No soy de las personas que compran un paquete de siete días todo incluido para quedarme metida en el hotel, y menos en lugares tan espectaculares donde suelen darse este tipo de paquetes. Me gusta aprovechar el tiempo conociendo la zona y visitando lugares. Pero tengo que reconocer que sentirse como una reina de vez en cuando tampoco está nada mal...
Además del día de llegada, que estábamos un poco perdidas en todos los aspectos, solo nos dejamos dos días de playa de relax total.
Nos alojábamos en el hotel Riu Tequila, una pasada de hotel de cinco estrellas con un servicio excelente y muy bien situado donde saben perfectamente como hacer que tus vacaciones sean inolvidables.
Este hotel es parte de la cadena Riu que cuenta con otros hoteles en la zona por lo que podíamos disfrutar de todas las instalaciones de la cadena. Eso suponía poder acceder a unos quince restaurantes, asiáticos, braseries, mexicanos, internacionales... Además de eso, podíamos acceder también a las piscinas y todas las zonas comunes de estos resorts. No nos hizo mucha falta porque con nuestro hotel y el Riu Yucatán nos sobró.
Después de un desayuno delicioso con todo tipo de comida en un restaurante enorme en nuestro hotel, nos cogíamos un trenecito del hotel que nos llevaba hasta la playa. Andando se tardaba cinco minutos pero puestas a ser tratadas como reinas...
Allí nos esperaban una infinidad de tumbonas bajo palmeras y sobre una arena fina y blanca con unas vistas impresionantes a un mar turquesa y tranquilo. ¿Quien no se relaja en estas condiciones?
Pues todavía la cosa mejora...
Bebidas refrescantes, zumos naturales y cocktails ilimitados en la tumbona a la vez que nachos con queso, helados, sandwiches, fruta fresca, ensaladas... 24 horas disponibles para ti a pie de playa. Y, por supuesto, deliciosos restaurantes especializados en comida del mundo repletos de comida, muy bien cocinada.
Que te cansabas de estar tirada en la hamaca, te ibas a dar un baño al mar (eso sí, el agua estaba mas caliente que una sopa).
Que te has cansado de tomar el sol y quieres refrescarte, vete a la piscina a cuatro pasos de la playa donde hay una barra esperándote para servirte lo que quieras mientras escuchas música, estilo discoteca pero al descubierto y todos en bikini.
Que te ha estresado tanta música y la gente dándolo todo, vete al jacuzzi y relájate al sol. ¡Un poquito de actividad por favor! También hay. Voley playa, dardos, fútbol playa, aquaerobic, snorkel, vela, submarinismo, pesca, flysurf con parapente... (estos últimos de pago). Lo que quieras.
Si te has quedado con ganas de más, date una ducha, cámbiate y vete a ver alguno de los espectáculos que ofrecen estos hoteles todas las noches. Y después, vete a una de sus discotecas para acabar la noche.
Al comprar este paquete de todo incluido pensé "Yo no voy a ser la típica persona que se cruce medio mundo para estar tumbada al sol comiendo y bebiendo todo el día...". Pues la verdad es que, una vez que estás allí, te das cuenta que podrías estar así mas de lo que pensabas. Realmente, sentirte tan bien tratada, que tienes todo a tu disposición 24 horas y poder simplemente descansar, relajarte, disfrutar del mar... con todo tipo de caprichos, gusta, te hace sentir bien y te hace desconectar. Todo el mundo debería probarlo al menos una vez en la vida.
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