lunes, 29 de agosto de 2011

¿AHORA QUE HAGO?

Llegué a España hace mas de dos meses desde Nueva York con la idea de decidir cual iba a ser mi siguiente paso durante el verano pero no contaba con el hecho de que no iba a parar hasta el punto de, viviendo en Madrid, solo haber pasado siete días en casa desde que llegué.

No me puedo quejar porque ha sido uno de los mejores y mas completos veranos de mi vida pero septiembre está a la vuelta de la esquina y sigo sin tomar una decisión.

Si alguien me preguntará ¿Qué es realmente lo que te gustaría hacer ahora? sin dudarlo ni un segundo la respuesta sería dar la vuelta al mundo.

Cuando me quedaban cinco días en Nueva York, una de mis estudiantes, que tiene mas de setenta años, me regaló un libro que vine leyendo en el avión de vuelta a casa, la traducción sería algo como "Prepara tu vuelta al mundo". Aunque ya tenía la idea en la cabeza, al empezar a leer el libro y las experiencias y consejos de gente que lo había hecho fui mas consciente de lo mucho que me gustaría hacerlo y además sentí que estaba preparada para hacerlo.

Sentada en el avión que me llevaba de vuelta a casa desde Nueva York mientras leía este libro, conocí a una mujer americana de unos sesenta y tantos años con la que me pasé todo el viaje hablando. Desde el primer momento en el que empecé a hablar con ella me di cuenta de lo interesante que era. Me contó muchas cosas sobre su vida y sentí como si nos conociéramos de toda la vida. En un momento del vuelo, entre "¿pasta o pollo?" y "¿café? ¿Té?" en pleno momento de confidencias y sintiendo que tenía mas en común con esa mujer que con mucha gente que conozco le conté la idea que había tenido de dar la vuelta al mundo.

Al ser incluso mayor que mis padres y tener una hija de mi edad, sinceramente pensé que me iba a decir que me dejara de tonterías y que me centrara en hacer algo de provecho en mi país pero para mi sorpresa me dijo que era una muy buena idea y que creía que iba mucho con mi personalidad. Además apuntó el titulo y el autor del libro que estaba leyendo sobre la vuelta al mundo para regalárselo a su hija.

Hubiera sido mas fácil si me hubiera dicho lo que yo pensaba que me diría mi madre para pensar que era una tontería pero en vez de eso me dio su correo y el de una amiga que pensaba que podía ayudarme y a día de hoy ya nos hemos escrito un par de veces.

Con esta conversaron en la cabeza llegué a Madrid pero fue pisar tierra española y, no se explicarlo pero lo sentí así, un peso se acomodó sobre mis hombros y sobre mi cabeza. Es curioso como el ambiente y las personas que te rodean pueden hacerte pensar que lo que tienes en tu cabeza es una idea genial que deberías hacer y para la que estas casi predestinada o hacerte sentir lo idiota que eres solo por pensar en esas cosas en las que piensas, rara, que eres muy rara.

Aun sabiendo lo rara rara rara que era, y soy, pasé horas buscando en internet sobre dar la vuelta al mundo y es cuando descubrí lo carísimo que es a pesar de que mi idea sería vivir y trabajar mucho en países desarrollados para ahorrar e ir a vivir mas tarde a países en desarrollo trabajando como voluntaria en escuelas, hospitales, granjas o cualquier sitio en el que pudiese ayudar a cambio de algo de comida y una cama o, en el peor caso, camastro, para descansar. Pero a pesar de esta idea que puede parecer buena, hay que ir de país en país y eso en muchos casos es mas caro que vivir tres meses en un país en desarrollo.

Cuando tenía un hueco, o de madrugada cuando ya no tenía nada que hacer, me ponía a pensar como hacerlo, como reducir gastos, como moverme de un lado a otro, que hacer y como hacerlo pero es mas difícil de lo que yo pensaba. Por no hablar del momento de decírselo a mi familia.

Fue entonces cuando empecé a pensar en olvidar la idea de la vuelta al mundo y ponerme a pensar en un nuevo destino en el que vivir una nueva experiencia tal y como lo hice en Nueva York pero claro, después de haber vivido en Nueva York, ¿Qué lugar puede estar a la altura en cuanto a experiencias?

Mapa del mundo enfrente, cuaderno y boli a la derecha del portatil para ir tomando nota de las opciones. Londres, Toronto, San Francisco, Sidney, Tokio, Rio de Janeiro, Berlín...Después de investigar, leer blogs como este de personas que vivían allí, consejos y hablar con amigos llegué a dos conclusiones:

1. Nueva York es una ciudad increíble que echo mucho de menos y que te cambia la vida. Pocas ciudades en el mundo, por no decir ninguna, puede ofrecerte lo que te ofrece Nueva York.

2. No tengo ni idea de que hacer con mi vida, ¿Donde voy?

Lo único que tengo claro a estas alturas es que, por ahora, quiero seguir viajando y viviendo fuera y que quiero estar allí antes del día uno de octubre.

Curiosamente, me siento en el mismo punto en el que estaba un mes antes de decidir que me iba a vivir a Nueva York, he vivido muchas cosas en estos dos años pero sigo en el mismo punto, necesito algo mas y algo mas que me de experiencias increíbles y que me haga feliz, haciendo feliz a los demás también.

Así que ahora estamos todos en el mismo punto, al menos muchos de vosotros ya tiene claro el destino, Nueva York, y ya solo tiene que pensar como hacerlo, organizarlo todo o decidirse a dar el paso, algo nada fácil. Yo aun estoy pensando que hacer. ¿Alguna sugerencia?

Os agradecería enormemente vuestros consejos o comentarios. Gracias de antemano, un abrazo.

viernes, 26 de agosto de 2011

VER GANAR EL MUNDIAL DE FUTBOL 2010 DESDE NUEVA YORK

No soy fanática del futbol aunque por supuesto mis amigos, mi padre e incluso algunas de mis amigas lo son pero hay ciertas ocasiones en las que puedo hacer una excepción, sobre todo cuando juega la selcción.

Supongo que para la mayoría de las personas que como yo vivimos el mundial fuera de España, independientemente de si nos gustaba el futbol o no, que jugase la selección española era una excusa perfecta para quedar con nuestros amigos españoles y no españoles para tomar unas cañas o una sangría acompañadas de unas tapas mientras veíamos los partidos.

Además, en mi caso, casi todos mis amigos, conocidos o estudiantes me hablaban sobre el partido que había jugado España o el que iba a jugar por lo que tenía que estar al día quisiera o no. Yo me sentía un poco culpable porque apenas conocía a los jugadores mientras que ellos sabían todo sobre la selcción, aun siendo de otros paises.

Recuerdo que perdimos el primer partido. Ese día pensé que no íbamos a llegar muy lejos la verdad pero cuando ganamos el segundo partido todo el mundo se empezó a emocionar y yo no fui menos.

Recuerdo el domingo de la final, el 11 de julio del 2010. Hablé con los estudiantes con los que iba a tener la clase durante el partido para adelantarlas o atrasarlas y poder tener todo el día libre para ver el partido y poder celebrarlo, porque estaba segura de que íbamos a ganar.

Quedé con unos amigos para ir a verlo a un bar pero que no era español porque todos los bares españoles estaban llenísimos ya que la gente había reservado las mesas para ese día pero pensé que no importaba porque el partido íba a ser visto en la mayoría de los bares de la ciudad así que fuimos a un bar cualquiera.

En cuanto terminó la primera parte nos fuimos de ese bar. No había casi españoles y, aunque la gente estaba allí para ver el partido, estaban tan tranquilos comiendo ¡Cómo si no fuera la final del mundial! Así que nos fuimos volando en un par de taxis a un restaurante español, La Boquería.

¡Estaba lleno! ¡Lleno de españoles! El ambiente era totalmente diferente, la gente emocionada, gritando y saltando cada vez que uno de los holandeses entraba a lo bestia a uno de nuestros jugadores, cuando había oportunidad de gol por parte de los nuestros, cuando los holandeses se acercaban a nuestra portería...No cabíamos pero el dueño, español, no podía dejarnos fuera así que nos hicimos un hueco donde pudimos y allí nos quedamos.

Una tensión, un mal rato que nos hicieron pasar. Los minutos pasaban y nada, que si, que no, que si pero ni un gol. Los pelos de punta, la piel de gallina, prorroga."¡Nos lo meremos!" "¡Los holandeses están jugando sucio!" eran los comentarios de la gente. Yo pensaba, o metemos un gol o a mas de uno le da un jamacuco aquí...¡¡¡¡Y entonces Iniesta marca el gol de la historia!!!!

Todas las personas en el restaurante saltando, gritando, dándonos abrazos...A mi me enganchó un hombre de unos setenta años por banda y me soltó cuando veía que me estaba dislocando un par de huesos.

Y cuando el árbitro pitó el final del partido, todos brindando, gritando y cantando como locos dándonos cuenta de que estábamos viviendo un momento histórico y que, aunque estábamos lejos de España, estábamos juntos celebrándolo y ese día Nueva York iba a ser tan rojo como cualquier ciudad española.

Nos fuimos a la calle, canciones, camisetas, caras pintadas, gente de todas partes del mundo dándonos la enhorabuena, gritando "¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA!". Los coches pitando, nosotros cantando y bailando hacía el Centro Español en Nueva York. La calle cortada, todo lleno de gente. Lo curioso era que no solo éramos españoles. Me hizo mucha gracia ver a un grupo de japoneses con la cara pintada con la bandera española y con la camiseta de la selcción.

Banderas por todas partes, cánticos, fiesta. Estábamos en Nueva York pero parecía la Plaza de Colón en Madrid.


Vimos aparecer al corresponsal de antena tres en Estados Unidos para hacer una conexión en directo con España. Estas cosas que solo me pueden pasar en Nueva York, con cientos de personas alrededor, el corresponsal se acerca a mi grupo de amigos en directo y justo le preguntan, en español, a mi amigo americano sobre el partido y sobre la celebración y mi amigo en trance con unos nervios y medio tartamudeando intentando responder algo en español que tuviese sentido y a su lado todos saliendo en televisión en España.

Por supuesto llamé a mi familia para ver como lo estaban celebrando ellos y para decirle a mis padres "¡Estoy en antena tres en directo!" Y allí estábamos nosotros en televisión y mi amigo hablándo a la alcachofa.


Pasada mas de una hora, la policía nos desalojo de esa zona porque había tanta gente que se había cortado la calle. Así que muchas de las personas se fueron a seguir con la celebración a la plaza de colón de Nueva York pero yo me fui con unos amigos a celebrarlo tomando unas cervezas en una terraza.

Sin duda fue una de las mejores experiencias que he vivido en Nueva York porque, además de ser histórico, el hecho de no estar en España pero de haberlo vivido tan intensamente es algo que no olvidaré. ¡Que orgullosa me sentí de ser parte de la roja!


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jueves, 18 de agosto de 2011

INVITADA AL CONCIERTO DE RICKY MARTIN

Quien me iba a decir a mi que iba a conocer a Ricky Martin en persona...Cuando el padre de dos de los niños a los que daba clase me dijo que por mi cumpleaños iba a intentar conseguirme dos entradas para ir con ellos al concierto de Ricky Martin no pensé que pudiese hasta que uno de los días que fui a dar clase a los niños me dijo que había hablado con Ricky y que no había problema, yo pensando "¿Cuando hablas de Ricky te refieres a Ricky vive la vida loca Martin? Fíjate que he hablado con él hace un rato y no me ha dicho nada"

El concierto era a finales de junio en Málaga. Yo para esa época ya estaría en España así que no había problema. Ellos iban a pasar unas semanas de vacaciones en España así que también estarían por aquí. Quedamos en hablar un par de días antes para ver como hacer para encontrarnos allí pero no hizo falta hablarlo.

Mandé un correo a mi hermana para decirle que me habían regalado dos entradas para el concierto de Ricky Martin y que, tras una difícil deliberación conmigo misma de horas y horas, había decidido que ella fuera quien viniese conmigo. Bueno en realidad no había opción, si no la invitaba a ella, me mataba...

Llegué a España, unos días en Madrid y para Málaga. Sacamos los billetes del AVE, primera vez que montaba, maleta y las nuevas canciones de Ricky en el mp3 para no llegar al concierto y que todo el mundo estuviera cantando menos nosotras, una lástima que se me olvidara en Madrid.

Llegamos a Málaga a primera hora de la mañana. Era la primera vez para las dos en esta ciudad así que yo ya había mirado en Internet para hacernos una ruta durante el día. Pasamos el día de turismo por Málaga, La Alcazaba, el Gibralfaro, la calle Larios, el teatro romano, un paseito por la Malagueta y a comer para recargar pilas.

Tengo un amigo que trabaja en uno de los restaurantes mas conocidos de la ciudad,
El Pim-pi, así que la idea era aprovechar para verle y de paso comer rico rico en el centro de la ciudad. Pero resultó que mi amigo estaba de turno de noche y nosotras teníamos el concierto esa noche así que no pudimos ver a mi amigo pero si comimos en el restaurante.

Durante el día, uno de los padres y yo nos mandamos un par de mensajes por el móvil para confirmar que nos llegaban, ya sabes que a veces cuando estas en el extranjero los mensajes tienen problemas en llegar, pero no quedamos en nada en concreto porque no tenía muy claro como lo íbamos a hacer.

Pagamos la cuenta en el restaurante y nos levantamos para ir hacia el hotel a descansar un rato cuando, tras haber andado menos de cien metros, nos encontramos de frente sentados en una mesa a los padres con los don niños. ¡Que casualidad!

Fue una sorpresa para todos, nos saludamos, se los presenté a mi hermana y les pregunté si tenían alguna novedad de como lo íbamos a hacer. De nuevo, habían estado hablando con Ricky que se alojaba en su mismo hotel además, y les dijo que quería que fueran con él varias horas antes del concierto al lugar donde se celebraba, en el Auditorio Municipal de Málaga. Nos dijo que podíamos ir cuando quisiéramos, que les avisáramos.

Mi hermana y yo no salíamos de nuestro asombro. Hablaban de él como si estuvieran hablando de Manolo, con total naturalidad pero para nosotras no dejaba de ser curioso e incluso divertido aunque después de oírlo un par de veces empezó a sonarnos normal hasta el punto de hablar de él de la misma forma con los padres "¿Has hablado ya con Ricky?"

Estábamos descansando en el hotel cuando recibo una llamada, "Venid  para acá en cuanto podáis porque cuando vaya llegando la hora del concierto todo el mundo va a estar mas ocupado, así podéis cenar con nosotros". Desperté a mi hermana y le dije "Ali vámonos ya, que nos esperan para cenar" :)

Nos vestimos, sencillas pero deslumbrantes, no todos los días se tiene delante un hombre como nuestro amigo Manolo jijiji y nos cogimos un taxi hacía el Auditorio. Serían eso de las seis y media de la tarde, el concierto empezaba a las diez.

Al llegar al Auditorio, y a pesar de que aun quedaban bastantes horas para el concierto, había una cola enorme para entrar. La gente cantando sus canciones, con pancartas, con camisetas con su foto, mucho ambiente, y mi hermana y yo perdidas.

Llamé a uno de los padres pero nada, mensaje, correo, nada...Nosotras en la puerta esperando y sin entradas porque las tenían ellos. Por fin consigo hablar con él y me dice que le espere en la entrada lateral, allí fuimos.

Mientras esperábamos, a una de las chicas que estaba esperando en la entrada pero sin hacer la cola vino alguien a recogerla para meterla dentro del recinto, no se si sería de personal, periodista o que el caso es que varios de los que estaban haciendo la cola empezaron a insultarla "¡Gorda! ¡No te creas que te vas a colar!" "¡Te crees mejor porque te pasan! ¡Ya nos veremos dentro!" "¡Enchufadas fuera! ¡Haz la cola como el resto!" y mi hermana y yo mirándonos con los ojos de un lado para otro y pensando "¿sabes que nos va a pasar lo mismo verdad?" pero ninguna dijo nada.

Afortunadamente cuando vinieron a recogernos las personas que habían insultado a la chica estaban cantando y bailando y nosotras hicimos por irnos por la zona mas lejana para evitar problemas, que vergüenza hubiéramos pasado.
 
Uno de los padres vino con uno de los niños y nos metió por la entrada lateral hacia el backstage llegando al final a una zona donde la gente iba de un lado para otro, técnicos, dos niños jugueteando entre la gente con cresta a lo pájaro loco, luego nos los presentaron como los hijos de Ricky, bailarines y demás.
 
Entramos en una carpa donde estaban dando un catering y allí fue donde nos presentaron a la madre de Ricky, a la niñera de los gemelos, los representantes y alguna persona mas y nos sentamos a tomar algo con ellos. A unos cien metros, el otro padre de los niños hablando con un chico con camiseta negra de espalda a nosotros.
 
"Ricky ver un momento, quiero presentarte a unas amigas" dijo el padre que estaba con nosotras. El chico de la camiseta negra se da la vuelta y viene hacia nosotras sonriendo. "Esta es Marta, es la profesora de español de los niños, y esta es Alicia, su hermana" "Hola chicas, encantado de conoceos. ¿Que tal llevan los chicos el español?" "Bien, les cuesta soltarse pero van mejorando" le contesté yo.
 
Estuvimos un rato hablando con ellos mientras comíamos y tomábamos algo antes del concierto hasta que, a una hora del comienzo de este, todos se pusieron en marcha para ultimar todo. Agradecimos la invitación y lo bien que se habían portando con nosotras y nos despedimos porque ellos en cuanto acabara el concierto desmontaban todo y se iban a la siguiente ciudad en unos autobuses de dos plantas muy elegantes donde hacían vida entre ciudad y ciudad, en la planta de arriba las camas para descansar. 
 
Ricky me pareció muy cercano, encantador y muy sencillo. Muy agradable y con mucha energía pero además todo un profesional. Físicamente, además de tener una cara bonita y una sonrisa de pícaro, es muy atractivo y tiene un porte...Por no hablar de su movimiento de caderas cuando baila...
 
Uno de los padres aprovechó para enseñarnos los entresijos del escenario y todo el tinglado técnico. La verdad es que impresiona mucho ver todo desde el escenario, es como un mundo aparte, una nube.
 
El padre nos comentó que no sabía si íbamos a poder estar con ellos en la zona VIP VIP, que seguro podíamos quedarnos en la VIP, reservada a invitados, pero no en la VIP VIP (por llamarla de alguna manera) porque allí solo iban a estar la familia y amigos íntimos. Así que nos dieron la entrada y una pegatina VIP para que no tuviéramos problemas a la hora de sentarnos.
 
Mi hermana y yo estuvimos dando una vuelta por las gradas mientras la gente empezaba a entrar y cuando quedaba media hora para que empezara el concierto nos bajamos a nuestra zona. Localizamos la zona VIP VIP para ver como era y cuando nos acercamos el de seguridad nos dijo que con la pegatina dorada que teníamos podíamos sentarnos en la zona VIP VIP. Mi hermana y yo nos miramos sonriendo y subiendo las cejas para arriba como haciéndolas bailar. Entramos y nos sentamos en primera fila, justo detrás de la zona de prensa. A los diez minutos llegaron mis amigos con los niños y se sentaron a nuestro lado sorprendidos pero contentos de que pudiéramos sentarnos con ellos.
 
El concierto comienza y todo el mundo emocionado cantando y bailando. El montaje era impresionante, tanto las coreografías como los efectos especiales, los vídeos que ponían, el escenario en si, los músicos y por su puesto él. Nos lo pasamos muy bien bailando y cantando casi todas las canciones porque resultó que nos sabíamos la mayoría de las canciones, incluso las últimas de las que sabíamos el estribillo aunque ni si quiera sabíamos que eran de él. Hubo de todo, canciones para darlo todo como María, lenta y emotiva como Tu y yo y clásicos como Vive la vida loca.
 
 
Algo que me gustó mucho fueron las coreografías tan provocativas, tanto con chicas como con chicos, que hacía en cada canción. Así tenía a todo el público, daba igual que fueran chicos o chicas, todos entregados. El espectáculo muy bien montado. Pero el momento mas emotivo para mi de todo el concierto fue cuando Ricky invitó a La Mari de Chambao a cantar con él Tu recuerdo. Cuando estaba dando paso a La Mari confesó que era una de las canciones que mas le gustaban de todo su repertorio.
 
Tras una hora y medio de concierto, Ricky se despidió con su última canción, después del clásico "¡Otra, otra!", nos despedimos por segunda vez de mis amigos y nos fuimos al hotel con muy buen sabor de boca.
 
El concierto genial y la experiencia de conocer a Ricky Martin un placer. Da gusto conocer a estas personas a la que solo has visto en televisión o prensa y que son ídolos para muchas personas y comprobar que, a pesar de su éxito y fama, son personas con los pies en la tierra y, en este caso, encantadores.
 
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miércoles, 3 de agosto de 2011

LO QUE PASÓ DESPUÉS DE OBAMA CON AQUEL CHICO (Tercera parte y última)

Después de esas primeras veces que quedamos, todo ocurrió bastante rápido. Todos los días hablábamos y siempre me invitaba a cualquier plan que tuviera. Con él fuí a los mejores clubs de Nueva York donde entrábamos sin hacer cola y siempre con reservados en mesas por los que, después me enteré, pagaba mas de $600.

Conocí a algunos de sus mejores amigos y compartí con ellos cenas y noches de fiesta. Recuerdo una vez, diciembre, que me dijo que no iba a poder quedar porque tenía la cena de navidad de la empresa. Yo estaba en casa en pijama y fuera un frío que te las pelas, nevando a lo salvaje con pingüinos cruzando la acera y grajos volando a ras. Recibo un mensaje suyo diciéndome que ya habían salido de la cena y que tenía ganas de verme, que porque no me bajaba donde estaba con sus compañeros y así nos veíamos. Yo tenía ganas de verle así que le dije que vale, a pesar de que me daba mucha pereza vestirme y salir a la calle a eso de las doce de la noche nevando y todo pero me preparé.

Cuando voy a salir de casa me llega un mensaje suyo que me dice que la cena había sido de gala así que todos los chicos iban con "tuxedo" y las chicas muy arregladas, que me pusiera algo apropiado. Ni idea de lo que significaba tuxedo...Así que con un ojo pintado y el otro no cojo el diccionario y busco la palabra,  "esmoquín", y yo con cara de nabo..."¿Ya empezamos con los problemas de vestuario?". Ya estaba vestida, con un vestido negro nada sofisticado pero de vestir, y medio maquillada y con el pelo suelto, nada de recogidos o cosas raras, así que le mandé un mensaje diciéndole que no tenía nada tan arreglado medio indignada por no poder ir por no tener nada adecuado pero me contestó que no le importaba, que bajara como quisiera, que tenía ganas de verme y de presentarme a sus compañeros de trabajo y que lo de menos era como fuera vestida.

Me gustó mucho ese detalle porque, a pesar de lo que a él le importaba la apariencia de cara a los demás y teniendo en cuenta que sus compañeros de trabajo y todos los que en ese lugar se encontraban iban de punta en blanco, lo que a él le importaba era verme y disfrutar esa noche conmigo.

Así que me acabé de arreglar y me bajé en metro treinta minutos, para esa época vivía en Harlem, y después anduve unos diez minutos hasta llegar donde habíamos quedado. Cuando llegué no vi ningún local, solo había almacenes viejos o cerrados. De repente le ví salir de uno de los "almacenes". Resultó que no era un almacen si no un garito de moda en el que el acceso estaba medio escondido. Allí me presentó a sus compañeros, todos parecían venir de una cena en la casa blanca. Esa noche fue muy divertida, acabamos cenando a las cinco de la mañana en un francés nuevo que abría solo de diez de la noche a seis de la mañana, un horario un poco extraño en Nueva York.

Las navidades estaban aquí, me quedaban a penas un par de días para venir a España y él también se iba, a Boston, así que pasamos los últimos días antes de irnos quedando y hablando a todas horas. De hecho, él se suponía que se iba un jueves pero me dijo que quería quedarse un día mas conmigo así que cambió el billete y la noche del viernes una de lo mismo, volvió a cambiar el billete para irse un día mas tarde.

A todo esto, dos de mis mejores amigas estaban viviendo en Londres y yo me había gastado casi todo el dinero que tenía ahorrado así que la idea de irme a vivir a Londres después de navidades fue cobrando fuerza y así lo hablé con él.

Llegó el día de la despedida, muy triste, y quedamos en hablar por skype y correos durante las navidades.

Las navidades en España volaron, quedando con todo el mundo, una familia, la otra, comidas, cenas, fiestas, amigos, viajes...Y cuando habíamos llegado a reyes había hablado con él solo un par de veces porque ni si quiera había/habíamos tenido tiempo para hablar, y menos con la diferencia horaria.

Llegué a Nueva York con las ideas claras, no me iba a vivir a Londres porque aun tenía muchas mas cosas que vivir en Nueva York, de hecho pasé un año y medio mas allí.

Quedé con este chico al día siguiente de llegar y la verdad es que las cosas no eran lo mismo. No le había visto en tres semanas pero tampoco le había echado mucho de menos y él parecía que tampoco pero aun así esperé un par de días para ver si era cuestión de ubicarnos.

Salí con unas amigas españolas y de madrugada recibí un mensaje suyo preguntándome donde estaba para ir con sus amigos, se lo dije y allí nos vimos. Esa noche si que sentí que estábamos como antes de ir a España hasta que me soltó "Tengo una noticia" y sonrisita, "¡dime!" "¡He hablado con mi jefe y me voy a Londres en un par de meses a vivir!" "¿Qué?" Esto no podía ser cierto. En estas semanas que yo había estado en Madrid él había hablado con su jefe para ir a vivir, al menos por un año, a Londres pero ahora yo tenía claro que no íba a vivir a Londres, que quería qudarme en Nueva York mas tiempo. Se lo dije y se quedó sorprendido.

Las cosas desde aquí se empezaron a torcer. Él había vivido en Londres años atrás asi que me imagino que él quería vivir allí. Yo tenía claro que no así que así se lo dije. Entre que las cosas se habían enfriado durante las navidades y esto...

Dejamos de quedar con tanta frecuencia hasta que ni uno ni el otro llamaba, solo un par de mensajes a la semana en plan que tal todo.

Despedida de mis amigas españolas que se volvían, vamos a marquee a darlo todo. Me llama este chico para preguntarme que tal y que tenía ganas de verte, que que plan tenía para esa noche. Le digo que no puedo quedar porque ya tenía ese plan y me dice que genial, que le encataba ese club y que se pasaba con unos amigos.

Yo con mis amigos cuando veo que él llega, el club lleno de gente como siempre. Llega con unos amigos y unas amigas y cogen un reservado al otro lado de la sala. Yo saludando a algunos amigos que acababan de llegar pero deseando ir a saludarle porque me había parecido muy majete por su parte por los mensajes de que quería verme y que viniera donde yo estaba para verme.

Me dice mi amiga "¿Eso no es el chico con el que estabas?" Miro y le veo, a distancia. Coge a una de las chicas con las que estaba y se pone a bailar en plan suuuper pegados. Me sentó fatal así que decidí no ir a saludarle y disfrutar con mis amigas que se volvían a España al día siguiente.

A eso de las tres de la mañana se acerca a mi, borracho como un piojo, y me dice "¿No vas a saludarme?" "No te había visto" contesto, "¿Por que estas así? me pregunta él "¿Así como? Estoy con mis amigos" "Venga Marta..." y se va...Aparece otra vez una hora después "¿Al final que vas a hacer? ¿Vas a ir a Londres o no?" "No, ya te dije que prefiero quedarme aquí" yo super borde y picada por la situación. "Pues nada, mejor quedate aquí si, para que vas a ir a Londres, mucho mejor que te quedes. Pues nada, que tengas suerte en la vida" me dice...Y se vuelve a ir. A todo esto mis amigos mirando en plan ¿que pasa? y yo super enfadada porque ademas de haber sido un capullo me estaba cortando el rollo en la despedida de mis amigas así que yo seguí a mi rollo.

A la media hora se vuelve a acercar y me dice "¿Por que te molesta que esté con esta chica si tu y yo ya no tenemos nada?" y yo flipando porque no le había dicho nada de la chica y ni si quiera les había vuelto a mirar. Le dije que me dejara en paz, que no tenía nada mas que hablar con él y que me estaba estropeando la noche. No volvió a acercarse.

Cuando salí del local tenía mas de diez llamadas y la misma cantidad de mensajes que me había mandado pidiéndome perdón y diciéndome que quería hablar conmigo. Apagué el móvil.

Pasaron las semanas y yo no contesté a ninguno de sus mensajes o llamadas. Toda la madurez que había demostrado en estos meses habían brillado por su ausencia aquella noche, no parecía la misma persona...Así que me desengañé totalmente.

Semanas después, poco antes de que él se fuera a Londres, me mandó un mensaje preguntándome que tal iba todo y que le apatecía verme antes de irse. Yo ya había olvidado todo, al fin y al cabo era un buen chico. Así que quedamos, estuvimos tomando algo un par de días y muy bien, tal y como lo recordaba, amable, atento y con buen sentido del humor. Se fue a Londres y de vez en cuando desde allí me ha escrito un correo para ver que tal estaba y, curiosamente, siempre que ha venido a Nueva York en este año y pico me ha escrito para que quedásemos pero he preferido no verle, no se muy bien por que.

Yo acabo de volver de Nueva York en junio y él habrá vuelto a Nueva York en julio, cosas del destino supongo.


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