viernes, 18 de marzo de 2011

MI VISITA AL PROGRAMA DE MARTHA STEWART

Seis y media de la mañana. En un par de horas iba a estar en el programa de Martha Stewart y aun tenía que ducharme, pensar que me iba a poner, pensar un poco en la respuesta que iba a dar si Martha me preguntaba e ir hasta el estudio en el barrio de Chelsea en Manhattan.

Me puse a pensar que opciones tenía para ponerme. Necesitaba algo que sorprendiera y de colores vivos, exigencias de la productora, y por más que pensaba no se me ocurría nada. Abrí la maleta de la ropa de verano y encontré una camisa verde perfecta. La tela era muy fina y además era de manga corta pero no tenía más opción. Luego me di cuenta de que tenia un fular de un color muy similar que me podía servir en caso de que tuviera frió en le plato, que lo tuve. Me puse unos vaqueros pitillo estrechos, unas botas negras de tacón, me maquillé un poco y me dejé el pelo suelto con dos orquillas recogiendo dos mechones laterales. Al mirarme en el espejo pensé “Hace media hora no tenías ni idea de que ponerte y ahora mira. ¡Prueba superada!”

Salí de casa y me di cuenta de que estaba lloviendo y hacía frío, y yo con una camisa de gasa de verano…Menos mal que mi abrigo es como el del Yeti y no paso nada de frió. Cogí el metro y memoricé unas líneas que me había preparado por si me preguntaban, no quería quedar mal.

Cuando llegué al estudio me dirigí al mostrador para que me dieran el pase. Después de un par de minutos para encontrar mi apellido, que es bastante fácil, me dieron el pase y me mandaron a la zona de seguridad. No llevaba muchas cosas en el bolso para evitar problemas. Dejé en casa la granada, la navaja multiuso del campamento y la pistola porque pesaban mucho. Mientras, no paraba de repetir mi frase en voz baja una y otra vez para que no se me olvidara. Estaba un poco nerviosa pero menos de lo que esperaba.



Nos dieron unos formularios para rellenar con nuestros datos personales y algunas preguntas del tipo:

“¿Con que frecuencia ves el programa de Marta Stewart?” No lo había visto nunca pero me parecía un poco incómodo responder “no lo he visto en mi vida y no tengo ni idea de lo que va” así que contesté “no muy frecuentemente”.

“¿En que canal sueles ver el programa?” “¡¿Qué?! ¿Pero es que se emite en varios? Ni si quiera se uno de ellos” Así que hice la estrategia del cuello de avestruz que todos hemos usado alguna vez en el colegio y copié el nombre de la chica que estaba rellenando el formulario a mi lado.

“¿Con que frecuencia haces fiestas en el jardín de tu casa?” Si con jardín te refieres a la maceta que tengo en mi habitación con esa pobre planta que debería ser estudiada por su poder de adaptación a condiciones extremas de sequía o de exceso de agua, entonces diría “no muy frecuentemente”.

Después pasamos a una sala donde había un hombre muy gracioso que nos explico las entrevistas que iban a haber ese día en el programa y el orden de las cosas. Además nos dijo lo típico de apagar los móviles, sonreír siempre que nos enfocara la cámara y cuando aplaudir.

Fue curioso ver la cantidad de colores que había en el plató porque todo el público llevaba colores súper vivos y luminosos. Algunos iban vestidos como para meterles en prisión por delito contra la salud pública pero otros iban bastante bien, parecíamos el parchís.

Quedaba media hora para que empezara el programa así que era momento de ir al plató. El plató era bastante grande y me sorprendió la cantidad de técnicos y cámaras que había por allí. Todo el mundo bastante simpático la verdad.

“Muy bien, vamos a ver donde os sentamos” dijo la regidora, “Tú vas a sentarte aquí” refiriéndose a mi jefa a la que sentó en la segunda fila. “Y tú vas a venir conmigo a la primera fila” refiriéndose a mi. “¡¿Por qué nos separa?! ¡Yo no quiero estar sola y encima en primera fila!” pensé y cuando miré a mi jefa para decirle que porque nos estaban separando me dijo “Tu habla Marta, habla, habla…” Y ese momento me pareció súper de película, estaba allí sola y, ahora si, súper nerviosa porque toda la responsabilidad estaba en mi y ya no podía decir en caso de quedarme bloqueada “Seguro que Judith puede contestarte esto mejor que yo” Porque no estaba conmigo. Fue como la última escena de Titanic cuando Di Carpio le dice a Kate Winslet sabiendo que se van a separar algo así como “¡Sigue adelante! ¡Yo estaré bien!. Y mi respuesta fue la misma, “lo haré, lo haré por ti…”

Así que allí estaba yo repitiendo la frase y cuando me di cuenta faltaban tres minutos para empezar el programa, Martha Stewart entró al plató y todo el mundo aplaudió.



“Así que ésta es Marta Stewart…Pues se la ve muy normal, como la típica abuela que está con su nieto en el parque, eso si con un par de kilos mas de maquillaje y laca” pensé. Saludó a todo el mundo pero en plan reina Sofía, con la mano como los muñecos de playmobil y girándola de uno lado a otro como si estuviera haciendo cinco lobitos tiene la loba pero ralentizado.

Empieza el programa. Que si cocinamos por aquí con una famosa cocinera njkhfdbhj sdfbhjdsbf que vine de Egipto, que si explicamos los diferentes tipos de nido de pájaro y los tipos de huevos, que si hacemos unos jabones naturales que podemos hacer en nuestra propia casa, que si esto que si lo otro…La verdad es que el programa me pareció un poco aburrido. De hecho lo que mas me gustó fueron las pausas para los anuncios porque el animador del público contaba cosas graciosas, nos hacía bailar, nos daba regalos, nos preguntaba cosas. A mi me preguntó de donde era y al decirle de España dijo “Oh la la” y yo pensé “eso es mas de Francia pero tu a tu ritmo”. Durante las pausas Martha se quedaba en el set pero casi no hablaba con la gente. Me pareció un poco…no se, fría, sería o rancia.

Pasados los primeros diez minutos del programa yo ya estaba súper tranquila, preparada para hablar y además con ganas, esperando mi momento, si llegaba.

El programa continuaba y los técnicos no paraban de pasar de un lado a otro con carteles que decían “más rápido” “no queda tiempo” “corta de forma educada” “date prisa” y que enseñaban a Martha Stewart mientras ella estaba hablando impasible frente a la cámara, leyendo su texto en una pantalla.

Así que de repente Martha se despidió de la gente en sus casas diciendo que les esperaba al día siguiente a la misma hora. Y yo pensé “¡Eh! ¿Qué pasa conmigo? ¡Estoy preparada!”. Se habían quedado sin tiempo para preguntarnos.
Estaba un poco decepcionada por no haber tenido la oportunidad de decir lo que había preparado pero al final del programa, cuando ya habían cortado, estuvimos un rato hablando con Martha Stewart, que me pareció un poco sosa, y nos dieron un par de regalos, libros y un saquito de arroz basmati entre otras cosas.

Cuando salimos del plató vimos que había una sala con comida al lado así que pensábamos que al menos nos darían de desayunar esa comida rica pero cuando me acerqué para entrar una chica dijo: “por favor salga por aquella puerta, esta es una zona privada” y yo me quedé con cara de “¡tengo mas hambre que los pavos de Manolo!”. Salimos del edificio y había un hombre de la productora diciendo a gritos “En ese camión de enfrente tenemos perritos calientes, magdalenas, donuts, café, chocolate y todo gratis para ustedes por venir al programa, gratis señores, gratis”. Miré hacía donde el señor estaba apuntando con el dedo y vi una camioneta como la de Scooby-Doo y un hombre dentro sonriendo y haciéndonos gestos con la mano para que fuéramos. Me pareció un poco cutre para ser un programa de televisión tan conocido. Yo que estaba esperando al menos un bocadillo y una botella de agua como dan en algunos programas de España. Toda la gente del público estaba haciendo cola para coger su desayuno gratis y yo no tenía tiempo porque tenía que ir a la escuela de inglés así que no esperamos.

Recibí un mensaje de una amiga que había estado viendo el programa y lo había grabado para mí. Me dijo que me enfocaron un par de veces. Ya lo veré.

Todo había pasado tan rápido. Fue una experiencia interesante porque nunca antes había estado en un plató de televisión y es curioso ver lo diferente que es todo como lo vemos en televisión a como ocurre en plató pero me quedé con mal sabor de boca porque me pareció todo tan de cartón y además no había podido hablar. Quizás la próxima vez, ¿Quién sabe?


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8 comentarios:

  1. Que pena…después de tantos nervios y al final para nada…y ni siquiera os citaron para otro día…bueno al menos conociste los entresijos de la televisión…

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  2. Ya te digo...es lo que tiene el directo supongo.Conocí los entresijos pero no me gustaron mucho.Es como ver a un mago cuando ya sabes el truco...Un abrazo

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  3. Vaya, después del "mal rato" que habrás pasado pensando en la respuesta y en los nervios...

    Pero bueno, míralo de esta manera, la próxima vez, lo clavas fijo ;)

    www.lanasyamiritagumis.blogspot.com

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  4. Una experiencia más que contar y muy bien contada, por cierto. Ánimo y a seguir con el blog!

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  5. Igual si hubieses podido hablar, no hubieses tenido el impulso de contarnos esta divertida historia en tu bloG. Las frustraciones pueden ser muy productivas.

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  6. jajajaa...con que gracia cuntas las cosas...me encanta. m.o.c.o

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  7. Ya te digo Rita pero yo sigo preparada para la próxima :)
    ¡Gracias José Angel! Anónimo yo os lo hubiera contado de todas formas :) gracias a ti también m.o.c.o!

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  8. Bueno, por favorrrrr, me encanta la revista "Living" de Martha, me encanta "Food Everyday", las fotos (aunque no las hace ella)... Jajajaja, me ha hecho mucha gracia que no la conocieras, porque es todo un símbolo por allí, a pesar de que incluso ha estado en la cárcel... "Mú fuerte"...

    Y genial la comparación con Ana Rosa y la Campos xD

    Y todavía más genial el código de vestimenta de asistentes, no podía más de la risa mientras lo leía. ¡Vístase para impresionar! 0_o

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