miércoles, 12 de octubre de 2011

PAN DE AZÚCAR Y PLAYA DE IPANEMA

Segunda maravilla de Río de Janeiro, el pan de azúcar. Ya lo habíamos visto desde el Cristo y desde otros puntos de la ciudad. Eso de tener que coger un pequeño fonicular colgado de lo que parecía un hilillo que en cualquier momento podía romperse no me hacía mucha gracia. Nunca había montado en uno, ni si quiera en el de Los Picos de Europa así que tenía una sensación entre incertidumbre, curiosidad pero también un poco de miedo aunque sabía que cientos de personas lo cogen al día pero...Siempre te queda ese miedo.

Preguntamos en la recepción del hostal como llegar hasta el pan y ¡casualmente! un autobús que pasaba a tres cientos metros del hostal iba directamente al Pan. Parecía que todo estaba a mano o perfectamente comunicado, al menos desde nuestro hotel.

Caminamos hasta coger el bus. Los autobuses son bastante nuevos y no cuestan mas de lo que cuestan en España, eso si, la forma de conducir de algunos conductores deja mucho que desear. Es como si todo fuera a lo loco, sin orden.

El trayecto duró algo menos de media hora. Ya estábamos a los pies del Pan de Azúcar. Par llegar a él tienes que hacer una primera fase hasta una montaña intermedia y desde esa coger otro fonicular que te lleva al Pan de Azúcar. El trayecto es bastante caro, como todo aquí. Definitivamente lo hicimos porque era muy curioso y nos iba a ofrecer unas vistas asombrosas de la ciudad pero vamos, como para repetir con los precios que se marcan los amigos...

A pesar de mis nervios, fue dar la entrada al chico de la puerta y tranquilizarme totalmente. Desde la base no se veía tanta altura y además la distancia era corta. Fue al montarme y ver que el vagón no paraba de moverse, porque no deja de estar colgado de un cable sin apoyo en la base. De hecho al montar tienes que tener cuidado por el movimiento.

Nos montamos todos, había turistas pero no muchos y, una vez mas, la mayoría brasileños, se cerraron las puertas y ¡A subir! No veas que cisco llevaba...Hicimos el primer tramo en poco mas de dos minutos y cuando nos cruzamos con el que pasaba nos dimos cuenta de la velocidad que llevábamos.


Al llegar a la primera base lo mismo, inestabilidad para bajar y un poco de impresión al ver que si que estaba alto. Dimos una pequeña vuelta por esa montaña donde tienen un pequeño museo donde te explican somo se fabricó el fonicular, como funciona, fotos...Pero rápidamente, en cuanto llegó el siguiente fonicular que subía al Pan lo cogimos.

 
El trayecto también fue bastante corto pero mas al subir mas alto se veían unas bonitas vistas de la ciudad. Se ven las playas, el puerto deportivo de Botafogo, El Cristo Redentor, las favelas y unas bonitas vistas del mar lleno de barcos navegando...Todo muy idílico.


 
Pasamos bastante tiempo allí porque, a parte de las vistas tan bonitas, han montado unos chiringuitos arriba con tiendas, hasta una joyería bastante cara, restaurantes, tiendas de recuerdos y demás, pero la mejor donde nos paramos. Creíamos que era una tienda de yogurt donde podías poner por encima frutas o chocolate o lo que quisieras pero no, era una tienda donde podías elegir entre quince o mas tipos de frutas trozeadas que te las ponían en una tarrina enorme donde después podías añadir yogurt, dulce de leche o lo que tu quieras. Así que nos pedimos un mix de frutas tropicales y le añadimos yogurt. ¡Delicioso! La fruta super fresca, unos sabores muy intensos y la mezcla con el yogurt, exquisito. Todo esto tumbadas en unas tumbonas de madera de frente a todas las vistas y con airecito fresco pero con sol. El paraiso en el Pan de Azúcar.

Después de un buen rato paseando por allí, haciendo fotos, contemplando las vistas, comiendo...Cogimos el fonicular hasta la base uno donde encontramos bastante mas gente, ya se había hecho mas tarde, y unos curiosos amiguitos saltando de rama en rama y cogiendo la comida caída en el suelo. Unos monitos autóctonos con una cara muy extraña y unos ojitos saltones que te miraban entre curiosos y juguetones esperando encontrar algo de comida cerca. Eran pequeños, poco mas que la palma de una mano y un poco perezosos, uno de ellos se estiro en uno de los bancos y se quedó tumbado boca abajo espanzurrado como tomando el sol.


 
Otra vuelta por allí, últimas fotos y fonicular hacía abajo. última gran panorámica de la ciudad. Después de esto toda la panorámica de la que dispondríamos sería a pie de calle, nada mas desde las alturas.

Desde el Pan, caminamos unos diez minutos hacía la parada de metro mas cercana, Botafogo, para ir hacia la playa de Ipanema. Segunda oportunidad para pasar un día de playa a lo Benidorm.

"¡Esto es otra cosa!" pensamos al llegar a la playa. Había muchas mas personas de las que encontramos en primer día. Gente en la arena tomando el sol, gente en el mar bañándose, gente en los kiosco, chiringuitos en la playa donde se alquilaban amacas y sombrillas donde además vendían cocos helados.


 
La playa está dividida en zonas, la zona Uruguaya, la zona gay, la zona para las familias, la zona para la gente joven...¿Y nosotras? No sabíamos muy bien donde ponernos. Al final acabamos en la zona de las familias, familias de padres de nuestra edad o más jóvenes con sus hijos, las abuelas, tíos...

La arena es tan fina...Es curioso porque en la zona donde la arena pega a lo que sería el paseo marítimo la arena es mas gruesa pero pegado al mar es mas finas pero no tanto como otras arenas que había visto.

Allí tiramos nuestras toallas y nos quedamos tomando en sol viendo pasar vendedores ambulantes playeros cada minuto. Parecía que estaban sincronizados. Comida, bebida, cocos, vikinis, pareos, crema solar...Cualquier cosa que pudieses necesitar allí lo encontrarías.

 
Había bastante gente si pero no era lo que nosotros teníamos en mente. Quiero decir, esperábamos cuerpos escándalo pero no vimos muchos. Mucho mejor para nosotras, así pasábamos desapercibidas :)

Eso si, la mayoría de las chicas en tanga o en vikini, el llamado brasileño que deja medio cucu fuera. Daba igual si estaban gorditas, flaquitas, culo pollo, culo plano...No importaba, la mayoría con el trasero al aire, incluso niñas adolescentes. Creo que no es algo sobre exhibicionismo. Creo que es algo mas de culto al cuerpo pero además es algo cultural, no importa si tu cuerpo es "perfecto" o no, ¡Póntelo! Parece un anuncio pero es lo que vi allí y me parece estupendo porque yo pensaba que en Brasil todo el mundo se cuidaba mucho, que para todo el mundo era casi lo mas importante, tanto como para, en mi opinión, rozar lo absurdo, pero lo que yo vi allí no fue eso. Era algo mas cultural.

Por fin un día de playa tranquilo, con bastante gente, la mayoría cariocas, con sol, viendo el auténtico ambiente playero...Casi todo lo que pueda desear para un día de playa, menos el tema del agua...Solo faltaban los pingüinos por la orilla de paseo...

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2 comentarios:

  1. Vaya, no sabía yo que Rio era tan caro! Tenía la impresión de que sería más barato, pero bueno, ya sé que si me dejo caer por allí tiene que ser con unos ahorros contundentes :)

    Por cierto, si quieres te puedo mandar un par de pingüinos, que la Antártida nos queda aquí cerca y seguro que son bichos muy amigables.

    Sigue disfrutando del viaje!

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  2. Cooper yo tampoco lo sabía...así me llevé la sorpresa que me llevé...

    Mandate algunos pingüinos que lo único que falta por la playa de Río :)

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