jueves, 20 de octubre de 2011

UN DÍA EN BUENOS AIRES


Un día en Buenos Aires no es suficiente. Eso lo tengo claro pero cuando al mirar los vuelos desde Río de Janeiro a Lima vi que había uno que, por casi el mismo precio, hacía escala en Buenos Aires durante nueve horas decidí que quería aprovechar la oportunidad y ver lo que pudiese de Buenos Aires, sabiendo que volvería con el tiempo suficiente de ver y vivir la ciudad en condiciones.
Iba a ser un día bastante duro ya que la noche anterior, la última en Río de Janeiro, salimos hasta la hora de ir al aeropuerto para coger el vuelo a Buenos Aires. Ir de empalmada era un problemilla pero el problema que a mi mas me agotó ese día fue otro.
Al mirar los vuelos para saber exactamente de que tiempo disponíamos, me di cuenta de que llegábamos a un aeropuerto diferente del que salíamos hacia Lima por lo que no íbamos a poder dejar las mochilas en ningún sitio.
De empalmada, con los mochilones a cuestas, dos, la grande y la pequeña...No teníamos todo a favor pero era lo que había.

Por el tema de las mochilas y por que pensábamos que era la mejor forma de ver la ciudad de forma global con el poco tiempo que teníamos, decidimos cogernos el autobus turístico que te lleva por los principales puntos de Buenos Aires y del que te puedes bajar y subir cuantas veces quieras en cualquiera de las paradas que tiene.

Desde el aeropuerto cogimos un taxi que nos llevó a la parada de ese autobus mas cercana, que miramos el día anterior en internet. Estaba en lo llamado Rosedal de Palermo. El taxista nos tangó un poco porque tardamos unos cinco minutos y nos cobró lo que quiso, sin taximetro ni nada...

Nos bajamos del taxi al ver la marquesina de color amarillo que correspondía con el autobus turístico. No tuvimos que esperar mucho, diez minutos después de haber llegado aparecía el autobus amarillo de dos plantas en el que ibamos a pasar la mayor parte de nuestro día en Buenos Aires.

Al cambio, nos contó unos 11€ cada una. Lo curioso fue que solo había una persona en el bus a parte de nosotras pero era bastante pronto, después se formaban largas colas en las paradas mas emblemáticas.

Lo primero que vimos fueron unos grandes parques y jardines en el que destacaría el jardín japonés. Despues de estos, el hipódromo, el campo de polo, el barrio chino, un par de iglesias y plazas, el barrio de la Recoleta, donde queríamos ver el cementerio tan curioso que dejamos para el final del día pero que no nos dió tiempo.


 


 
Grandes avenidas que parecían la Gran Vía por sus bonitos edificios de bastante antigüedad como las embajas de Francia y de Brasil.


 


 
Fue bastante curioso ver varios guiños a España. Uno de ellos fue unos autobuses que llevaban la bandera argentina y la española unidas y el escudo de España pintado en un lateral de los autobuses. Imagino que la compañía era argentina pero sus dueños serían de origen español.


El teatro Colón, el palacio de Justicia, el famoso obelisco que recuerda al de la ciudad de Washington, la zona de los teatros.




 
Tras pasar una de las calles que llegan a la Plaza de Mayo, nos encontramos de frente con La casa Rosada, bastante sorprendente por el color tan fuerte con el que está pintada, además de ser rosa.


En esta plaza se pueden ver la mayoría de los edificios mas importantes de la ciudad además de un pequeño parque en el centro y muy cerca la Catedral  Metropolitana.

Sin bajar del bus, para no cargar con las mochilas y porque se podía ver todo bastante bien desde arriba mientras nos explicaban que era cada lugar y nos daban datos históricos o curiosos, llegamos por una gran avenida hasta la Plaza del Congreso.


Un paseo por las calles del barrio de San Telmo hasta llegar al barrio de Boca. Aquí es donde decidimos bajar del autobus. La ruta turística cultural por la ciudad nos había gustado mucho, nos habíamos dejado cosas para después como el Cementerio de La Recoleta y el barrio de Puerto Madero pero ahora tocaba vivir la ciudad en uno de los barrios mas conocidos y auténticos de Buenos Aires donde el ambiente te deja ver la personalidad de los porteños, su comida, su música, su baile, todo concentrado. Perfecto para nosotras que no disponíamos de mucho tiempo.

Era domingo así que la zona estaba llena, además acaba de terminar el partido en el estadio del Boca Juniors, que está en el barrio, por lo que sus forofos estaban tomándose unas cervezas por la zona.


 


 
El barrio de Boca es una acogedora zona de Buenos Aires donde muchas de las casitas son de colores dándole un ambiente único a este barrio. Además se pueden encontrar un montón de tiendas, bares, restaurantes y el famoso Caminito, declarado el primer museo al aire libre.


 
Es posible que al ser domingo el ambiente fuera mucho mejor que el de cualquier día de la semana. Personas por todas partes, turistas y no turistas, paseando, tomando algo, bailando, comiendo. Además hacía un día estupendo, todo estaba a favor.


 


 
Estuvimos paseando por las calles de alrededor para ver la zona. Tiendas y museos con objetos curiosos, productos artesanales y los típicos recuerdos para turistas. Pintores callejeros que enseñaban sus obras, bailarines de tango uniformados para bailar con los turistas o para hacerse una foto con ellos a cambio de algo de dinero...Mirases donde mirases había algo curioso que ver. Lo mas original, las casas de colores.



 
Un día muy largo y no haber tomado nada desde el día anterior por la noche, sumado al olor a brasita que llegaba desde las terracitas de los restaurantes, nos hizo sentarnos en una de las terrazas y pedir una parrillada, con la que llevaba soñando horas.

En la terraza, un espectáculo nos entretenía mientras esperábamos las empanadas tan típias argentinas como aperitivo antes de la carne. Una pareja bailando tango nos embelesaba. Si en Río de Janeiro la samba me pareció dificil, no puedo decir algo diferente del tango, eso o que yo soy un poco nula yo para bailes y hasta la macarena me lo parece...



Las empanadas llegaron pero además la parrillada...En ese momento entendí a Homer Simpson, argggggggggggg... ¡Que pinta! Y no solo era la pinta, que sabor...Costillas, chuletas, choricitos criollos, morcilla...Que ganas tenía de una buena parrillada argentina, y no me decepcionó. Encima de comer rico, de ver bailar tango y otro bailes tradicionales a un metro de nuestra mesa, los chicos del restaurante nos invitaron a dejar las mochilas en el restaurante hasta que nos fuéramos para que pudiésemos dar una vuelta sin ellas, ¡Que majetes!

Sin mochilas pero con casi el mismo peso en el estómago, nos fuimos a dar una última vuelta por el barrio, solo nos quedaba una hora para tener que coger el bus hasta el aeropuerto así que nos teníamos que despedir de la ciudad.

Nos encontramos con otro espectáculo en el que salía una niña pequeña bailando. No me pareció muy bien que una niña tan pequeña estuviera pasando su domingo bailando como parte del espectáculo para llamar a clientes para el restaurante. Pero por otro lado, y siendo egoísta, me encantó poder ver como bailaba por que era impresionante ver como una niña tan pequeña se movía tan bien y tan rápido.

Rápidamente pasó esa hora que teníamos así que fuimos a recoger las mochilas y a preguntarles a los chicos del restaurante donde coger el bus que nos llevaba al aeropuerto. Cual fue nuestra sorpresa cuando nos digeron que teníamos que andar unos veinte minutos hasta la parada y que el bus tardaba mas de una hora al aeropuerto...¡No teníamos tiempo! Necesitábamos coger un taxi pero ¡No teníamos dinero!

Nos dirigimos hacía la parada de taxis y le preguntamos a los conductores por cuanto nos saldría. Como buenos argentinos, hablamos de todo menos del precio y hasta nos querían invitar a comer algo. Son así de simpáticos y de cameladores...Pero no teníamos tiempo para andar de chachara. Intenté convencerle de que nos cogiera dolares, que yo llevaba, porque no teníamos pesos. El taxista me dijo que no hacía falta de que le convenciera, que ellos cogían dolares como pesos, eso nos salvó.

Cogimos el taxi corriendo, sin antes mirar atrás como despedida de la ciudad, y volando al aeropuerto mientras teníamos una interesante conversación con el taxista que nos contaba, entre otras cosas, la cantidad de personas que estaban emigrando a Argentina con lo de la crisis, incluidos españoles.

Treinta y cinco horas sin dormir y nosotras tan tranquilas, sin cansancio, solo un poco hartas de las mochilas, pero aun nos quedaba esperar un par de horas en el aeropuerto de Buenos Aires, coger un avión, volar a otro país, Perú, recoger las mochilas, encontrar al coche que nos esperaba en el aeropuerto de Lima, llegar al hotel de Lima, hacer el check-in y tirarnos en la cama a descansar...

Todo ocurrió tal y como teníamos pensado, lo mas curioso que nos pasó en esas horas fue al llegar al aeropuerto de Lima donde el hotel nos había mandado un coche. Al recoger las mochilas y salir a la zona de recogidas, encontramos unas cien personas con folios en las manos donde ponía la persona a la que iban a recoger...Era un cuadro..."¡A ver ahora quien encuentra nuestro cartel!" Parecía que estábamos pasando lista, María Gutierrez, Carlos Fresnedilla, Señorita Lamas, Antonio López...Así durante unos diez minutos mi prima y yo leyendo los carteles hasta que por fin encontramos el nuestro.

Desde allí, al hotel, a descansar. Ya tocaba, eran mas de las once de la noche cuando llegamos a Lima.

Sin habernos casi dado cuenta, en ese día habíamos estado en tres paises. Salimos de Río de Janeiro (Brasil) a las seis de la mañana rumbo Buenos Aires (Argentina) llegando a Lima (Perú) a las once de la noche...¡Vaya jupe!


Otras entradas que te pueden interesar:



4 comentarios:

  1. Qué día más completito! cuánta energía =)
    mi record ha sido tambien 3 paises en un dia: francia, alemania y luxemburgo, la verdad es que río de janeiro no me gustaba demasiado pero lo has pintado muy bien, y me has dejado con ganas de ver el cristo redentor!!

    ResponderEliminar
  2. jejeje, lo mejor es no pensarlo porque si no no te ves con fuerzas para hacerlo, just do it!

    Sin duda Río es una ciudad para visitar, con unos 3 días te vale pero pasa por allí, no te defraudará. Un abrazo Laura!

    ResponderEliminar
  3. "Como buenos argentinos, hablamos de todo menos del precio y hasta nos querían invitar a comer algo" Jajjaajajjajaaj me rei TANTO TANTO! Es cierto aca son asi los hombres, que linda vida llena de aventuras voy a seguir leyendo ME INSPIRAS TANTOO!
    Un besote voy a seguir chusmeteando y seguro algun que otro comentario mio encontraras ;)
    Leila

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Leila! Espero volver pronto a Argentina pero para quedarme una temporada :) Un abrazo grande y gracias por estar al otro lado leyéndome!

      Eliminar