martes, 1 de noviembre de 2011

SORPRENDENTE LIMA

Cuando a penas habíamos dormido dos horas, cogimos un taxi que nos llevó al aeropuerto de Cuzco.

La idea inicial era ir a Nazca y desde allí sobrevolar las misteriosas línes de Nazca, ya teníamos incluso el hotel reservado pero al preguntar a las personas que íbamos conociendo por Perú, mirar en internet e incluso hablar con los propios peruanos, nos echamos atrás.

En los últimos años han habido bastantes accidentes en las avionetas que sobrevuelan las líneas y hay varias páginas en internet y blogs que denuncian la falta de seguridad de las mismas. Después de comprobar como funcionan las cosas en Perú, decidimos dejarlo para la próxima vez, si las condiciones mejoran. Eso si, las personas que lo habían hecho nos dijeron que era algo completamente increible pero que no volverían a subir por el miedo que pasaron en las avionetas.

Asíque, después de cambiar de planes, cancelar la reserva en el hotel de Ica al no ir a Nazca, decidimos que, como nuestro vuelo iba a Lima, capital de Perú, probablemente podríamos encontrar algún vuelo barato a otro lugar interesante cerca de Lima. Nuestro gozo en un pozo. Estuvimos preguntando en las aerolineas pero nada de nada.

Había leído mucho sobre Lima y casi todo el mundo comentaba lo insegura que es la ciudad, que no hay mucho que hacer aunque tiene una bonita plaza pero poco mas, por eso, no estábamos muy emocionadas con la idea de pasar los dos días que nos quedaban de  nuestro viaje en Lima pero al no haber vuelos a otros lugares por menos de 400€ nos quedamos en Lima un par de días.

Llegamos a Lima, reservamos en un hostal con mucho ambiente mochilero, dejamos las cosas y nos fuimos a ver la ciudad.

Preguntamos en el hostal que cosas había en la ciudad interesantes, nos mandaron a la Plaza de Armas. Nos recomendaron coger un taxi y así lo hicimos.

Después de unos veinte minutos en el taxi, llegamos a la Plaza de Armas y tan solo pagamos, al cambio, unos dos euros. Allí los taxis son baratísimos. Nos dejo en la parte de atrás porque la calle estaba cortada porque en el Palacio de Gobierno se estaba llevando a cabo el cambio de guardia.




La Plaza de Armas de Lima es muy bonita, por sus colores, son flores, sus edificios, el palacio, la Catedral...Es muy acogedora, como recojida, aunque no pequeña.

A la Catedral se accede subiendo unos escalones donde la gente se sienta contemplando la plaza mientras toma un helado, come algo o simplemente charla. Es como un punto de encuentro.




Justo cuando nosotras estábamos acercándonos para entrar en la Catedral, vimos que había una boda. Los novios estaban entrando y no quisimos molestar pero los invitados nos animaron a pasar para ver la Catedral decorada para la boda, muy bonita.




Muy cerca de la Catedral, hacía la zona trasera del Palacio, se encuentra una calle llena de pequeños mercados y tiendas te cosas típicas peruanas y recuerdos, donde nos pasamos un ratito y compramos varias cosas, que llega al Convento de San Francisco.

En el hostal también  nos habían recomendado este lugar. La fachada es muy bonita pero pensábamos que iba a ser un convento mas con su pequeña iglesia pero nada que no hubiéramos visto antes. De eso nada...

La entrada es algo simbólico y, aunque no lo fuera, merecería la pena. Entramos y nos dicen que nos demos prisa porque el guía en español acaba de empezar en la siguiente sala, así que corrimos para no perder el grupo.




Unas preciosas escaleras de madera fue lo primero que nos encontramos. Al subirlas, dimos a una de las bibliotecas mas bonitas que he visto en mi vida, y no por ser grande si no por los volúmenes que contiene, muchos de ellos incunables, por lo bonita que era la estancia, completamente de madera para mantener los libros en mejor estado, y con unas grandes cristaleras que permitían que entrase la luz natural cuando no existía la luz eléctrica. Muy acogedora.

Una iglesia con unos bonitos bancos y palcos para los monjes, un claustro lleno de plantas con frescos en las paredes, figuras y estatuas...Un agradable paseo por la historia colonial.

Pero aquí no acaba todo, pasamos a las catacumbas, donde el guía nos explicó que toda la población fuen enterrada durante muchas décadas, tantas que las catacumbas estaban llenas de huesos, perfectamente ordenados haciendo formas.




Una muy buena experiencia, lo recomiendo mucho. Es muy original.

Después nos fuimos hacía el barrio donde estaba nuestro hostal hacía un restaurante que también nos habían recomendado donde servían unos míticos bocadillos deliciosos que servían con unos zumos naturales sabrositos.



Lo malo fue que, al llegar al hostal, me empecé a encontrar mal, mal mal mal, hasta el punto que incluso estuve vomitando toda la noche, cosa bastante rara en mi, y con fiebre...



Otras entradas que te puedan interesar:



2 comentarios:

  1. Debió de sentarme mal la comida, era muy fuerte y con el zumo yo creo que fue una mezcla explosiva porque mi prima también se encontraba mal pero estaba tan rico...

    ResponderEliminar