron a hablar conmigo y a explicarme cosas sobre la sinagoga, sus celebraciones, a preguntarme si era judía y si practicaba los rituales. Mi amiga me aconsejó que dijera que era judía para que no hubiera problemas así que eso es lo que dije. La gente se acercaba a hablar conmigo en hebreo pero yo les expliqué que aunque era judía mi familia no era practicante y no había aprendido a hablar hebreo. Me sentí un poco mal porque era todo mentira pero es lo que me recomendó mi amiga.

Cuando vino una de mis primas a visitarme le quise llevar a ver la sinagoga porque estaba muy impresionada por lo que estaba viendo en todo el barrio. Como vestía la gente, el sonido de la sirena desde la sinagoga avisando que empezaba el Sabat, el asunto de lo que podemos comer o no en casa…

Así que fuimos. Le dije que íbamos a entrar para echar un vistazo y que nos íbamos rápido porque si no nos iban a empezar a hablar sobre que el Mesías viene ya y que deberíamos de seguir las reglas de los judíos ortodoxos y demás. Iba a ser una visita relámpago.

Entramos y mi prima sorprendida empezó a dar una vuelta por allí. De repente apareció la chica que me había estado hablando durante más de media hora la última vez. Vi el peligro así que le dije a mi prima que nos fuéramos pero….no nos dio tiempo a salir, nos pilló en la puerta. Lo que pasó a partir de aquí fue muy gracioso.

Mi prima casi no habla inglés, miento, habla el inglés medio de la mayoría de los españoles J y la chica judía estaba hablándonos en inglés así que yo le iba traduciendo a mi prima todo lo que iba diciendo. Después de los saludos y preguntas básicas de cómo llevábamos el día y demás:

“Marta tu me dijiste que eras judía ¿verdad?”

“Si, bueno, como te expliqué, de familia judía pero no practicante”

Mi prima “¿Qué dice?”, yo “Que si soy judía”, mi prima “¿Y tu que le has dicho?” todo esto la otra chica delante. Yo “Le he dicho que si”. Mi prima “¡¡¡¿Qué??!!!” gritando en la sinagoga, “¿Qué te has hecho judía? ¿Desde cuando?, ¿Se los ha dicho a tu madre? Madre mía Marta ¿Pero por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no me lo has dicho?” y yo  sonriendo para disimular el pollo que estaba montando mi prima “jeje Cristina soy judía aunque no practicante” y hablando entre dientes por si la otra chica entendía algo de español “por que sino no podemos entrar aquí” A todo esto mi prima se empieza a partir de risa, la otra chica con cara de “¿Qué está pasando?” y yo explicándola a la chica que mi prima había entendido mal una cosa. La chica debió de darse cuenta de que algo pasaba porque nos echó a lo sutil “Creo que es mejor que le enseñes a tu prima la casa del rabino que está saliendo por ahí” señalando a la puerta. Nos fuimos y no volví a entrar a la sinagoga, hasta que…

Mi otra prima, la hermana de la primera, y mi hermana vinieron a visitarme y tenían curiosidad por entrar en la sinagoga pero yo les dije que yo ya no iba a entrar más así que pasaron ellas solas y yo me quedé en la puerta esperándolas. Después de veinte minutos de reloj, yo ya las veía con pelucas y rezando así que entré  a ver que estaba pasando. Las había pillado por banda una mujer y, después de hacerles las preguntas pertinentes, les estaba dando sus nombres judíos por que toda mujer judía, no se si los hombres también, es rebautizada con un nombre bíblico en caso de que no lo tenga. Así que entré y hice una de “Chicas nos están esperando fuera, ¿os queda mucho?” Mi prima y mi hermana vieron el cielo, se despidieron, no sin antes decir que si que se iban a pasar por la boda que había al día siguiente, después de la insistencia de la mujer.


He celebrado rituales y tradiciones con mi amiga, he ido a la tumba de un rabino muy famoso a pedir deseos, he hecho ayuno (¡no comer pero además no beber!) en una de sus fiestas mas importantes e intento mantenerme a raya con todo lo relacionado con la comida Kosher. Aunque esto último ha traído cola.


Siguen parándome por la calle ahora tiene mas sentido porque vivo en un barrio judío, para decirme que si no creo que sería mas apropiado cambiar mi forma de vestir porque el Mesías llegará solo cuando todos los judíos sigan las normas que siguen los ortodoxos. Y eso que yo visto de lo mas sencilla…pero supongo que eso de lleve pantalones les mata.

El otro día fui a comprar al supermercado, ortodoxo, y me pilló por banda un abuelito que tendría unos ochenta años y venga hablar, venga hablar, la mayoría de las cosas interesantes pero me empecé a mosquear cuando me pidió el teléfono y me dijo que si estaba soltera. Pero para aclarar me dijo que no era para él, que él estaba casado. “Ah bueno” pensé yo…Y además me quería concertar una cita con el rabino para que me ayudara a ver la luz…Y me dijo que no me preocupara que si este rabino no me gustaba conocía a otro en Manhattan que seguro que me iba a gustar. Empezó a sonar un poco raro así que me despedí diciendo que tenía prisa y salí escopetada, y yo que solo quería comprarme un sándwich…¡Casi una hora en la tienda! Si lo que te digo, tengo un imán.

Vivir en un barrio judío es muy interesante porque aprendes cosas sobre su cultura y además es muy familiar porque es una comunidad y todo el mundo ayuda a todo el mundo y hacen muchas celebraciones juntos. Además es muy seguro porque tienen seguridad privada, porque hace un par de años tuvieron problemas muy serios con la zona de al lado, afro americanos cristianos, eso y además que hay gente en la calle yendo o viniendo de la sinagoga a todas horas así que os perfecto para volver de madrugada.

Lo único que no me gusta es que las tiendas cierran todas en Sabat, porque para ellos es sagrado, y el tema de la comida que me trae por el camino de la amargura. Eso da para horas y horas hablando…

Pero en definitiva, la experiencia merece la pena y además he aprendido algo de hebreo, nivel medio, ya sabes J


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NO ES FÁCIL HACER BUENOS AMIGOS EN NUEVA YORK

Puede sonar muy directo pero es verdad, mi opinión es que no es fácil hacer buenos amigos en Nueva York. En esta ciudad puedes conocer cada semana decenas de personas nuevas con las que sales a tomar algo, te vas a comer, hablas en el descanso de clase… Pero es muy complicado tener una relación de amistad más profunda.

La mayoría de la gente que conozco aquí está de paso así que quiere aprovechar todas las oportunidades que te ofrece la ciudad para hacer cosas diferentes y para conocer gente. Yo soy parte de ellos. Te propongan el plan que te propongan vas a ir, ¿unas cervezas al salir de la academia? Vale, ¿comemos hoy juntos? Vale, Tengo una fiesta este finde ¿te vienes? Vale, Hago una cena en mi casa ¿te vienes? Vale…Así con cada plan que te ofrecen porque es una oportunidad única de conocer gente nueva, de conocer un sitio nuevo, o no, de pasarlo bien y además de practicar inglés porque cada persona que se anima al plan es de su padre y de su madre, un turco, un paquistaní, una italiana, una india, una colombiana, un brasileño, un japonés, un afgano, un francés…De todas las nacionalidades. Así que es muy fácil conocer mucha gente y muy diferente. Esto es una de las cosas que más me gusta de esta ciudad.

Según mi experiencia, los españoles nos llevamos muy bien con los italianos, brasileños, turcos y latinoamericanos en general pero con los asiáticos tenemos algo especial. No se porque pero los asiáticos son las personas mas abiertas a conocer gente y siempre te tratan como si fueras especial y les encanta ser tu amigo. Esto en general pero con los españoles tienen cierto magnetismo que es difícil de comprender teniendo en cuenta lo diferentes que son nuestras culturas. Les encanta la comida española, nuestra forma de vivir, la gente, el clima, la música (mas allá del flamenco), nuestro acento, al parecer muy parecido al japonés, y nuestro chicos…Yo no se donde han oído estas historias pero tengo un montón de amigas o conocidas, no solo asiáticas, que hablan maravillas de los chicos españoles. Románticos, cariñosos, muy atractivos, muy zalameros pero sensibles y muy hombres. Esta es la forma que tienen de definir a los hombres españoles. Por un lado me hace gracia porque es un poco el estereotipo de Don Juan pero quizás es que no nos damos cuenta de lo que tenemos en casa J

La mayoría de los amigos internacionales que he hecho son personas que están de paso, seis, nueve meses o incluso un año o algo más pero la sensación que te da es que conoces a gente constantemente pero porque unos vienen y otros se van y nunca tienes esa oportunidad de conocer muy bien a una persona. Además de esto, todo el mundo tiene muchos planes y cosas para hacer así que normalmente no ves a la misma gente cada semana, quedas con unos y con otros y a veces coincides con alguno aquí o allá. Eso sí, en mi caso al menos, todo el mundo te invita a que cuando visites su país le llames para quedar, para que te enseñe su ciudad, para viajar juntos por su país o incluso para que te quedes en su casa unos días y eso es algo que se agradece mucho porque al conocer gente de tantos lugares, algunos no sabes ni situarlos en un mapa, casi a cualquier país que vayas vas a tener a alguien que te eche una mano con los preparativos, aconsejándote o incluso que te haga una ruta por allí y no hay nada mejor que conocer una ciudad, zona, país…de la mano de un nativo, ¿no?

En cuanto a los norteamericanos, les encanta lo español. No se si será lo mismo con todos los países pero yo es decir “from Spain” y empiezan a hablarme las cuatro palabras que saben, a veces seis, a preguntarme por Bardén y Penélope, si me gustan las películas de Almodóvar, que enhorabuena por la victoria del mundial, que si Gasol es muy bueno, que si el otro día estuvo con unos amigos comiendo tapas en un restaurantes español, que si puedo entender a los latinoamericanos cuando hablan, que cuanto se tarda de España a Chile en coche…que si tal y que si pascual y yo aburridita porque siempre son iguales los primeros 10-20 minutos. Una vez contestado que no bailo flamenco, que no es verdad que bebemos cerveza hasta para desayunar, que no me gustan ni Penélope ni Bardém y que prefiero a Amenabar que a Almodóvar, podemos empezar a hablar de cosas mas originales. Todo esto creo que es en parte porque ellos quieren que sepas que les interesa tu país y que saben muchas cosas de el pero a veces se hace un poco pesado porque es como pasar lista de los estereotipos españoles una y otra vez…Pero tengo que decir que, quitando esto que solo lo hacen la primera vez que te conocen, los norte americanos que viven en Nueva York son personas muy abiertas y muy agradables que intentan ayudarte en todo lo posible y que tratan de hacerte vivir experiencias únicas en la ciudad como si fuera parte de su cometido.

Aun me sigue sorprendiendo lo amables que son los norteamericanos aquí, por lo general. Cuando estás perdido en la calle no te tienes que acercar a preguntar, ellos se acercan a ti al verte con el mapa y te preguntan donde quieres ir. Siempre están dispuestos a ayudar y, en cuanto a amistades, siempre están dispuestos a pasarlo bien con los españoles. Esa es otra de las cosas que parece caracterizarnos allá donde vayamos en el mundo. “Los españoles siempre “¡fiesta!”” y a mi me recuerda a Pocholo “fiestaaaaa!”. Vale, nos gusta la fiesta y somos muy callejeros, nos encanta pasarlo bien con amigos y estar hasta las tantas, esto en general. Así que si tu estas en un grupo con amigos y dices que eres de España prepárate a que te inviten a rondas de cervezas, porque los españoles beben y beben y no se emborrachan (yo debo ser adoptada de algún país lejano…) y además no vale que digas que a las tres te vas porque estás cansada “¡pero si tu eres española!” “vale, vale, me quedo otro rato…” todo para no romper el mito, bueno y porque tenemos que reconocer que nos va la marcha.

Hasta aquí todo perfecto, todo el mundo nos adora, está muy interesado en nuestra cultura, bla bla bla pero ¿Qué pasa cuando me siento sola? ¿A quien le puedo contar mis problemas? Nada como tener un amigo/a de España y si no de Italia, Brasil o algún país latinoamericano. Esta es solo mi experiencia pero siento que nuestra forma de ver la vida y la forma que sentimos nuestras vidas en esta ciudad es muy similar. No nos importa hablar de nuestros problemas o nuestros sentimientos. Echamos de menos las mismas cosas, cultura, familia, amigos. Nos ayudamos los unos a los otros y sientes que son tu familia aquí.

Los norteamericanos que viven en Nueva York son personas muy abiertas con las que puedes hablar de todo. Pueden ser buenos amigos. Te van a entender y te van a dar buenos consejos. Hacen por comprenderte y siempre van a ayudarte a encontrar soluciones. Pero solo si tienen tiempo para quedar contigo cuando lo necesitas.

Lo he hablado muchas veces con mis amigos aquí y nuestra conclusión es siempre la misma, la gente está demasiado ocupada haciendo otras cosas como para pararse a escuchar los problemas de otra persona. Siempre hay cosas mejores que hacer. Esta es una de las dobles caras de Nueva York, lo pasas muy bien si estas bien, te sientes solo cuando tienes dudas, problemas o un mal día.

jueves, 24 de marzo de 2011

¿PERO LO QUE HABLAN AQUI ES INGLES? ¡ENTONCES ME ENGAÑARON EN EL COLEGIO!

Cuando llegué a Nueva York tenía un nivel de inglés intermedio, o eso es lo que pensaba yo.

Para empezar el inglés británico es diferente que el americano. En pronunciación, en expresiones, en forma de hablar. El americano es mucho mas informal y con el verbo “get” te pueden construir de todo. Luego tenemos las expresiones que no puedes dejar de usar si quieres hablar como un nativo auténtico y que no estudias en tu país:

“Oh my Good!” con sus variantes “Oh my Goodness!” o para los mas religiosos “Oh my Gosh!”

Luego tenemos el “Really?” que es una de las palabras que mas vas a usar si vives en Nueva York. Sin olvidar el “You know what I mean?” que sería nuestro “¿sabes/entiendes lo que te digo?” y con estas frases y poco mas te puedes comunicar perfectamente sin tener que aprender mucho mas. La clave es poner cara de sorpresa, de “¡Dios! ¡El mundo se acaba!” Aunque te estén diciendo que se le ha olvidado echarse rimel.

En mi caso, tengo clarísimo que, a pesar de haber estudiado “inglés” en el colegio durante mas de doce años, lo que yo estudiaba no era inglés. Debía ser un primo lejano porque cuando llegué aquí parecía que estaba en Hong Kong. Alguna palabra la entendía pero mi respuesta a la mayoría de preguntas era sonrisa de idiota con cara de  “¿Qué me estás diciendo?” o de “¡Eso lo será tu madre!” Y para las pocas que entendía resulta que no significaban solo lo que yo pensaba.

Me acuerdo que la primera vez que vine a Estados Unidos, a Boston, no paraba de comentar con mi hermana lo agradables que eran los dependientes en las tiendas porque cada vez que les decíamos gracias ¡nos daban la bienvenida a la ciudad! Yo le preguntaba a mi hermana como podían saber que acabábamos de llegar pero llegábamos a la conclusión de que era por nuestro acento y nuestra cara de pardillas en aquel país tan diferentes al nuestro.

“Thank you” decía yo, “You are welcome” me respondían….Y yo seguía con la intriga hasta que un día íba con una amiga española de estas que conocían mundo y hablaba inglés muy bien, pero el de aquí no el raro que yo estudié, ¡y también nos dieron la bienvenida! Así que le pregunté que porque no paraban de darnos la bienvenida. Se me quedó una cara de toli cuando me dijo que “welcome” también significaba “de nada”…

Pero cuando llevaba un par de meses aquí me saqué la visa de estudiante y es condición fundamental estudiar al menos 18 horas a la semana así que me apunté a una academia de inglés.

Fui a hacer mi prueba de nivel pensando que iban a tener que abrir un nuevo grupo para mi, -1. Entendí todo lo que me preguntaron y, para mi sorpresa, respondía en plan profesional, si no tenemos en cuenta el acento claro. Me dieron el papel con un 8. “¿Qué significa este 8?” le pregunté a mi consejero, “¿Significa que he cometido 8  fallos? ¿Qué mi inglés es de 8 sobre 100? ¿o 8 significaba algo mas en ese nuevo idioma para mi, como welcome?” pero me dijo que era mi nivel y que era el mas alto de la escuela. “¡¿En serio? O debería decir Really?” así que me fui a casa mas feliz que una perdiz pensando que mi inglés no era tan malo como pensaba.

Al día siguiente empecé las clases, entendía casi todo pero lo único que era capaz de responder era “yes, yes, yes yes” como si con uno no valiera o a veces cuando tenía el día bueno hasta decía “Yes I do” y ya me sentía yo como si estuviera avanzando a zancadas. A todo estos mis compañeros de clase con unas conversaciones que parecía que estaba sentada en un café con Lorca, Neruda, Borges y Alberti.

Con el paso de los meses me he ido sintiendo mas cómoda y sobre todo se me ha quitado ese miedo de hablar en público en inglés porque parece que nos da vergüenza nuestro acento, que nos debe dar, pero no nos damos cuenta de que todos estamos aprendiendo y que muchos de nosotros tenemos acento, seamos de Brasil, Italia, Turquía, Japón, Suiza…así que una vez que me di cuenta de que estaba aquí para aprender y que no tenía que tener vergüenza todo fue mucho mejor.

Aun así sigo pensando que los españoles tenemos un gen que no nos permite desarrollar nuestra capacidad para hablar inglés correctamente J porque conozco mucha gente que lleva años viviendo aquí, pero años….y cuando entramos en una tienda o un bar y preguntamos en inglés y la persona es latina nos contesta automáticamente en español como diciendo “¡Ehy! Tu eres de los mios” o te dicen “from Spain right?”

Justo hace un par de horas he recibido un correo de mi mejor amiga desde Madrid con un chiste muy gracioso con el que me he sentido totalmente identificada, no por lo de bruja, esta es la razón por la cual soy incapaz de aprender a hablar o entender inglés…. J


La prueba consta de tres módulos...

MÓDULO INICIAL:

"Tres brujas miran tres relojes Swatch. ¿Cuál bruja mira cual reloj? ""Three witches watch three Swatch watches. Which witch watch which Swatch watch? "

MODULO AVANZADO


"Tres brujas travestis miran los botones de tres relojes Swatch. ¿Cuál bruja travesti mira los botones de cual reloj Swatch?
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Three switched witches watch three Swatch watch switches. Which switched witch watch which Swatch watch switch?
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...Y ESTE ES PARA MASTERS

"Tres brujas suecas transexuales miran los botones de tres relojes Swatch suizos. ¿Cuál bruja sueca transexual mira cual boton de cual reloj Swatch suizo?
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"Three Swedish switched witches watch three Swiss Swatch watch switches. Which Swedish switched witch watch which Swiss Swatch watch switch?
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¡Y LUEGO DICEN QUE ES FÁCIL!

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UNO DE MIS COMPAÑEROS DE PISO

Desde que llegué a esta ciudad he vivido seis meses sola, después con un amigo de España, con una amiga americana, con unos amigos españoles y ahora con unos amigos, uno americano y una israelí.

Por un lado me gusta vivir sola porque tienes independencia absoluta y ni molestas ni te molestan pero por otro lado es agradable llegar a casa y tener con quien hablar sobre el día, ver una peli, contarle tus penas o reirte un rato. Sobre todo cuando a uno de tus compañeros de apartamentos siempre le pasan cosas divertidas, aunque a veces peligrosas, para contar.

Mi compañero de apartamento americano es una persona muy responsable e inteligente, súper agradable, interesante, cariñoso y divertido pero al pobre siempre le pasan cosas, accidentes. Es la típica persona que cuando te dice “Marta lo que me ha pasado…” No tienes ni idea de por donde te va a salir.

Recuerdo un día que llegó a casa con una rajita en la parte superior de la nariz.

“¿Qué te ha pasado en la nariz?”

“jajajajaja, no te lo vas a creer…Estaba con unos amigos yendo a clase de salsa y necesitaba sacar dinero del cajero así que les dije que me adelantaba un momento y que les pillaba mas adelante. Fui corriendo a un mac donals que tenía un ATM (aquí los mac donals y muchas de las tiendas tienen cajeros dentro) y de repente noté un golpe fuerte y lo siguiente fue estar tirado en el suelo sangrando mucho y viendo estrellitas”

“¿Pero que pasó?”

“Resulta que la puerta era de cristal y estaba tan limpia que ni la vi, encima iba corriendo rápido así que el golpe que me di casi me parte la nariz. Que vergüenza…todo el mundo saliendo a preguntarme si estaba bien yo sangrando a lo bestia y con un dolor de nariz y de cabeza increíble. Los chicos del mac donals me han ayudado a limpiarme y me han dado unos hielos para la inflamación. Mis amigos vieron todo así que estaban súper preocupados al principio pero luego partiéndose de risa recordándolo J

Otra fue un día cuando de repente recibo un mensaje en el móvil “Hola Marta, ¿cómo llevas el día? Por cierto, puedo coger tus toallas y algunas sábanas?”

“Hola, todo bien, si, puedes coger lo que quieras pero ¿pasa algo?”

“No, no te preocupes te cuento cuando llegues a casa”

Así que yo no pensé más en el tema. Cuando llego a casa veo que el parqué del pasillo está levantado y todo el suelo está húmedo.

Aquí no hay normalmente lavadoras en las casas, están en el sótano para que todos los vecinos las usen o tienes que ir a una tienda donde lavar la ropa pero mis compañeros de piso compraron una lavadora portátil que ponemos en la cocina cuando queremos hacer la colada. Conectamos al grifo un tubo para que llegue agua a la lavadora y ponemos el tubo del desagüe de agua en el fregadero, la encendemos y perfecto.

Mi compañero conectó todo y mientras la ropa se estaba lavando se fue a dar una ducha. Cuando salió del baño vio todo el pasillo inundado porque había dejado puesto el tapón del fregadero sin querer así que todo el agua que había desaguado de la lavadora estaba por la cocina, el pasillo y el salón porque el fregadero se había desbordado. Así que lo que hizo es coger todas las toallas y sábanas de la casa para secar el agua antes de que calara al vecino de abajo. Aquí no tenemos fregona.

Un escándalo porque después el parqué se quedó levantado para siempre, todas las sábanas y toallas a lavar…Y el pobre con un disgusto.

Otro día le llamaron para confirmar que tenía ese día la entrevista personal y el examen para entrar en la escuela de anestesiología. Él tranquilamente contestó que estaría allí como estaba previsto. Pensaba que era al día siguiente y no estaba preparado así que le tocó coger sus cosas y conducir tres horas hasta llegar a Albany para llegar justo a tiempo y hacerla. Semanas después le mandaron una carta diciendo que estaba aceptado.

Otra fue muy graciosa aunque podía haber sido muy peligrosa. La madre de mi compañero vino a Nueva York a visitarle y se fueron de ruta por Manhattan. Cuando estaban en la quinta avenida a la madre le apeteció entrar a San Patricio para rezar así que mientras que su madre rezaba mi amigo se fue a dar una vuelta por la catedral.

Esto ocurrió por la tarde un día de diario en navidades, la catedral llena de gente porque en esa época hay aun más turistas en la ciudad.

La madre en la entrada concentrada rezando, pidiendo por los suyos, dando gracias…y mi amigo al otro lado de la catedral, en el altar, mirando las pinturas, esculturas…

Mi compañero se gira para atrás y mira a su madre rezando. De repente se da cuenta que su madre está muy cerca de las velas y la bufanda le está colgando. Hay una pequeña luz cerca de la bufanda de la madre, no, ¡espera! ¡la bufanda se ha prendido con una de las velas! Corre que te corre por el pasillo en plan película apartando a la gente “¡mamá que te quemas! ¡la bufanda mamá!” A todo esto la madre rezando tan concentrada y sin darse cuenta de nada. Una mujer se da cuenta y en vez de ir a ayudar lo único que hace es decir “¡Ahy Dios mío!”, la madre sigue concentrada y mi amigo marcándose los cien metros lisos apartando a la gente. Cuando llega donde está su madre, media bufanda churruscada, la gente mirando, la madre rezando, Joe sudando como un pollo. Empieza a dar golpes a la madre en el pecho para apagar el fuego. La madre no sabe que está pasando. La gente asustada. La catedral llena. El fuego se apaga. La madre ve parte de la bufanda churruscada en el suelo, mira a mi amigo “¿Qué ha pasado?” “Mama se te estaba quemando la bufanda con una de las velas, ¿no te has dado cuenta?” “No. La verdad es que notaba como un calor en el pecho pero pensé que era por la emoción” Mi amigo se la quedado mirando como “¿casi se te queman los pelos del sombrajo y tu pensando que estabas en plan Santa Teresa, teniendo una experiencia religiosa…?” Tuvieron que tirar la mitad de la bufanda churruscada que quedaba y la madre tenía parte del jersey quemado también.

Nuestra otra compañera de piso no sabe muy bien con quien está viviendo. Siempre la estamos liando en casa, porque yo soy también un poco parras, pero me consuela saber que mi compañero de piso es igual que yo. Por eso cada vez que se va nuestra compañera fuera la liamos con las llaves, matamos a las plantas por aguarchinamiento porque después de no regar las plantas ninguno de los dos por semanas, de forma telepática, nos ponemos de acuerdo para regar las plantas el mismo día. Un día regué las plantas y me fui. Cuando volví a casa estaba todo el suelo alrededor de las macetas lleno de agua. Encontré una nota en la cocina: “Marta no te preocupes por las plantas que las he regado yo porque las veía un poco mustias”. “¡Pero si las he regado yo esta mañana!” pensé. Vaya dos patas para un banco…

Me encanta escuchar lo que le pasa, siempre le pasa algo y, afortunadamente, aunque pueda empezar como algo peligroso la historia siempre acaba bien… Esta noche llega de pasar una semana en Nicaragua. Estoy deseando llegar a casa para escuchar sus historias, seguro que le ha pasado algo gracioso. ¡Me voy a casa!.

Por cierto, hoy, 23 de marzo, está nevando en Nueva York J


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martes, 22 de marzo de 2011

¿QUE QUIERES HOY PARA COMER?

Es increíble la cantidad de restaurantes que hay en esta ciudad. Cubano, chino, italiano, tailandés, brasileño…Puedes encontrar restaurantes de todos los tipos en todas las zonas pero lo que mas me gusta es que puedes encontrar restaurantes buenos y baratos.

He probado mas comida internacional que en mi vida. Cuando vivía en Madrid lo más internacional que comía era el arroz tres delicias y los rollitos de primavera del chino, bueno, y el día que nos sentíamos con ganas de experimentar nos tirábamos a la piscina, ternera con setas. Todos sabíamos que eso no tenía pinta de ternera pero fuera lo que fuese estaba bueno.

Un día, para una cena de primas, mi hermana propuso ir a comer a un japonés y todas empezamos “¡anda! A un japonés, que nos vamos a quedar bailando…vamos a un restaurante de verdad donde sirvan platos que sepas lo que es y te llenen”. Nos gusta comer bien y en cantidad, no como tigres, esto solo en navidades, pero suficiente, y nos gusta saber lo que estamos comiendo, ¿o no?

Pero desde que llegué aquí, como parte de la experiencia, decidí probar diferentes comidas y creo que hasta ahora todas las que he probado me han gustado. A veces incluso cuando no sabes ni lo que estás comiendo porque te han dado el menú escrito con dibujitos raros, palitos atravesados y rayas una encima de la otra…Te dejas llevar por tu instinto, por la recomendación de la camarera o de tu amigo nativo, y te lanzas a la aventura.

La primera vez que comí sushi fue con Adrián, el amigo que me acogió en su casa mis primeros días en Nueva York. Llevaba una semana en mi nueva casa y para celebrarlo le dije que trajera a casa la comida que quisiera que yo invitaba.

Cuando aparece con una sopa, unas judías verdes y pescado crudo me vinieron un par de preguntas a la cabeza:

1. ¿Dónde está mi comida?
2. ¿Sopa en julio?
3. ¿Quién se va a poner a cocer ahora esas judías?
4. A ese pescado hay que darle mínimo vuelta y vuelta en la sartén
5. ¿Palillos?

Adrián se empezó a reír y me explicó. Me dijo que la comida era para los dos y que no me preocupara que no me iba a quedar con hambre. La sopa se llamaba sopa miso y es una sopa hecha de algas que se toma en cualquier época del año. Las judías no eran judías sino Edamame (vainas de soja) y estaban fritas así que nos las podíamos comer sin necesidad de cocer. Ese pescado era sushi y no era necesario calentarlo, así tenía mas sabor. Y después llegó lo más complicado, como usar los palillos. Tiene su técnica y no te creas que es fácil. Yo parecía que tenía los dedos atrofiados y no paraba de tirar las cosas en la mesa pero no me quería rendir, era divertido. Que si este dedo apoyado aquí que si este otro suelto para el movimiento. En la teoría bien pero a la hora de coger el sushi…nada, así Adrián se estaba poniendo como un kiko mientras yo no había probado bocado. Menos mal que la sopa se tomaba con cuchara y la soja con la mano. ¡Al final conseguí comer el sushi con palillos! Adrián me dijo que una persona que sabe comer correctamente con palillos lo demuestra si es capaz de coger un único grano de arroz sin problemas y yo, de chiripa, ¡lo hice! Esa noche tardé como dos horas en cenar pero me lo pasé genial y la comida estaba deliciosa. Aunque al rato tenía mas hambre que un león en una huerta. Ahora como sushi una vez a la semana porque me encanta y siempre que voy a un restaurante asiático como con palillos. Lo tengo dominado ;) Me han llamado de la universidad de Pekín para que de un cursillo de cómo comer con palillos pero esta semana estoy muy liada así que les he dicho que ya iré J

Otro de los restaurantes que más me ha gustado y mas económico en la ciudad ha sido un restaurante tibetano muy pequeño pero con comida auténtica llamado Himalayan Café en lower east side.


Para comer comida japonesa tradicional más allá del sushi sentada en un tatami voy a Red & Black ¿Sabías que los japoneses son famosos por sus barbacoas? Yo tampoco pero cuando la probé me encantó.


Para comer ricas arepas venezolanas acompañadas con un zumo natural nada mejor que Caracas Arepa Bar Por menos menos de $15 puedo comer en pleno koreatown en Man Doo Bar, un restaurante bastante bueno, mientras veo como hacen los dumplings de forma artesanal. Que me apetece un burrito o una quesadilla, a uno de los Qdoba de la ciudad. Hoy quiero indio, me voy a Indian Taj que está en pleno SOHO. Pero si lo que quiero es una cena íntima y comida de nueva cocina a muy buen precio voy a Dieci que es un restaurante fusión donde suelo comer dumplings, una deliciosa ensalada de manzana y unos fetuccini caseros a la carbonara deliciosos. ¡Y todo con palillos! Imagínate el espectáculo la primera vez que fui…

Estamos en América así que por supuesto hay miles de restaurantes con las típicas patatas con queso y beicon, las alitas, las costillas con salsa barbacoa, los nachos con queso, los palitos de mozzarella, perritos calientes, ensalada Louisiana, ensalada Dakota, ensalada Kentucky, ensalada Matalascañas, todas las ensaladas que quieras y por supuesto las hamburguesas. Desde el primer día tengo un pepito grillo que cuando me apetece una hamburguesa me dice “No te vayas a meter en un mac donals que te veo Timoteo…cuando digo mac donals tampoco me vale burger king...” Te voy a decir el sitio mas curioso y con las mejores hamburguesas que he probado en Nueva York pero que quede entre tu y yo para que no suban los precios shhhhhhh. Burger Joint es una hamburguesería escondida detrás del hall de un hotel al lado de la quinta avenida. Solo sirven 3 tipos de hamburguesa, patatas y refrescos así que no te tiraras horas pensando que comer. Comer en cualquier de los restaurantes que te he dicho por menos de $16 (unos 12€), es genial.

Para postres, aquí tenéis a la experta. Algo típico americano son las cupcakes que son unas magdalenas como las nuestras pero con crema encima y algunas con crema dentro. La crema puede ser de nata, chocolate, fresa, plátano, café... Esta es una de las mejores tiendas para comprarlas Crumbs pero también hay unas muy ricas en El Mercado de Chelsea. En casi cualquier Diner se puede pedir una rica tarta de queso al estilo Nueva York. Otra opción es ir a Pinkberry que es una cadena que sirve helado de yogurt aunque ahora tiene otros sabores, con toppins de lo que tu quieras, dulces, fruta…Aquí probé por primera vez el mochi que al parecer es un derivado del arroz pero que parece y sabe como las gominolas blancas de toda la vida.

Si después de cenar con unos amigos siento la necesidad de bajar la comida haciendo ejercicio. Me voy a hacer pesas, al pub irlandés más antiguo de Manhattan. Sube la jarra de cerveza, baja la jarra de cerveza, trae que tengo sed otra vez, sube y baja…y así un par de rondas y nos ponemos rápido en forma. Este bar, Mc Sorleys, es bastante curioso porque es muy antiguo y la decoración es muy original. Además al pedir una cerveza te dan dos jarras y por esto solo te cobran $5. Cerveza suave o cerveza fuerte, nada más.


Sobre los restaurantes españoles, es difícil encontrar uno bueno y cuando lo haces te cobran unas cuentas que parece que has comido en el Ritz. Una vez me cobraron $30 por una tortilla de patata encima era para llevar. Una y no más Santo Tomás. He probado unos seis restaurantes españoles en Manhattan y uno en Brooklyn. El ambiente suele ser bastante español, aunque la mayoría de los trabajadores no lo son, y la comida no está mal pero no tiene los mismos sabores. Está claro que la materia prima no es la misma y eso hace mucho pero además en algunos restaurantes se aprovechan de que lo español está de moda para darte lo que les da la gana. Igual te dicen en el menú pulpo a la gallega y tu te esperas esa fuente redonda de madera con sus patatas hervidas y su pulpito cortado a lo transversal con ese aceite de oliva, ese pimentón por encima y esa sal gorda que le da un sabor tan especial y te llega un pulpo a la vinagreta, que está bueno pero que no es lo que tu has pedido, y desde luego no es el clásico pulpo a la gallega, pero aquí les pones eso y aplauden. O te plantan esas gambas al ajillo que parecen langostas de grandes y tienes que cortarlas con sierra mecánica.

Seguro que existe un buen restaurante español así que seguiré buscando y si lo encuentro te digo, mientras, a lo mío con los palillos J


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