jueves, 3 de noviembre de 2011

DE COMPRAS POR EL CENTRO DE LIMA Y ENCUENTRO CON LA TELEVISIÓN PERUANA

A pesar de haber pasado una pésima noche con fuertes dolores de estómago, me levanté un pelín revuelta pero sin dolores. Menos mal porque no quería pasarme el día metida en la cama por estar enferma.

Decidimos irnos de paseo por el centro, a comprar un turrón que una chica peruana amiga que vive en Madrid había dicho que comprásemos para llevarle. El famoso turrón Doña Pepa. El día anterior habíamos preguntado en un par de tiendas si tenían turrón pero nos dijeron que no, que el turrón se vendía en una calle donde todas las tiendas lo vendían de marcas diferentes y que Doña Pepa era el mejor.

Nos cogimos un taxi hasta la Plaza de Armas y desde allí nos fuimos andando a la calle de los turrones para callejear por esa zona. Era domingo por lo que el centro estaba completamente lleno. Pasamos a un par de tiendas donde la ropa estaba bastante barata mientras nos tomábamos una especie de gelatina de fresa con leche.

De repente vemos que hay un círculo de gente mirando algo que estaba pasando en el centro de este. Nos picó la curiosidad y fuimos a ver que pasaba. Era la televisión peruana que estaba en directo para un programa donde estaban cortando el pelo a la gente que se ofrecía para donar ese pelo a una asociación que se encarga de hacer pelucas para los niños con cancer.

Poco a poco nos fuimos metiendo mas y mas cerca hasta que, sin darnos cuenta, estábamos en el centro de circulo con la alcachofa en la boca y preguntándonos de donde veníamos y diciéndonos que sería un bonito gesto tener pelo de una chica española para esta donación.

Tanto mi prima como yo tenemos el pelo largo pero mi prima mucho mas así que cuando la reportera, todo esto en directo, nos preguntó si queríamos, antes de explicarnos la causa para la que iba, señalé a mi prima a modo de broma para meterle en el apuro y ver como salía :)

Mi prima se negó totalmente hasta que nos explicaron donde iba a ir ese pelo, entonces mi prima, que ama su pelo por encima de todas las cosas y lo cuida como tal, se dejó cortar un mechón bastante grande.

No nos pudimos ver porque el programa era en directo pero hubiera estado gracioso vernos en la tele allí en Perú.

Seguimos nuestro camino hasta llegar a la calle de los turrones, parando en un puestecito para comprar una patata rellena de arroz. Al llegar a la calle vimos que en cada tienda había un par de personas en la calle dando a probar su turrón a la gente. ¡Si lo llegamos a saber no nos compramos la patata! Aun habiendo comido, probamos todos los turrones habidos y por haber.

Los turrones peruanos no son como los españoles. Mas bien son como galletas molidas y hechas una pasta con miel y naranja y encima las bolitas de anís de colores que comíamos de pequeños, pasas grandes y otras cosas. Una mezcla un poco extraña pero estaba bueno.

De vuelta al centro, decidimos coger un trenecito turístico que nos daba una pequeña vuelta por la zona centro para ver los edificios mas emblemáticos escondidos entre las callejuelas.




Se hizo de noche y empezaba a hacer un poquito de frío así que nos fuimos al hostal, recogimos un poco y nos subimos a la terraza-bar del hostal a tomarnos unas cervezas mientras charlábamos con la gente que estaba por ahí.

Un día muy tranquilo, que ya tocaba después de tanto trote.



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