lunes, 15 de diciembre de 2014

ESCAPADA CUATRO DÍAS A MARRAKECH

Marruecos es el país perfecto para acercarse a una cultura muy diferente pero hermanada con la nuestra. Sus tradiciones, su religión, su gastronomía, su forma de ver la vida... A un paso de España, un mundo paralelo, en muchos aspectos, anclado en el pasado, para bien y para mal. 

Los marroquíes son personas muy acogedoras que te ofrecen aquello que tienen y te hacen sentir como en casa. Es una ventana al mundo árabe pero con los pies en occidente.

Marrakech en concreto es una ciudad caótica, desordenada, ruidosa, y bulliciosa pero también llena de colores, de aromas, de vida. 




El corazón de la ciudad es la plaza de Jemma El Fna, alrededor de la cual se sitúa todo el casco antiguo.

Esta plaza tiene vida propia. De día, llena de vendedores ambulantes, los famosos monos con los que los turistas se hacen fotos, los kioskos donde tomarse un zumo de naranja recién exprimido por unos cuarenta céntimos de euro y mucho mas.




Los aguadores vestidos con sus curiosos trajes rojos y sus sombreros ofreciendo agua a quien pasa por allí, los músicos haciendo salir a las serpientes de las cestas con su música, las tiendas de sus preciados dátiles y otros frutos secos y rodeada de otras tiendas con todos los productos imaginables.




Al fondo la Koutoubia, la mezquita mas conocida de la ciudad con su torre mas alta, y su alminar que es gemelo de la Giralda de Sevilla, desde el que se llama a la oración a los musulmanes.




De noche, la plaza cambia totalmente su aspecto. La parte sur de la plaza se llena de puestos de comida que cargan el ambiente de humo, un humo característico de esta plaza, parte de su personalidad. También puedes encontrar a cuenta cuentos que relatan interesantes y antiguas historias, en árabe principalmente, a la gente que les rodea escuchando atenta. Gente bailando, gente tocando música marroquí. Gente gente y gente, todo el día, toda la noche. 




Algo imprescindible que hacer en esta plaza es subirse a alguna de los cafés/Restaurantes con terraza en la planta de arriba desde donde ver toda la plaza y disfrutar de su actividad. La puesta de sol es el momento ideal para hacerlo.




Marrakech no es destino apto para aquellos que odien ir de compras, ya que uno de los puntos fuertes de esta ciudad es la cantidad de zocos que hay y lo divertido de perderse entre sus calles mientras regateas, te ofrecen tes a la menta y escuchas frases como "la prisa mata amigo", "mas barato que ryanair y carrefour", "Hola, hola caracola" etc.

Para llegar a los zocos, solo tienes que coger cualquier calle que salga de la parte norte de la plaza y seguirla. Sin darte cuenta, te habrás adentrado en un laberinto donde encontrarás mercados tan interesantes como el de los boticarios, donde se venden cosméticos tradicionales, el de las especias




de las alfombras




el de la cerámica, el de marroquinería, donde encontrar carteras, puffs, guantes, babuchas y demás




el de las joyas, el de las telas, con caftanes, mantas, prendas de algodón, el de los instrumentos musicales, el del latón y cobre, con las bandejas y teteras sus vasos de cristal y otros mas.




Recuerda que el precio al que debes llegar cuando regatees es a la mitad o menos del precio inicial que te ha dicho el vendedor. Pero llega a el regateando, con una sonrisa y de forma simpática, así, lo disfrutarás mas y acabarás comprando mas barato.

En la zona norte también, pasados los zocos, encontraréis el pintoresco barrio de los tintoreros que es donde se tratan las pieles de camello, oveja o cabra para después teñirlos de diferentes colores llenos de vida con las que luego harán todo tipo de productos como los que veremos en los zocos.





Para esta zona recomiendo coger a un chico en la calle que te haga de guía y te explique un poco el proceso. él también te dará hierbabuena para que te pongas en la nariz ya que allí el olor es muy desagradable.





También por esta zona, pregunta por que si no es una locura salir de allí, un imprescindible para mi es la Madraza de Ben Youssef que es una antigua escuela religiosa donde enseñaban el corán. Es el único edificio musulmán abierto al público no musulmán. Merece la pena entrar.





Casi pared con pared y pagando solo un poquito mas por la entrada combinada, encontramos el Museo de Marrakech en el que se puede encontrar arte moderno y antiguo y otras cosas curiosas sobre la ciudad, además de ser un edificio muy bonito. También te escribirán tu nombre en una lamina pintada a mano de Marrakech por unos 2€, perfecto recuerdo muy original.





Ahora nos dirigimos a la parte sur de la plaza Jemma El Fna, a uno de mis barrios favoritos en todas las ciudades que visito, el barrio judío.

Para llegar a la Mellah o barrio judío de Marrakech se sale por la parte sur de la Plaza Jemma El Fna cogiendo la calle Riad ez Zitoun, que es una calle con mucho encanto con menos turistas según te vas alejando de la plaza.

Antes de llegar al barrio judío, llegarás al palacio Badi. Merece la pena entrar y echar un vistazo a los patios y las diferentes salas de este.



Una exquisita decoración en sus techos de madera y sus bonitos azulejos de colores adornan cada estancia para dejarnos imaginar lo que un día este palacio significó.




A unos pasos del palacio, empieza el barrio judío. Antiguamente había una gran comunidad judía en la ciudad pero muchos inmigraron a Israel o Francia en los años cincuenta y sesenta. 

Las callejuelas estrechas que empiezan a aparecer te dan la bienvenida a un barrio donde no encontrarás a penas turistas.




Actualmente no hay muchos judíos viviendo en este barrio pero aun puedes encontrar una pequeña sinagoga, que pasa totalmente desapercibida camuflada en el interior de un edificio




el cementerio judío, que curiosamente pega pared con pared con un cementerio musulmán 





y un mercado con productos autóctonos, cero turistas y con precios locales de verdad.




El paseo por el barrio judío es recomendable porque se aparta del bullicio del centro, pero sin alejarse demasiado. Para los hombres, tanto en la sinagoga como en el cementerio judío, os pedirán que os cubráis la cabeza como respeto, tal y como hacen los judíos.

Desde aquí recomiendo ir a ver el Palacio Real que está a poca distancia. Salir por una de las puertas de la muralla de adobe rosado que rodea La Medina y entrar por alguna de las otras de nuevo al centro.




Fuera de las murallas también hay otras cosas que visitar. Para hacerlo, puedes coger el típico autobús rojo turístico que te da una vuelta por la ciudad, hacerlo caminando (está un poco separado), en autobús o en taxi.

Los Jardines de la Menara son un buen lugar donde desconectar de tanto caos. En el gran estanque verás enormes peces que se alimentan de todo lo que los turistas les echan.




Para quien quiera darse un paseo en camello, fuera de estos jardines hay algunos para los turistas.

También fuera de la muralla está la zona del palmeral y la zona moderna de la ciudad donde la arquitectura es mucho mas similar a Europa y se pueden encontrar las típicas tiendas internacionales como Zara.

Aquí te dejo cuatro recomendaciones personales sobre la ciudad:

1. Ir a una cena espectáculo en el restaurante Chez Ali que dura unas cuatro horas donde te dan de comer comida típica tradicional como sopa de legumbres, cuscús, tallín, dulces marroquíes y todo esto en un Haima mientras bailarines y cantantes de diferentes regiones de Marruecos amenizan la cena.




Después de la cena hay un espectáculo de música y baile tradicional, acrobacias a caballo, danza del vientre y fuegos artificiales.




Además puedes ver hasta una réplica a tamaño real de la cueva de Ali Baba y los cuarenta ladrones y todo por unos 35€ por persona, incluido el transporte desde y hasta tu hotel/Riad.




2. Comer o cenar en el restaurante Chez Chegrouni que está en plena plaza Jemma El Fna donde se come bastante bien y a un precio mínimo con unas bonitas vistas de la plaza.

3. Si tienes tiempo, coge una excursión desde Marrakech al desierto. Necesitas al menos dos o tres días para disfrutar de Marrakech y otros tres días mas para que la experiencia en el desierto merezca la pena pero es algo único que hay que hacer una vez en la vida (yo aun no he podido :/ )

4. No lleves mucho en tu maleta, lleva lo mínimo, porque aunque no te gusten las compras... ¡Vas a comprar! :)



Otras entradas que te pueden interesar:




sábado, 29 de noviembre de 2014

DISFRUTAR DEL TODO INCLUIDO EN PLAYA DEL CARMEN


No soy de las personas que compran un paquete de siete días todo incluido para quedarme metida en el hotel, y menos en lugares tan espectaculares donde suelen darse este tipo de paquetes. Me gusta aprovechar el tiempo conociendo la zona y visitando lugares. Pero tengo que reconocer que sentirse como una reina de vez en cuando tampoco está nada mal... 

Además del día de llegada, que estábamos un poco perdidas en todos los aspectos, solo nos dejamos dos días de playa de relax total.

Nos alojábamos en el hotel Riu Tequila, una pasada de hotel de cinco estrellas con un servicio excelente y muy bien situado donde saben perfectamente como hacer que tus vacaciones sean inolvidables.

Este hotel es parte de la cadena Riu que cuenta con otros hoteles en la zona por lo que podíamos disfrutar de todas las instalaciones de la cadena. Eso suponía poder acceder a unos quince restaurantes, asiáticos, braseries, mexicanos, internacionales... Además de eso, podíamos acceder también a las piscinas y todas las zonas comunes de estos resorts. No nos hizo mucha falta porque con nuestro hotel y el Riu Yucatán nos sobró.

Después de un desayuno delicioso con todo tipo de comida en un restaurante enorme en nuestro hotel, nos cogíamos un trenecito del hotel que nos llevaba hasta la playa. Andando se tardaba cinco minutos pero puestas a ser tratadas como reinas...




Allí nos esperaban una infinidad de tumbonas bajo palmeras y sobre una arena fina y blanca con unas vistas impresionantes a un mar turquesa y tranquilo. ¿Quien no se relaja en estas condiciones?
Pues todavía la cosa mejora...




Bebidas refrescantes, zumos naturales y cocktails ilimitados en la tumbona a la vez que nachos con queso, helados, sandwiches, fruta fresca, ensaladas... 24 horas disponibles para ti a pie de playa. Y, por supuesto, deliciosos restaurantes especializados en comida del mundo repletos de comida, muy bien cocinada.




Que te cansabas de estar tirada en la hamaca, te ibas a dar un baño al mar (eso sí, el agua estaba mas caliente que una sopa). 





Que te has cansado de tomar el sol y quieres refrescarte, vete a la piscina a cuatro pasos de la playa donde hay una barra esperándote para servirte lo que quieras mientras escuchas música, estilo discoteca pero al descubierto y todos en bikini.




Que te ha estresado tanta música y la gente dándolo todo, vete al jacuzzi y relájate al sol. ¡Un poquito de actividad por favor! También hay. Voley playa, dardos, fútbol playa, aquaerobic, snorkel, vela, submarinismo, pesca, flysurf con parapente... (estos últimos de pago). Lo que quieras. 

Si te has quedado con ganas de más, date una ducha, cámbiate y vete a ver alguno de los espectáculos que ofrecen estos hoteles todas las noches. Y después, vete a una de sus discotecas para acabar la noche.

Al comprar este paquete de todo incluido pensé "Yo no voy a ser la típica persona que se cruce medio mundo para estar tumbada al sol comiendo y bebiendo todo el día...". Pues la verdad es que, una vez que estás allí, te das cuenta que podrías estar así mas de lo que pensabas. Realmente, sentirte tan bien tratada, que tienes todo a tu disposición 24 horas y poder simplemente descansar, relajarte, disfrutar del mar... con todo tipo de caprichos, gusta, te hace sentir bien y te hace desconectar. Todo el mundo debería probarlo al menos una vez en la vida.





Otras entradas que te pueden interesar:




domingo, 23 de noviembre de 2014

PLAYA DEL CARMEN, MAS ALLÁ DE LOS TODO INCLUIDO

La parte mas conocida de Playa del Carmen es la parte donde están todos los hoteles resorts, con sus playas privadas, sus restaurantes de calidad, sus servicios de todo incluido...

Pero a una media hora andando desde cualquier de estos hoteles (o diez minutos en taxi por unos 3€) se encuentra el pueblo de Playa del Carmen.

Es curioso que muchas de las personas que compran paquetes para esta zona, no salen del hotel mas que para hacer alguna excursión pero no para visitar el pueblo, y es una pena, porque es la parte mas real de Playa del Carmen.

La gran arteria es la quinta avenida donde se pueden encontrar hoteles que no ofrecen el todo incluido, menos lujosos pero mas asequibles, tiendas para comprar recuerdos, agencias donde poder contratar las excursiones (¡mucho mas barato que en los hoteles!), restaurantes, bares y, sobre todo, un contacto mas directo con la gente de la zona, aunque todo está orientado al turista en esta zona.




También a la hora de moverse, en el pueblo se encuentra la zona donde se cogen los autobuses comunitarios, locales, para las excursiones y el puerto desde donde se coge el ferry para ir a Cozumel, y por su puesto paradas de taxis para ir a cualquier sitio.


Una de las zonas mas interesantes del pueblo es El parque de los Fundadores que es una plaza que da a la playa pública donde ponen puestos de fruta, de recuerdos... y donde hay una escultura que homenajea a la cultura maya bajo la cual cada noche se puede ver espectáculos de folklore de la zona.




Un lugar curioso en Playa del Carmen es Señor Frog´s que es un bar internacional donde hay música en directo por la noche. Es curioso por la decoración y, sobre todo, porque hay mucha interacción entre los camareros y los clientes, cantando, bailando y demás. Puedes tomarte una cerveza, picotear algo y disfrutar de la banda de música en directo relajándote con los pies en la arena.




Algo que os recomiendo es, salir un poco de la zona mas turística, si prefieres de día de día, pero daos un paseo por Playa del Carmen saliendo de las calles principales. Es allí donde veréis a los locales comprando en los mercados al aire libre, restaurantes mexicanos llevados por familias y a precios reales, no turísticos, pocos turistas y un ambiente mas auténtico.


Otras entradas que te pueden interesar:







miércoles, 5 de noviembre de 2014

AKUMAL, NADANDO CON TORTUGAS EN LIBERTAD

Una de las experiencias mas interesantes de mi vida, nadar con tortugas en libertad. Hacía muchos años que tenía en mi cabeza esta idea pero no es fácil encontrar un lugar donde poder hacerlo de forma natural. No en un parque acuático o en un zoo, si no en su ecosistema, respetuosamente, pero de forma mas cercana. 

Akumal es un lugar ideal donde poder nadar con las tortugas de una forma tranquila y sin cientos de turistas al rededor.

Esta excursión desde Playa del Carmen también decidimos hacerla por nuestra cuenta ya que los paquetes para nadar con tortugas que ofrecían en las agencias y hoteles costaban entre 40-60€ y nosotras solo gastamos menos de 4€ por persona en la furgoneta colectiva que nos llevó y nos trajo y 6€ que nos costó alquilar el equipo de snorkel para todo el día. Total: 10€/persona.

"¡Akumaaal!" grita el conductor. Tardamos poco mas de media hora desde Playa del Carmen. La furgoneta nos deja en la carretera y tenemos que andar un poquito hasta llegar a unas tiendecitas pequeñas con recuerdos, con unos precios ridículamente caros. Sin darnos cuenta, tomamos un camino a la izquierda, ¡error!, pero en ese momento no lo sabíamos...

Si no hubiera sido por que estábamos a unos noventa grados a la sombra, el paseo hubiera sido bastante agradable ya que nos metimos por una urbanización con casitas blancas muy monas, y casazas, que daban directamente al mar. Después de un buen rato intentando acceder a la playa, nos dimos cuenta de que toda esa zona era privada, cada casa tenía su acceso particular a la playa. Así que, NO GIRAR A LA IZQUIERDA, SEGUIR RECTO Y LUEGO A LA DERECHA y encontraréis sin problema la playa.


                                                


Antes de llegar a la playa, hay un centro de snorkel y submarinismo donde alquilar el equipo para practicar estos deportes además de baños, duchas y taquillas. Nosotras alquilamos el equipo y nos fuimos hacia la playa.

La playa de Akumal es bastante tranquila, no hay mucha gente, sobre todo por la mañana. Puedes encontrar algunos turistas pero también había familias locales con sus neveras, su música y sus juegos. Es curioso que estos locales se bañaban con camisetas y solo hasta media cintura. Es posible que no supieran nadar o le tuvieran respeto al mar. 

Nos pusimos el equipo y nos fuimos hacia el mar, un mar turquesa, como en toda esta zona de Méjico.


                                       


Una playa normal, como cualquier otra en la que hubiéramos estado los días anteriores, ni rastro de tortugas. El fondo totalmente claro y nada que nos diera pista de como llegar a la zona de las tortugas. Después de unos diez minutos nadando hacía el interior, "¡grughghgrughg!". Tubo en boca, gafas puestas y los pelillos de punta. Le hago señales a mi amiga para indicarla que tengo delante de mi una tortuga enorme, la primera que había visto en mi vida en libertad, a mi lado, ¡y gigante!.

Después de tragar agua por el tubo, y por un tubo, de la emoción que me había dado verla, saco la cabeza del agua y le digo a mi amiga "¡Aquí hay una!". Me hizo muchísima ilusión ver aquella tortuga. Pelillos de punta, piel de gallina, litro y medio de agua salada en mi cuerpo y yo mas feliz que una perdiz.

Nos pasamos unas horas nadando, viendo mas tortugas, viéndolas nadar, comer, siguiéndolas, buscando mas, encontrando las zonas donde mas había, las zonas de pasto a las que se acercan a comer. Una experiencia irrepetible que recomiendo a todo el mundo.


                                           


Las tortugas marinas son animales preciosos. Su caparazón con diferentes muescas que al final hasta nos dejaba reconocer a unas y a otras. La forma tan curiosa que tienen de comer sacando la cabecita mas para poder alcanzar el pasto. Algo que me sorprendió mucho, la velocidad que tienen nadando, a veces era difícil seguirlas cuando salían escopetadas. Y lo que mas nos gustaba, cuando salían hacía la superficie a coger aire para volver a sumergirse.

También vimos una manta pequeña que se camuflaba en la arena blanca y salía de vez en cuando para nadar un poco. Muy curiosa.

La sensación de estar en un medio tan natural, tan auténtico, tan bonito y poder disfrutar de su fauna sin molestarla y poder ver, a lo gran hermano, como se comporta tan cerca de ti te hace sentir de una forma muy especial,  algo difícil de explicar pero que recomiendo a todo el mundo porque, como he dicho antes, fue una de las experiencias mas emocionantes de mi vida. Me sentía como una niña, llena de ilusión.

Siempre he querido hacer un voluntariado con tortugas marinas, ver como desovan las adultas, hacer mediciones de estas, ver salir a las tortuguitas de los huevos, ayudarlas a llegar al mar... Pero después de esta experiencia, sin duda, es algo que voy a hacer y espero que muy pronto.



Otras entradas que te pueden interesar:

Xcaret, una manera divertida de conocer mejor Méjico

Tulum y Playa Paraiso a nuestro aire

Excursión a Chichen-Itza (Cenote y Valladolid)








lunes, 3 de noviembre de 2014

XCARET, UNA MANERA DIVERTIDA DE CONOCER MEJOR MÉXICO

Xcaret es un lugar donde experimentar México, un parque donde vivir la naturaleza y la cultura de este país, donde descubrir y aprender de primera mano. Está construido de tal forma que respeta al máximo el entorno, lo cuida y lo preserva. De hecho, una parte de la entrada que pagas va dirigida para programas de conservación de la flora y fauna silvestre. 

La entrada es un poco cara, unos 94€, pero esta entrada incluye:

-Comida en uno de los doce restaurantes que tiene el parque donde la comida es auténtica mexicana, aunque puedes también encontrar comida internacional, es muy abundante y está deliciosa y además bebidas ilimitadas durante la comida.

-Una taquilla para que uses durante el día.

-Chalecos salvavidas para las actividades donde son necesarios.

-Equipo completo para hacer snorkel por el parque.

-Acceso a todas las exhibiciones culturales y con animales (incluido el espectáculo final que es increíble), zonas acuáticas, de fauna y flora del parque.

-Material para uso por todo el parque como hamacas, flotadores grandes, tumbonas, sillas y mesas en las playas etc.

-WiFi gratis.

-Vestuarios con duchas, baños etc.

Lo que no incluye son las actividades extras que nosotras no quisimos hacer por que, o bien estaban relacionadas con animales adiestrados, y eso no nos gusta mucho, o bien eran demasiado caras. Algunas de las mas populares son:

-Nadar con tiburones.

-Tour de snorkel.

-Nadar con delfines.

-Recibir masaje con serpientes.

-Pasear con escafandra por el fondo del mar.

-Nadar con rayas.

Puedes llegar hasta allí en una furgoneta común como la que cogimos a Tulum, de hecho, es la misma, que para antes y cuesta solo un par de euros ida y vuelta.

El parque se divide principalmente en tres actividades:

-Las actividades acuáticas: nadar por ríos subterráneos (¡muy interesante!), playas y piscinas naturales, acuario de arrecife de coral, el área de tortugas marinas, mantas, hacer snorkel...




-Las actividades selváticas: conocer algunos animales típicos de esta zona en su habitat natural como los tapir, murciélagos, mariposas, jaguares, monos, entre otros animales, y un montón de aves silvestres que encontrarás por todo el parque.




-Las actividades culturales: visitar zonas arqueológicas, ver la ceremonia ritual de los voladores, descubrir el cementerio de Guadalupe (muy diferente a los nuestros), conocer un pueblo maya donde encontrarás palapas donde trabajan el cuero, la madera, la lana, donde hacen artesanía, te enseñan a hacer chocolate de forma tradicional, donde puedes ver como viven y hablar con algunos de ellos que te explicarán cualquier duda que tengas. 




Y lo mas impresionante y completo, el espectáculo final que te dejará con la boca abierta donde se hace un repaso histórico y cultural de México durante unas horas con baile, música, fuego, animales, rituales...




Aquí tienes la página web oficial para que puedas informarte mejor. ¡Te recomiendo que vayas!



Otras entradas que te pueden interesar:






domingo, 2 de noviembre de 2014

TULUM Y PLAYA PARAISO A NUESTRO AIRE

Tulum es uno de los imprescindibles si visitas la Riviera Maya. Como en el resto de las excursiones por esta zona, hay dos opciones para visitarlo. Comprando uno de los paquetes organizados que te lleva allí en un autobús que te recoge en el hotel y al que luego te lleva de vuelta o por tu cuenta.




Nosotras, después de haber hablado con algunos locales que nos recomendaron hacerlo por nuestra cuenta, decidimos coger una furgoneta combo en la que se mueven los locales, y también algunos turistas, para llegar allí. La diferencia de precios entre la primera y la segunda opción es de mas del triple y nos aseguraron que era totalmente seguro, y lo fue.

Andamos hasta Playa del Carmen desde el hotel, unos treinta minutos. Nos dirigimos a la parada desde la que salen todas estas furgonetas cada minuto y la tomamos por 30 pesos por persona y trayecto.



Después de unos cuarenta minutos, el conductor de la furgoneta gritó "Tulum" y allí nos bajamos. Para llegar desde la carretera al parque arqueológico no hay pérdida pero cuando hace soflama de la buena, como nos pasó a nosotras, se hace un poco pesado el camino porque piensas que te vas a derretir en cualquier momento. Contra todo pronóstico, sobrevives y llegas a la entrada del parque.

La entrada cuesta 59 pesos y allí hay guías ofreciéndose para explicarte el recorrido pero nosotras lo hicimos a nuestro aire.

No me extraña que cuando los españoles se encontraron desde sus barcos frente a esta pequeña ciudad maya se quedaran impresionados. No tanto por ser una ciudad grande, muy importante o con imponentes edificaciones si no mas bien por su enclave.



El parque arqueológico de Tulum, las ruinas que hoy quedan de aquella ciudad maya, se encuentra situado al borde de una acantilado que da a un precioso mar turquesa y rodeado por verde vegetación. Un lugar que hoy definiríamos como paradisiaco aunque probablemente en aquella época lo que mas les atrajo de se lugar fue la posibilidad de defensa desde su muralla, el comercio y la pesca.

Además de unas bonitas vistas y cantidad de turistas moviéndose como hormiguitas por el recinto, Tulum tiene otros habitantes bastante curiosos y abundantes, unas enormes iguanas, que campan a sus anchas por todas partes sin tener nada de miedo a la gente.




Bonitas ruinas, curiosos habitantes, espectaculares vistas, pero un calor... Uno de los lugares mas especiales de estas ruinas es una pequeña playa que hay bajando unas escaleras que tiene fama de ser una de las mas bonitas de la zona. "¡Vamos a darnos un baño!" y aligerando el paso nos fuimos hacia la playita paradisiaca.

Esto suele ocurrir. Cuando la gente te habla muy bien de un sitio y ves fotos en internet que te dejan con la boca abierta, te creas unas espectativas difíciles de alcanzar.




La playa con la que nos encontramos era muy distinta. No había casi arena porque la marea estaba alta. El mar estaba revuelto y lleno de algas, pero algas... algas como para parar un tren. Bastantes metros de una espesa capa desde la orilla por la que teníamos que avanzar si queríamos llegar a una zona mas o menos limpia. Teníamos mucho calor así que nos íbamos a bañar si o si. 

Cuando pusimos el pie en el agua... caldo... ¡Estaba super caliente! Pero tanto, que ni si quiera te refrescaba, al revés, pero al menos sentir el agua te quitaba un poco el pegosoteo de todo el día sudando como un pollo. Aparentemente no siempre es así. Habían habido tormentas y por eso el agua estaba así. No era lo que esperábamos peeero, también nos habían hablado de otra playa, Playa Paraiso, para ir andando desde el parque arqueológico.

Salimos de allí y nos fuimos andando hacia Playa Paraíso. Al llegar nos encontramos con un matrimonio que vendía comida casera y bebida en el maletero de su coche, a precio local, cuatro duros. 

Llegamos a esa preciosa playa, con apenas gente. Algunas personas acampadas y un pequeño bar con mesas y sillas pero muy tranquila. Hacía un lado, las ruinas de las que veníamos, al otro lado, playa infinita. Arena blanca, mar turquesa y muchas menos algas. Un ambiente super natural, ninguna edificación y con cierto aire hippie.



Después de pasar el día en la playa al sol, relajándonos, nos dirigimos de vuelta por aquella carretera repleta de puestecitos con artesanía y algunos kioskos que ofrecen zumos naturales y algo de comida hasta llegar a la carretera principal y coger nuestra furgoneta de vuelta a Playa del Carmen.



Otras entradas que te pueden interesar:




miércoles, 20 de agosto de 2014

EXCURSIÓN A CHICHEN-ITZA (CENOTE Y VALLADOLID)

Visitar Chichen-Itza es algo imprescindible si estas en esta zona de México. La mejor forma de llegar es cogiendo una de las excursiones organizadas que te ofrece cualquier agencia en Playa del Carmen o Cancún (también en el hotel pero al doble o triple del precio).
Normalmente esta excursión incluye la visita a un cenote para bañarse, la comida en un buffet (todo lo que puedas comer pero la bebida no incluida), visita a Chichen-Itza (con entrada y guía) y visita a la ciudad de Valladolid. Te recogen y te dejan en tu hotel.  El precio:  y la duración: todo el día (12 horas).
Cenote:
En México no hay ríos superficiales, todos los que hay son subterráneos y estos ayudan a crear un fenómeno único, los cenotes. Son cavernas cuya parte superior ha colapsado y por la que entra el agua de lluvia que se junta con el agua de estos ríos subterráneos creando así una especie de piscina natural de agua dulce dentro de una cueva.




En estos cenotes está permitido bañarse siendo una experiencia bastante curiosa ya que estas dentro de una cueva en un agua muy clara, y fría, con peces a tu alrededor, además de unos cuantos murciélagos, mientras la luz del sol entra por el orificio superior.


Entre el cenote y la comida, fuimos a una cooperativa maya de artesanía donde compramos algunos recuerdos hechos directamente por ellos. Después de algunas compras, comimos auténtica comida mexicana con el resto de la gente del tour.
Chichen-Itza:
Tripa como un chinche y de vuelta al autobús dirección a Chichen-Itza. Para bajar la comida, un chico maya nos ofreció un chupito de un licor parecido al anís con sabor a miel delicioso y digestivo. Hicimos un brindis en lengua maya, algo que jamás podría volver a repetir. Sonaba algo así como "makataka papuka lakatapaka sumaka". 

Tenía una sorpresa para nosotros. Habían etiquetado unas pequeñas botellas de este licor con nuestra foto. Compramos un par porque estaba realmente bueno, era un recuerdo original y por que ese dinero iba directo a una comunidad maya.



Durante todo el camino nuestro guía, mexicano con apellido vasco, nos estuvo explicando muchas cosas interesantes sobre los mayas, su alfabeto, calendario, rituales, el esplendor y la decadencia del imperio, leyendas...
También nos contó algo que nos dejó a todos sorprendidos e indignados. El complejo arqueológico de Chichen-Itza pertenece al gobierno mexicano pero el terreno donde está el complejo pertenece a una familia muy poderosa mexicana que lo compró como parte de un chanchullo mafioso entre políticos. No solo eso, si no que esta familia cobra una tarifa a los vendedores indígenas, mayas y pobres, que venden en este parque las artesanías de la zona por un precio mucho mas barato y de forma ilegal. 


La visita de Chichen-Itza es espectacular, recorrer las diferentes ruinas, experimentar los efectos sonoros y visuales que los mayas crearon en la pirámide principal, imaginar como era la vida allí, los rituales que hacían... Me pareció un lugar mágico, místico, algo similar a lo que experimenté en Machu Picchu pero a menor escala.

Despedida de Chichen-Itza y vuelta al autobús justo cuando empezó a llover. Agotados de todo el día, nos dirigimos hacía Valladolid, donde solo nos dejaron parar quince minutos.
Valladolid:
Típica ciudad colonial, similar a Antigua en Guatemala, con soportales y un parque en el centro con su fuente. Tuvimos muy poco tiempo para ver la plaza de la ciudad, la catedral y dar un pequeño paseo al rededor para subir de nuevo al autobús y dormir de vuelta a Playa del Carmen.
Un día muy largo, con muchas actividades diferentes y gran cantidad de información nueva sobre la vida de los mayas, del pasado y del presente. Una de mis experiencias favoritas en este viaje. ¡Totalmente recomendable!
Otras entradas que te pueden interesar: