Llegué a España hace mas de dos meses desde Nueva York con la idea de decidir cual iba a ser mi siguiente paso durante el verano pero no contaba con el hecho de que no iba a parar hasta el punto de, viviendo en Madrid, solo haber pasado siete días en casa desde que llegué.
No me puedo quejar porque ha sido uno de los mejores y mas completos veranos de mi vida pero septiembre está a la vuelta de la esquina y sigo sin tomar una decisión.
Si alguien me preguntará ¿Qué es realmente lo que te gustaría hacer ahora? sin dudarlo ni un segundo la respuesta sería dar la vuelta al mundo.
Cuando me quedaban cinco días en Nueva York, una de mis estudiantes, que tiene mas de setenta años, me regaló un libro que vine leyendo en el avión de vuelta a casa, la traducción sería algo como "Prepara tu vuelta al mundo". Aunque ya tenía la idea en la cabeza, al empezar a leer el libro y las experiencias y consejos de gente que lo había hecho fui mas consciente de lo mucho que me gustaría hacerlo y además sentí que estaba preparada para hacerlo.
Sentada en el avión que me llevaba de vuelta a casa desde Nueva York mientras leía este libro, conocí a una mujer americana de unos sesenta y tantos años con la que me pasé todo el viaje hablando. Desde el primer momento en el que empecé a hablar con ella me di cuenta de lo interesante que era. Me contó muchas cosas sobre su vida y sentí como si nos conociéramos de toda la vida. En un momento del vuelo, entre "¿pasta o pollo?" y "¿café? ¿Té?" en pleno momento de confidencias y sintiendo que tenía mas en común con esa mujer que con mucha gente que conozco le conté la idea que había tenido de dar la vuelta al mundo.
Al ser incluso mayor que mis padres y tener una hija de mi edad, sinceramente pensé que me iba a decir que me dejara de tonterías y que me centrara en hacer algo de provecho en mi país pero para mi sorpresa me dijo que era una muy buena idea y que creía que iba mucho con mi personalidad. Además apuntó el titulo y el autor del libro que estaba leyendo sobre la vuelta al mundo para regalárselo a su hija.
Hubiera sido mas fácil si me hubiera dicho lo que yo pensaba que me diría mi madre para pensar que era una tontería pero en vez de eso me dio su correo y el de una amiga que pensaba que podía ayudarme y a día de hoy ya nos hemos escrito un par de veces.
Con esta conversaron en la cabeza llegué a Madrid pero fue pisar tierra española y, no se explicarlo pero lo sentí así, un peso se acomodó sobre mis hombros y sobre mi cabeza. Es curioso como el ambiente y las personas que te rodean pueden hacerte pensar que lo que tienes en tu cabeza es una idea genial que deberías hacer y para la que estas casi predestinada o hacerte sentir lo idiota que eres solo por pensar en esas cosas en las que piensas, rara, que eres muy rara.
Aun sabiendo lo rara rara rara que era, y soy, pasé horas buscando en internet sobre dar la vuelta al mundo y es cuando descubrí lo carísimo que es a pesar de que mi idea sería vivir y trabajar mucho en países desarrollados para ahorrar e ir a vivir mas tarde a países en desarrollo trabajando como voluntaria en escuelas, hospitales, granjas o cualquier sitio en el que pudiese ayudar a cambio de algo de comida y una cama o, en el peor caso, camastro, para descansar. Pero a pesar de esta idea que puede parecer buena, hay que ir de país en país y eso en muchos casos es mas caro que vivir tres meses en un país en desarrollo.
Cuando tenía un hueco, o de madrugada cuando ya no tenía nada que hacer, me ponía a pensar como hacerlo, como reducir gastos, como moverme de un lado a otro, que hacer y como hacerlo pero es mas difícil de lo que yo pensaba. Por no hablar del momento de decírselo a mi familia.
Fue entonces cuando empecé a pensar en olvidar la idea de la vuelta al mundo y ponerme a pensar en un nuevo destino en el que vivir una nueva experiencia tal y como lo hice en Nueva York pero claro, después de haber vivido en Nueva York, ¿Qué lugar puede estar a la altura en cuanto a experiencias?
Mapa del mundo enfrente, cuaderno y boli a la derecha del portatil para ir tomando nota de las opciones. Londres, Toronto, San Francisco, Sidney, Tokio, Rio de Janeiro, Berlín...Después de investigar, leer blogs como este de personas que vivían allí, consejos y hablar con amigos llegué a dos conclusiones:
1. Nueva York es una ciudad increíble que echo mucho de menos y que te cambia la vida. Pocas ciudades en el mundo, por no decir ninguna, puede ofrecerte lo que te ofrece Nueva York.
2. No tengo ni idea de que hacer con mi vida, ¿Donde voy?
Lo único que tengo claro a estas alturas es que, por ahora, quiero seguir viajando y viviendo fuera y que quiero estar allí antes del día uno de octubre.
Curiosamente, me siento en el mismo punto en el que estaba un mes antes de decidir que me iba a vivir a Nueva York, he vivido muchas cosas en estos dos años pero sigo en el mismo punto, necesito algo mas y algo mas que me de experiencias increíbles y que me haga feliz, haciendo feliz a los demás también.
Así que ahora estamos todos en el mismo punto, al menos muchos de vosotros ya tiene claro el destino, Nueva York, y ya solo tiene que pensar como hacerlo, organizarlo todo o decidirse a dar el paso, algo nada fácil. Yo aun estoy pensando que hacer. ¿Alguna sugerencia?
Os agradecería enormemente vuestros consejos o comentarios. Gracias de antemano, un abrazo.