miércoles, 6 de abril de 2011

¡VIVIENDO CON MCGIVER Y YO SIN SABERLO!

Doce de la noche y recibo una llamada de mi compañero de piso, yo cuidando a unos gemelos. Cuando voy a coger el teléfono mi batería muere y no puedo responderle pero afortunadamente tengo mi portátil y como aquí todo el mundo, menos yo, tiene Internet en el móvil, le mando un correo para saber que quería.

“¡Hola! Estoy cuidando a los gemelos. Mi batería ha muerto y por eso no te he podido contestar. ¡Dime!”

“Estaba preocupándome porque no podía contactarte. Nada que no tengo llaves y estoy en la puerta de casa esperando a que vengas, ¿Cuándo llegas?”

“¡No me digas! Puff, pues me han dicho los padres que volverían sobre las doce y media así que calculo que a la una o una y cuarto estaré en casa. Intentaré llegar lo antes posible”

“Ok, no te preocupes, aquí te espero, por cierto, mi batería también se va a morir por si me escribes y no te contesto. Te veo en un rato”

Nuestro baño estaba roto así que un fontanero vino a repararlo y mi compañero de piso le dio su llave para que cerrara la puerta y después la dejara debajo del felpudo pero cuando llegó no había llave.

Los padres llegan a la una y cinco, yo recojo todo súper rápido y me voy. Ando diez minutos hasta el metro y cuando llego a la estación veo en la pantalla “el próximo tren llegará en veinte minutos” que mala suerte… Así que esperando esperando, totalmente sola en la estación, bueno con las ratitas. Llega el tren, lo cojo y cuando arranca el conductor dice “Por motivos de construcción este tren va a hacer paradas locales”. Si desde allí a mi casa haciendo paradas Express había unas quince paradas, haciéndolas locales… Así que yo pensando en el pobre que estaba esperando en la puerta de casa desde las doce de la noche. Después de una hora en el tren llego a casa, abro la puerta del portal, subo las escaleras y me le encuentro leyendo un libro.

“¡Por fin!”

“¡Lo siento! Es que los padres han llegado mas tarde, luego el tren ha tardado un montón en venir y luego encima estaba haciendo paradas locales…”

“No te preocupes Marta, no es tu culpa. Es la culpa del tío que se le ha olvidado dejar la llave. Mañana me va a oír porque él sabía que era mi llave y que no podía entrar sin ella, obviamente, pero bueno...¡Corre corre que necesito ir al baño!

Abro la cerradura y no se abre la puerta. En esta puerta hay dos cerraduras, la normal y una extra que nunca cerramos porque es muy vieja y muchas veces ha dado problemas para abrirla, yo ni si quiera tengo la llave porque nunca la cerramos.

“¿Qué pasa? No se abre…”

“¡No me digas que el tío ha cerrado la otra cerradura! ¡¡¡Le expliqué cinco veces que no la cerrara!!!!”

“Si pues yo no tengo llave de esa cerradura… ¿Qué hacemos?"

Casi las tres de la mañana y los dos en la calle pensando que hacer.

“Mira, llamamos al que nos alquila la casa y ya está. Si se tiene que levantar para venir a abrirnos lo siento pero no es nuestra culpa”

“Si, tienes razón, vamos a llamarle”

“¡Jodeeeeeeeeeeeeeeeeer! ¡No tenemos batería ninguno de los dos en el móvil!”

“¡¿Qué hacemos?!”

Yo ya me veía allí durmiendo y esperando a que algún vecino se fuera a trabajar y nos dejara hacer una llamada desde su móvil, pero tampoco, porque ¡no nos sabíamos el número del dueño!

Después de estar los dos sentados en las escaleras con las manos sujetando nuestras cabezas en plan esto no puede estar pasando, mi compañero dijo:

“Mira, yo esto lo he visto hacer en las películas y algunos amigos me han dicho que lo han hecho, no se si es verdad pero vamos a probar”

Y saca una tarjeta de crédito y empieza a meterla por el hueco entre la puerta y el marco de la puerta a la altura de la cerradura.

“No estoy muy segura de que eso funcione de verdad. Es mas rollo Mcgiver…”

Cinco minutos intentando, la tarjeta perdiendo parte de su color de tanto dale que te pego. Yo mientras acomodando el bolso para que nos sirviera de almohada y de repente…La puerta se abre como por arte de magia.

“¡No me lo puedo creer! ¡Así que es verdad! ¡Dios! ¡Eres la caña!” y me empezó a dar la risa tonta y nos empezamos a reír los dos quitándonos el estrés de esos momentos y pensando en que ya no teníamos que dormir en las escaleras.

Así que entramos en casa, mi compañero al baño y yo a la cocina. Comimos algo mientras hablamos un rato y a eso de las cuatro de la mañana nos dimos cuenta que ya era suficiente por ese día, que mañana nos esperaba otra nueva aventura así que nos fuimos a dormir.


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9 comentarios:

  1. Ufff, que angustia! Menos mal que pudieron abrirla...

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  2. ya te digo...aunque yo ya me habia hecho a la idea de que nos tocaba dormir en las escaleras...

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  3. Jajajajaja Yo conozco sobradamente esa técnica de la tarjeta, cada X tiempo se me cierra la puerta de casa con las llaves dentro y tengo que pedirle a mi vecino rumano que me la abra. También se puede utilizar el plástico de una botella de cocacola ( esta es la herramienta habitual de mi vecino )...Que historietas te pasan hija¡¡¡¡

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  4. joe...pues ten cuidado que asi entraron a robar en mi casa hace poco!

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  5. ¿El plástico de una botella de cocacola...? que técnicas mas avanzadas :)

    "Anónimo" toco madera porque no pase nada, aunque tampoco habría mucho que robar...jejeje

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  6. jajajajajaja POR FAVOR...ERES MI ÍDOLA!!!

    Acabo de descubrir tu blog y me parece SUPER interesante!

    Voy a leermelo de arriba a abajo jaja

    Yo viví en NY unos meses y me estas dando una envidia tremenda hija!

    Bueno feliz día! Un besito

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  7. Muchas gracias Inés! me alegro de que te guste :)

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  8. jajaja..mui bueno! cuantas anecdotas! me encanto la historia del chico noruego, parecia simpatico,jajaja! nose pero por casualidad entre en tus paginas buscando informacion de new york, ya que me gustaria irme a vivir alla en un año, para estudiar teatro, pero hay comentarios que critican mucho a la ciudad; asi que ya no se que pensar. Me encantaria que me des tu opinion,ya que tu vives alli. desde ya gracias. Deborah!!

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  9. Hola Deborah!Muchas gracias por leer el blog, me alegro de que te guste :) que te puedo decir, a mi me encanta la ciudad y por eso aun estoy aqui pero es durilla y hay MUCHA competencia, todo depende de tus ganas y en parte de tu personalidad pero puede ser una experiencia unica, en mi caso

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