jueves, 28 de junio de 2012

QUE HACER Y VER UN DÍA EN MILÁN

El estudio en el que vive mi hermana es parte de la residencia para profesores de la Universidad Bocconi, que es donde ella investiga ahora. Así que la primera parada del día fue el campus de la universidad para ello cogimos nuestro primer tranvía.





La Universidad Bocconi es una institución privada de las mas prestigiosas en Europa en el campo de la economía. Aunque quizás esta universidad es mas conocida entre el común de los mortales por ser la universidad a la que asiste Andrea Casiraghi, el polémico hijo de la Princesa Carolina de Mónaco pero también porque el actual presidente de la universidad, Mario Monti, se ha hecho cargo de la riendas del país como experto en economía para intentar sacar a Italia de la crisis.




Después de un buen capuccino acompañado de un delicioso bollito de chocolate nos pusimos a andar por las calles de Milán. Es una ciudad bastante accesible a pie, sobre todo la zona mas importante de la ciudad. Casi todo lo mas importante que visitar en Milán cerca de la Plaza de la Catedral.

El Duomo de Milán es la catedral gótica mas grande del mundo. Es una construcción impresionante en medio de la mayor plaza de la ciudad. Las otras veces que había visitado la ciudad la catedral estaba endamiada por lo que no había podido ver la fachada de la Catedral, solo intuirla.




Afortunadamente, los trabajos de restauración han acabado y ahora se puede disfrutar completamente de la Catedral. Recomiendo subir a la terraza de la Catedral desde donde contemplar unas bonitas vistas de la ciudad pero también ver otra parte de la Catedral no tan obvia.

En la misma plaza del Duomo se encuentra La Galleria Vittorio Emanuele II. En un principio esta galeria de la Belle Epoque fue creada para comunicar la Piazza del Duomo con la Piazza della Scala pero mas tarde se convirtieron en un lugar de encuentro, donde comprar, tomar un helado o un Campari.




Al cruzar la galería se llega a la Piazza della Scala donde te encuentras unas escultura en honor a Leonardo Da Vinci. A mano derecha de la escultura se encuentra el mítico Teatro de la Scala, lugar de culto para los amantes de la ópera.




Si no tienes la oportunidad de vivir una de las representaciones, te recomiendo que visites el Museo de la Ópera desde donde podrás ver parte del Teatro.

Desde aquí caminamos hacia el cuadrilátero de la moda que no es mas que la convergencia de varias calles dedicadas principalmente a la venta de ropa. Aunque lo que realmente llama la atención es la cantidad de tiendas de moda cara que hay en tan pocos metros cuadrados.

Volviendo atrás en nuestros pasos, cruzando la Piazza Mercanti y bajando por la Via Dante, una animada avenida llena de terrazas, llegamos al Castillo Sforzesco.

En este castillo se encuentra 3 de los museos mas importantes de la ciudad pero lo que a mi mas me gusta y llama la atención es la fortificación tan bien conservada del castillo, con su antiguo foso ahora convertido en un lugar de cesped donde tumbarse o sentarse a comer un sabroso gelato italiano.

Fue al salir del castillo por una de sus puertas principales cuando nos encontramos con unos novios que aprovechaban la belleza de la fortificación para hacerse las fotos de la boda.




A la salida del Castillo directamente entras al Parque Sempione donde nos encontramos con una competición de baloncesto infantíl con música de fondo y mucho ambiente. Al fondo el Arco de la Paz. Un bonito paseo que te relaja después de tanto paseo.




Desde aquí cogimos el metro hasta el Navigli que es una de las zonas mas populares de Milán y con mas ambiente tanto por el día como por la noche. A ambos lados del río se pueden encontrar casitas con restaurantes y tiendas pequeñas.

Lo que es típico en esta zona a media tarde es el aperitivo que no es como el nuestro que se toma antes de comer si no que se trata de un picoteo antes de cenar o incluso cena. Los bares tienen un buffet con comida para picotear. Te cobran unos 5€ por la bebida y toda la comida que quieras pero es algo ligero pero suficiente. 



Esta zona me encantó, no es tan conocida pero me pareció muy divertida y con mucho encanto.

Lo que nos quedó por ver, dentro de lo fundamental de Milán, fue La Última Cena de Leonardo Da Vinci que se encuentra en el convento de Santa Maria de Grazie. El problema es que es muy difícil conseguir cita para verlo ya que se necesita mucha antelación para poder conseguirlo. He estado tres veces en Milán y ninguna de estas veces he podido ver La Última Cena, espero que la próxima sea la buena...


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viernes, 22 de junio de 2012

DE FINDE A MILÁN, COMPARTIENDO AVIÓN CON AGATHA RUIZ DE LA PRADA Y TAMARA FALCÓ PREYSLER

Aprovechando que mi hermana se ha ido a vivir unos meses a Milán hemos decidido ir un finde largo a verla. Yo ya he estado un par de veces en Milán pero mis padres no lo conocían así que la idea era llegar allí el viernes por la tarde-noche, pasar el sábado visitando Milán, el domingo hacer una excursión por Cinque Terre y el lunes despedirnos y hacer las últimas compras por Milán.

Salí de trabajar del hotel a las ocho y media de la mañana, llegando a casa a eso de las 9:30 gracias al maravilloso atasco que todos los días por la mañana se hace a la entrada de Madrid. El avión salía a las tres de la tarde así que me dio tiempo a poco mas que hacer la maleta, una ducha rápida un trae que me tiro un poquito en el sofá, un rápido rápido que tenemos que ir con tiempo y poco mas...

Así que llegué al aeropuerto con un ojo pipa del sueño que tenía deseando embarcar, sentarme en el avión y dormirme sin necesidad de chupete. Así coloqué las maletas de mis padres, las mías y me senté en el asiento del pasillo. Al parecer el avión iba lleno porque no paraba de pasar gente.

Abro un momento un ojo, mientras la gente terminaba de embarcar, y veo unas nubes viniendo hacia mi. Pero además esas nubes estaban apoyadas en unas flores de colores chillones que a su vez acababan en unas medias de rayas de colores...¿Me había dormido? ¿El sueño me estaba volviendo loca? No...Agatha Ruiz de la Prada y su hija iban dos asientos detrás del mío en el avión...

Vuelvo a cerrar el ojo un tanto sorprendida por el hecho de que una persona con el dinero de Agatha Ruiz de la Prada vuele en una compañía de bajo coste como easyjet a Milán y empiezo a oír a un grupo de chicos bastante pijetes hablando en español e inglés mezclando idiomas sin problema como si fueran uno. No abro ni el ojo porque solo quería que se callaran para poder dormir algo. Que si me encanta tu bolso, que si mis zapatos son de Elena Benarroch, que si ese estilo de pantalón te estiliza...Abro el ojo con cara de compasión para ver si podía hacer algún efecto en ellos para que pararan y veo a mi lado sentada a Tamara Falcó Preysler...Cara a cara, mejor dicho, cara con ojeras y ojos gacheros a cara tratada con crema de polvo de diamantes. Y fue aquí cuando conocí el infierno.

No es que fueran maleducados o que hablaran alto, el tema es que no se callaban y encima hablaban de unas cosas que me daban un poco la risa. Si la forma de hablar de esta chica en español es bastante pijo, imaginatela hablando en inglés... patata no, patatal. Pero he de decir que lo hablaba muy bien. Un de las frases que dijo Tamara que mas me gustó fue la de "Super so far away" que se traduciría algo así como mega mega super ahy ahy ahy ahy venga dale dale dale lejos. Osea, de donde viene Shrek.

Cuando llevábamos la mitad del camino, yo seguía intentando dormir de todas las posturas posibles pero nada, empieza a gritar una chica "¡Por favor Por favor! ¡Que se muere!" Todo el mundo se pone de pie mientras la chica coge a su marido de la cabeza y mira desesperadamente de un lado para otro hasta que un pasajero dice "Soy médico, déjenme ver que ocurre" y se dirige hasta el asiento del chico que se había desmayado.

El doctor consigue reanimarle mientras los azafatos van a por algún medicamento para ayudar al pasajero. Lo peor ha pasado, ya está mejor aunque permanece tumbado en el pasillo del avión con las piernas en alto.

A la llegada a Milán, una ambulancia esperaba al pasajero para comprobar que el chico se encontraba bien y no necesitaba de mas atención médica.

A estas alturas yo ya tenía los ojos como un búho. No es que no pudiera dormir durante el vuelo es que gracias a todo lo acontecido en el vuelo no se si podría dormir esa noche.

Cogimos el tren Malpensa Express hasta la Estación Central de Milán y desde allí un taxi hasta la casa de mi hermana que estaba como a unos veinte minutos andando a la Plaza de la Catedral.


¡¡BENVENUTI IN ITALIA!!



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jueves, 21 de junio de 2012

INFORMACIÓN DE INTERÉS SOBRE JAPÓN


Aquí dejo alguna información útil sobre mi viaje por si a alguien le puede ayudar.

Alojamiento:

En Japón se pueden encontrar fundamentalmente tres tipos de alojamientos:

-Ryokan: es el típico alojamiento tradicional cuyas camas son meros tatamis en el suelo sobre los que dormir con una pequeña colcha como abrigo. Me hacía ilusión probar uno al menos pero no sabía si me iba a levantar al día siguiente con la espalda destrozada por la falta de costumbre así que al final no me arriesgué.

-Hoteles colmena. Son como una especia de cápsulas individuales apiladas unas sobre otras donde básicamente solo puedes dormir. También quería probar este pero la amiga con la que iba tenía claustrofobia así que lo descartamos.

-Habitación de hotel clásico: la típica habitación de cualquier hotel pero con unas dimensiones un poco menores tanto en la habitación como en la propia cama. Al final es por el que nos decantamos, por comodidad, pero me he quedado con las ganas de probar los otros dos, algún día...

Por comodidad, decidimos hacer base en Tokio y en Kioto y desde allí movernos a las diferentes excursiones. Si tienes entre una semana y dos para visitar Japón es lo que te recomiendo.

El hotel que nosotras elegimos en Tokio lo recomiendo totalmente pro localización, precio, calidad, trato, limpieza...Os dejo aquí el enlace:


El hotel en el que dormimos en Kioto también lo recomiendo porque está muy bien situado, es limpio, el precio está bien y además porque en la azotea tiene uno spa gratuito para los huéspedes. Este es el enlace:


Transporte:

La mejor forma de moverse en Tokio es en metro o en lo que llamaríamos aquí cercanía, los trenes JR.

La mejor forma para moverse en Kioto es en autobús ya que el metro no es especialmente bueno.

La mejor forma de moverse en el resto de los lugares visitados, aunque también incluiría Tokio y Kioto salvo distancias muy grandes, es andando, para poder empaparte lo máximo de las cosas que vas viendo.


La mejor forma de moverse por Japón es comprando el JR Pass que solo puede ser comprado por extranjeros en sus paises de origen, no se puede comprar en Japón. En Japón se activa el billete al llegar pero se compra antes de llegar.

Os dejo aquí un enlace a la página donde os explican todo: 


Horario y precios de los lugares visitados:

Templo Sensoji en Tokio:

Horario: todo el día.

Precio: Gratuito.

Como llegar: estación JR Asakusa.

Mercado de Tsukiji en Tokio:
Horario: La subasta del atún tiene lugar todos los días entre las 5:00 y las 6:30 de la mañana. Pero recomiendo estar antes de las cinco para poder coger lugar en la cola que se hace para poder entrar ya que solo pasan al día dos turnos de sesenta personas cada grupo.

Precio: gratuito.

Como llegar: mejor coger un taxi ya que el metro no está abierto tan pronto.

Templo Engakuji en Kamakura:

Horario: 8:00 a 17:00

Precio: 300 Yenes

Como llegar: estación de tren JR Kamakura.

Templo Tokeiji en Kamakura:

Horario: 8:00 a 17:00

Precio: 100 Yenes

Como llegar: estación de tren JR Kamakura.

Daibutsu en Kamakura:

Horario: 8:00 a 17:30

Precio: 200 Yenes

Como llegar: estación de tren JR Kamakura.

Templo Hase en Kamakura:

Horario: 7:00 a 18:00

Precio: 300 Yenes

Como llegar: estación de tren JR Kamakura.

Santuario Toshogu en Nikko:

Horario: 8:00 a 16:30

Precio: 1000 Yenes (incluye 3 templos).

Como llegar: estación de tren JR Nikko y luego caminar durante cuarenta minutos o coger el autobús que sale desde la estación de autobuses.

Templo Rinno-ji en Nikko:

Horario: 8:00 a 16:30

Precio: 1000 Yenes (incluye 3 templos).

Como llegar: estación de tren JR Nikko y luego caminar durante cuarenta minutos o coger el autobús que sale desde la estación de autobuses. Andando desde Toshogu.

Fushimi Inari en Kioto:

Horario: todo el día.

Precio: Gratis.

Como llegar: desde la estación de tren de Kyoto hasta la estación de JR Inari.

Templo Sanjusange-do en Kioto:

Horario: 8:00 a 17:00.

Precio: 600 Yenes.

Como llegar: cogiendo cualquiera de los autobuses 100, 206 o 208 en la estación de tren de Kioto o andando.

Templo Kiyomizudera en Kioto:

Horario: 6:00 a 18:00.

Precio: 300 Yenes.

Como llegar: cogiendo cualquiera de los autobuses 100 o 206 en la estación de tren de Kioto o andando.

Castillo Nijo en Kioto:

Horario: 9:00 a 17:00.

Precio: 600 Yenes.

Como llegar: estación de metro Nijojo-Mae.

Templo Kinkakuji en Kioto:

Horario: 9:00 a 17:00.

Precio: 400 Yenes.

Como llegar: cogiendo cualquiera de los autobuses 101 o 205 en la estación de tren de Kioto.

Templo Daitokuji en Kioto:

Horario: 9:00 a 16:30.

Precio: Gratis.

Como llegar: cogiendo cualquiera de los autobuses 205 o 206 en la estación de tren de Kioto.

Templo Ryoanji en Kioto:


Horario: 8:00 a 17:00.

Precio: 500 Yenes.

Como llegar: cogiendo el autobús 59 en la estación de tren de Kioto. 



Templo Ginkakuji en Kioto:

Horario: 8:30 a 17:00.

Precio: 500 Yenes.

Como llegar: cogiendo el autobús 100 en la estación de tren de Kioto. 

Museo Memorial de la Paz en Hiroshima:

Horario: 8:30 a 18:00.

Precio: 50 Yenes.

Como llegar: para llegar al Parque Memorial se coge el tranvia número 2 desde la estación de tren de Hiroshima y el resto se hace andando. 







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miércoles, 20 de junio de 2012

LO MEJOR Y LO PEOR DE JAPÓN

Siempre digo lo mismo pero está claro que en menos de dos semanas que he estado en japón solo he podido hacerme una idea de lo que es el país y no sería justo hablar como si fuera una experta en Japón pero las sensaciones que he tenido o las experiencias que he vivido en este país me hacen llegar a las siguientes conclusiones:

Lo Mejor de Japón:

-La gente. Lo que mas me ha gustado de Japón es como es la gente entre ellos y con los extranjeros. Tienen unos valores difíciles de encontrar hoy en día. Son confiados porque no ven tanta maldad, son muy respetuosos porque dan por hecho que tu lo eres también con ellos, son pacientes, amables, acogedores, muy limpios, extremadamente ordenados y puntuales. Funcionales a todos los niveles, quizás se dejan llevar poco por su instintos porque son reservados y muy correctos. En mi opinión, les faltaría un poco de pasión, de sangre en las venas pero son de las mejores personas que he encontrado en los treinta países que ya conozco.

-La tranquilidad. A pesar de ser macrociudades, tanto en Tokio como en Kioto, cada pocos metros encuentras oasis de paz donde desconectar, rezar, pensar. Es algo parecido a lo que podría pasarnos a nosotros con las iglesias pero la diferencia es que allí los templos están rodeados de jardines, estanques, peces y los edificios son hechos de materiales de la tierra por lo que todo está mas ligado a la naturaleza y al hecho de desconectar, no tanto a una religión u otra.

-El contraste. Japón es un país de contrastes continuos. Paz y ritmos de locura en sus ciudades. Tradición y modernismo. Aislamiento y aperturismo. Creo que la clave de que sea una cultura tan especial es que en casi todas estas cosas mantienen un equilibrio perfecto entre unas y otras que les permite evolucionar sin dejar de mirar atrás.

-La comida. Además de ser deliciosa, es original, muy sana y me arriesgaría a decir que la gran mayoría de esta bastante mas ecológica que la que podemos encontrar en otras partes del mundo.

-La cultura auténtica. Han sabido mantener sus tradiciones ancestrales hasta día de hoy y además se sienten muy orgullosos de ellas. Es un país poco manipulado por la globalización donde encuentras cosas únicas y auténticas que tienen siglos y siglos de existencia. No he conocido un lugar mas auténtico y original que Japón.

-La organización. Todo está medido al dedillo, Aunque vayas a una de las estaciones principales de Tokio en hora punta no hay empujones, aglomeraciones, colas...Parecen que todo están acompasados para no molestarse los unos a los otros en un orden imaginario dictado por nadie. Creo entender que son tan ordenados porque desde pequeños son adoctrinados para ello ya que siendo tantísima población en un espacio relativamente pequeño y siendo además una isla bastante aislada, si no tuvieran este orden sería un completo caos.


Lo peor de Japón:

-Tarjetas de crédito. Durante los últimos dos días estuvimos con a penas unos diez euros al cambio en efectivo. La idea era pagar con tarjeta pero es sorprendente que, con lo avanzado que es Japón, en muchos sitios no aceptaran tarjeta. Pero lo peor de todo es que, ciñéndonos solo a los sitios que aceptaban tarjeta Visa y/o Mastercard que eran las que nosotras llevábamos, a la hora de pagar no aceptaban la tarjeta. Todas las tarjetas tenían fondos y habían sido usadas en países del mundo como Brasil, Estados Unidos, Marruecos, Estambul...Pero aquí no nos la aceptaban. Decían que era porque el datáfono no era compatible por lo que nos las vimos y deseamos para poder sobrevivir los últimos dos días.

-El idioma. A parte de no entender los menús en los restaurantes, muchas calles, estaciones de tren o metro y demás cosas fundamentales estaban escritas solo con carácteres japoneses por lo que era muy difícil para nosotras descifrar lo que ponía. Al ser un idioma completamente diferente al nuestro era imposible deducir algo de lo que ponía pero además de eso es que no encontramos mucha gente que hablase inglés así que nos limitábamos a hacernos entender con un poco de inglés, algunos gestos y mucha paciencia gracias a su simpatía.



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martes, 19 de junio de 2012

LA COMIDA Y LOS RESTAURANTES EN JAPÓN

Está claro que cada país, incluso cada región en el mundo tiene su estilo de cocina, sus ingredientes, sus platos típicos, sus condimentos o especias...Y después de haber probado comidas de muchos lugares del mundo, he de decir que la comida de Japón es de las mas sanas que he comido y también de las mas curiosas.

La dieta japonesa se basa principalmente en las verduras y el arroz, que están presentes en casi todos los platos, y es complementada por la ternera, el pollo y especialmente el pescado.



La forma de cocinar la mayoría de sus platos es de forma natural y sencilla, sin copiosas salsas, pesados ingredientes o especias picantes. La mayoría de los platos son sencillos, cocinados al vapor, a la plancha, al fuego pero con los ingredientes fundamentales, nada mas. Y por su puesto, el famoso sushi y el sashimi, pescado crudo sin sazonar.

A pesar de no tener fuertes ingredientes, el sabor de cada uno de sus platos es intenso, no como pasa en muchos lugares del mundo donde te tomas un tomate y no te sabe a nada. Probablemente porque su forma de agricultura es mucho mas tradicional, natural y ecológica.

La gastronomía japonesa va mucho mas allá del sushi. Tienen deliciosas barbacoas a base de carne de res finamente cortada que se moja en diferentes salsas que maxifican su sabor.

La famosa sopa miso, de textura un tanto densa que lleva tofu, unas algas verdes gelatinosas y otros ingredientes como huevo o verduras. Esencial para los días de frío.

Los tallarines de diferentes ingredientes, tamaños y grosores forman parte de los platos esenciales también. Udon, Soba, Somen, Ramen, son presentados en un caldo con verduras y huevo e incluso con algo de carne o en seco para ser mojados en salsas.

El entrante mas famoso es el edamame que no son otra cosa que las vainas de soja hervidas o a la plancha con sal por encima que se comen como pipas.

Mucho platos son elaborados con tofu pero a mi personalmente no me gusta mucho porque carece de sabor y su textura es un tanto extraña para mi. En pocas cantidades no es un problema pero en grandes no es plato de mi gusto la verdad.

La salsa de soja no falta en ninguna mesa japonesa. Es usada para el sushi pero también para otros platos aunque también hay otras salsas de similar textura y color pero con sabores diferentes que también son usadas frecuentemente.

Una de esas salsas es la específica que se usa para mojar los gyozas que son una especie de raviolis rellenos normalmente de verduras o de cerdo cocinados al vapor o pasado por la plancha que también son comunes entrantes.



La tempura suelen ser verduras, gambas, setas fritos en una capa mas fina que nuestros fritos que los hace mas ligeros.

En cuanto a los dulces, los dulces japoneses no son muy muy dulces. Se ve que  no usan tanto azúcar. Mi postre favorito es el mochi que es un pastel de arroz con textura como de gominola blanca que no tiene mucho sabor pero que normalmente va relleno de chocolate, te verde, una especia de judía dulce que usan ellos para los postres etc etc. Pero mi favorito es el que va relleno de helado de vainilla y congelado en el congelador, ¡Me encanta!


Los rollitos como el california roll y todos otros tipos que podemos encontrar tanto en restaurantes japoneses en Japón como en el resto del mundo, son producto de una fusión japonesa-americana, no son platos tradicionales japoneses pero están muy buenos aun así.

La diferencia entre el sushi y el shasimi es que el sashimi son finas capas de pescado crudo, nada mas. El sushi es lo mismo pero están apoyados en una masa de arroz compacto que le da un sabor diferente. La cantidad de sushi y sashimi que puedes encontrar en Japón es increible y todo fresco fresco fresco. Por los amantes del sushi, como es mi caso, es la perdición porque puedes pasar días y días comiendo sushi sin reparar en otro tipo de comida japonesa, ¡gran error!.



Algo que realmente me sorprendió de la comida japonesa es que muchas veces, yo que soy de buen comer y que me gusta todo tipo de comida, probaba algo y como el sabor y/o la textura eran tan diferentes a cualquier cosa que hubiera probado antes no sabía decir si me gustaba o no. Eso me pasó sobre todo los primeros días, después tu paladar se va acostumbrando y lo que te parecía extraño empieza a gustarte sin miramientos. Es como si nuestro paladar tuviera miedo a lo desconocido y se quedase bloqueado al probarlo. Y cuando digo desconocido me refiero a verduras y frutas que nunca antes había visto y con sabores muuuuuuy diferentes a las nuestras.

La gastronomía japonesa es una aventura en si misma. Es algo muy importante en un viaje a Japón porque te hace abrir tu mente a cosas diferentes, que es en definitiva lo que tendrás que hacer en este país en muchos otros contextos, y además te enseña sabores muy diferentes y a comer sano.

En cuanto a los restaurantes japoneses, nosotras queríamos conocer cinco tipos básicos:

- El especializado en tallarines en sopa. Este fue en Tokio, casualmente encontramos mi restaurante japonés favorito en Nueva York en Tokio así que entramos sin dudarlo.


- El especializado en sushi sentadas en mesas normales. Deliciosos tipos de sushi, algunos desconocidos para nosotras, a un precio asequible en cualquier lugar de Japón.




-El especializado en sushi pero que tiene unas barras giratorias con platos de diferentes colores con diferentes tipos de sushi que tu vas cogiendo y según la cantidad de platos y los colores de estos te cobrarán al final.

- Los kioskos especializados en bento que son unas bandejas con un poquito de todo para llevar que vienen muy bien para el tren o para comer en un parque o si estas cansada llevártelas a casa después de un día duro.

-El tradicional restaurante japonés en el que comes en un tatami en el suelo con mesas bajas.

-Y por último el típico pequeño restaurante que no sale en las guías regentado por una familia, y cuando digo familia hablo de tres o cuatro generaciones de una misma familia, en los que la cocina es abierta así que puedes ver todo el proceso del plato que te vas a comer al final. Increiblemente agradecidos, simpáticos y serviciales aunque la abuelita tenía un genio...jejeje. Me regañó por querer usar la salsa de soja para los gyoza, que todo el mundo sabe que se mojan en otra salsa especial :)

Algo divertido a veces y desquiciante otras fue el hecho de que en muchos restaurantes japoneses no se habla inglés pero además es que el menú está solo en japonés así que o juegas a pedir marcando con el dedo y a ver que toca o buscas otro. En otros hablaban un poco de inglés o al menos tenían fotos en el menú japonés así que te podías hacer una pequeña idea de lo que ibas a pedir.



Es la primera vez en mi vida que en un viaje he perdido peso. Ni si quiera cuando hice el camino de Santiago el año pasado, caminando todos los días entre 15 y 20 Km perdí peso...



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ÚLTIMO DÍA EN KIOTO Y EN JAPÓN, TEMPLO GINKAKUJI Y DESPEDIDA


Era nuestro último día en Kyoto pero además el último en Japón así que con toda tranquilidad e intentando hacer que el tiempo fuera mas lento de lo que iba, nos fuimos caminando hasta uno de los templos mas bonitos de Kyoto, el Templo Ginkakuji o Pabellón de Plata.

No se muy bien porque es llamado Pabellón de Plata porque lo cierto es que no tiene nada de plata, ni si quiera plateado. Desde la estación de tren de Kyoto hasta el templo hay unos cuarenta minutos andando, nada imposible de hacer pero hacía mucho calor y lo peor de todo es que nos habíamos quedado sin efectivo, era domingo, por lo que no podíamos cambiar euros ni sacar dinero de un banco y en ningún super mercado nos aceptaban tarjeta... Así que teníamos justo dinero para comprar 2 botellas pequeñas de agua, tan justo que nos sobró solo un céntimo...Así que ni desayuno ni nada, y a administrar bien el agua que no había mas que eso. Solo por esto, no poder beber mucho con el sol que hacía, se nos hizo un poco largo el camino. Para quien quiera hacerlo en autobús, desde la estación sale el número 100 y deja en el templo. Nosotras no teníamos dinero ni para el autobús...

La calle que tienes que subir hasta llegar al templo está llena de tiendecitas de recuerdos, de puestos de comida y helados, de bebidas...Con el calor que hacía, el producto estrella era sin duda el helado, la mayoría lo tomaban de te verde, y basta que no puedas para que lo quieras...Hubiéramos matado por un helado, pero no había capital. Teníamos mas hambre que los pavos de Manolo pero en ningún sitio aceptaban tarjeta Visa o Mastercard pero lo que si aceptaban era a turistas curioso por probar los dulces típicos japoneses....En todas las tiendas de dulces había muestras de unos dulces típicos suyos, dulces que no son muy muy dulces, y aunque ya los habíamos requete probado mil veces durante el viaje, el hambre nos indujo a "reprobar" los dulces en todas las tiendas de esa calle y a aceptar todas las tazas de te, caliente o frío, no importaba, que nos ofrecían.




 
Una vez desayunadas, entramos en el Templo. Puede parecer que visitar tantos templos llega a ser aburrido o repetitivo pero en absoluto. Cada templo es completamente diferente a lo que hayas visto antes, cada uno destaca por una cosa que los otros que has visto no tenían o no tenían tan grande o tan especial.
En este caso, lo que mas me sorprendió, mas allá de la belleza en si de las edificaciones, fue la montaña donde se encuentra el templo desde la que puedes ver Kyoto. Al entrar, un pasadizo de paredes de vegetación te da la bienvenida y te lleva hasta un precioso jardín de arena blanca perfectamente rastrillado creando imágenes.


Pequeños altares aparecen durante el recorrido de manera espontánea hasta llegar al edificio principal, con su magnifica terraza de madera que sobresale de la montaña para hacerte sentir volar sobre Kioto.


En este Templo hay una curiosa tradición que dice que si una persona camina desde una roca del amor a la otra roca del amor, dos rocas especiales que distan una de la otra unos quince metros, con los ojos cerrados y consigues tocar la segunda sin desviarte y sin que nadie te indique, entonces encontrarás al amor de tu vida.

Yo lo hice, mas quizás por la curiosidad de si lo conseguiría que por otra cosa pero el caso es que lo conseguí y todos sabemos que la sabiduría tradicional japonesa es muy precisa así que a la espera me quedo :)

 
Según sales del templo a la calle de las tiendecitas, girando a la derecha hay una calle muy bonita con tiendecitas que dan a los escalones de esta calle. Un lugar con mucho encanto lleno de tradicionales casas de té donde tomarse un respiro y descansar. Esta zona con sus estrechas callejuelas es de las que mas me ha gustado de todo Kyoto, quizás no salgan en las guías pero merecen la pena.



Al final de la calle, sin esperarlo, nos encontramos con un pequeño templo. Al entrar en el recinto vimos un enorme buda de piedra que salía de entre la vegetación de la montaña, impresionante. Quisimos entrar a verlo mas cerca pero ya estaba cerrado. Continuamos por el recinto hasta llegar al templo principal y fue allí donde nos encontramos un jardín de arena blanca donde se podía ver, hecho con rocas de la zona, la cola de un dragón entrando y saliendo de la arena. Algo super original y elegante que nos encantó.



 
Al salir del templo unas empinadas escaleras bajaban hasta una de las calles que llevan al Parque Maruyama donde se encuentra el cerezo mas antiguo y bonito de la ciudad. La pena es que ya no estuviera en flor, pero cuando vuelva a Kyoto procuraré que sea en época de floración para poder verlo.



Aquí llego la última situación curiosa del viaje. Después de preguntar en cuatro o cinco restaurantes si aceptaban tarjeta de crédito y de que nos dijeran que no, llegamos a un restaurante con mas hambre que Tobias en el que si que aceptaban. Comimos muy bien, bastante cantidad y todo muy rico. No nos privamos porque era nuestra última como en el país así que nos dejamos llevar.

Cuando fuimos a pagar, el dueño pasa la tarjeta y da error. Vuelve a pasar la tarjeta hasta cinco veces. Le damos otras dos tarjetas de crédito que llevábamos para probar, nada. Nosotras con una vergüenza...Pero claro, se suponía que si que aceptaban, de hecho insistimos mucho con eso al preguntar y el dueño nos dijo que si, que no había problema.

Media hora después de pasar las tarjetas sin éxito, llamar a atención al cliente de Visa y Mastercard y de que nosotras pasáramos un mal rato, le dije al hombre que lo único que se me ocurría era que nos diera un número de cuenta y que cuando llegáramos a España le hiciésemos una transferencia por el valor de la comida.

El señor nos dijo que no era nuestra culpa y tras disculparse repetidamente mi amiga se dio cuenta de que llevaba veinticinco euros en la cartera. Por supuesto, el valor de la comida era mas del doble de eso pero era lo único que podíamos ofrecerle. 

El dueño nos dijo que le parecía bien que le diéramos esos euros ya que al fin y al cabo no había sudo nuestra culpa y que sentía mucho todo... Salimos del restaurante sin poder creer lo que acababa de pasar, no en si el quedarnos sin dinero si no la reacción del señor.

Otro ejemplo de lo serviciales que son los japoneses, de la poca picaresca que tienen, de la forma que tienen de sobrellevar los problemas, de la calma, del cuidado por el visitante, huésped, cliente...Una reacción ejemplar. ¿Qué hubiera pasado si esto nos hubiera ocurrido en Nueva York, Madrid, Londres...?

Desde aquí nos fuimos caminando hasta Gion para despedirnos de la ciudad y de Japón desde uno de los lugares mas auténticos que habíamos visto en todo el país. Quizás no el mas antiguo o mas característico pero si un ejemplo de lo que es en si Japón, un país muy moderno pero que tiene como espina dorsal su tradición, cultura y patrimonio respetándolo y manteniéndolo en su día a día.




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jueves, 14 de junio de 2012

HIROSHIMA Y MIYAJIMA

Hoy iba a ser un día especial. Llevaba muchos años queriendo visitar Hiroshima. He visto muchos documentales sobre lo que ocurrió el seis de agosto de 1945. Aquel bombardeo atómico, junto con el de Nagasaki, que puso punto final a la segunda guerra mundial. Se tratan de los únicos ataque con bomba atómica de la historia, y espero que los últimos.

Se estima que antes de que acabara el año del bombardeo, la bomba de Hiroshima había matado a mas de 140.000 personas y la de Nagasaki a mas de 80.000.

Desde Kioto en el tren de alta velocidad se tarda menos de dos horas. Al llegar a la estación, la mejor forma de llegar al Parque Memorial de La Paz es cogiendo un tranvía que tarda unos diez minutos en llegar.

Lo primero que te encuentras al bajar del tranvía es La Cúpula Genbaku, que es el único edificio que quedó en pie después del bombardeo. Se dejó tal y como quedo que sirve hoy como símbolo de esperanza en la paz mundial y la eliminación de las bombas atómicas.




Es impresionante pensar que es el único edificio que no fue destruido. Antes de que ocurriera lo de la bomba atómica Hiroshima era una ciudad como lo que puede ser hoy Valladolid o algo así. No podría imaginarme que de repente, en un abrir y cerrar de ojos la ciudad desapareciera por completo.



Cruzando el puente, reconstruido, llegamos al Parque Memorial de la Paz. Nada mas llegar vemos a una gran cantidad de niños de diferentes colegios llegando a La Estatua de los Niños de la Bomba Atómica.



Se trata de un monumento en honor a la gran cantidad de niños que murieron tras el bombardeo. A los pies de la estatua encontramos a un grupo de niños que al llegar mantuvieron silencio y, mientras empezaba a caer una fina cortina de agua, al unísono empezaban a cantar una preciosa canción muy emotiva para recordar a los niños víctimas de la bomba de Hiroshima.




Fue algo tan emotivo. Se pusieron los pelos de punta, un nudo en la garganta y un sentimiento de pena que aun hoy al recordarlo vuelve a mi. Después de la canción, un minuto de silencio con la cabeza reclinada.

Algunos de los niños dejaron unas ofrendas de colores hechas a base de mini pajaritas de papel. Fue aquí cuando nos enteramos de la historia de Sadako Sasaki.

Sadako Sasaki fue una niña que vivía en Hiroshima cuando explotó la bomba atómica. Para entonces solo tenía dos añitos pero pareció no afectarle ya que creció fuerte y sin problemas. Nueve años después, de repente, mientras corría en un parque, se cayó en el suelo. Fue entonces cuando fue diagnosticada con leucemia, o también conocida como "enfermedad de la bomba A".

Su mejor amiga le recordó una vieja tradición sobre una persona que hizo 1000 grullas de papel (origami) y como agradecimiento los dioses le concedieron un deseo. Así que su mejor amiga le regaló una grulla hecha de papel dorado diciéndole "aquí tienes tu primera grulla" para que completase las 1000 grullas y pudiese pedir el deseo a los dioses de curarse.

Llegó a hacer 644 grullas de papel pero al final la enfermedad pudo con ella cuando tan solo tenía doce años. Sus compañeros de escuela acabaron las 256 grullas que faltaban para completar las 1000 pero miles de niños en Japón y en todo el mundo se unieron a ellos haciendo mas y mas grullas de papel para pedir la paz en el mundo y para recordar a todos los niños que murieron a causa de las dos bombas atómicas.




Caminando sobrecogidas por el parque llegamos a la llama de la paz y al Cenotafio Memorial. Un lago en medio y los jardines que rodean la zona dan mucha paz a este parque donde tanto horror ocurrió. A través del Cenotafio Memorial se puede ver de fondo la cúpula en pie y la llama de la paz.




Por una cantidad simbólica, unos cincuenta céntimos de euro, entramos al Museo Memorial de la Paz. Es un museo que sobrecoge por lo gráfico que es. En él se cuenta la historia de porque fueron elegidos Hiroshima y Nagasaki, de cuando se tomó la decisión, quien la tomo, como se llevó a cabo y las consecuencias que tuvo.




Es brutal ver las fotos que en el museo se exponen sobre como la gente, después de la bomba, buscaban desesperadamente refugiarse y buscar a sus seres queridos.




Aunque poco días después de lo que ocurrió, creo que esto va en la personalidad y la forma de ver la vida de los japoneses, intentaron volver a empezar de cero, que el tiempo no se parase en aquel fatídico día, había que seguir adelante. Por eso surgieron hasta escuelas improvisadas en plena calle.




Después de un día bastante intenso, un repaso por la historia y aprender bastante sobre lo que ocurrió en Hiroshima, nos cogimos un tren hasta Miyajima que es una isla muy curiosa bastante cerca de Hiroshima.

Bastante curiosa porque es una isla donde, además de que los cervatillos viven salvajes sin molestar y sin ser molestados, en ella existe un enorme Tori en el mar, si si, en el mar.




Cuando la marea está alta el Tori es cubierto por el mar dejando una imagen muy curiosa ya que parece que está flotando. Cuando la marea está baja se puede ver el Tori en la playa de la isla.




El problema es que un par de semanas antes de llegar nosotras hubo una tormenta muy grande que afectó notablemente el Tori por lo que estaba en restauración por lo que los andamios no permitían ver bien el Tori aunque si que se podía intuir.




De vuelta en el ferry, despidiéndonos de Miyajima y de sus cervatillos, nos paramos a pensar las cosas tan maravillosas que puede hacer el hombre y como a su vez es capaz de hacer cosas tan terribles...




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