viernes, 31 de mayo de 2013

¡¡CELEBRANDO MIS 30!! UNO DE LOS MEJORES CUMPLEAÑOS DE MI VIDA, Y ESO QUE CAMBIÉ DE DÉCADA....

"Cambio de década....puff...Ya verás como ahora notas mas la edad, treinta años ya, a partir de ahora tienes que empezar a cuidarte..." Estos eran los comentarios que escuchaba días antes de mi cumpleaños. No soy una persona a la que le afecte mucho cumplir años, al revés, para mi es siempre motivo de celebración pero ya tenía curiosidad por saber si me iba a levantar con patas de gayo de la noche a la mañana...

Anticipándome a la aparición de arrugas repentina y aun en Roma, empecé a celebrar mi cumpleaños, aunque aun quedaban dos días.

Cociné una cena saludable y deliciosa, esto último dicho por ellos,  para unos amigos en casa, una botellita de vino y, como sorpresa, unos dulces típicos italianos y mi primer regalo, un libro para aprender italiano que me regaló mi amigo Daniele. ¡Esto empezaba muy bien!




Por la mañana, aun con la tripa como un chinche, cogí mi vuelo a Madrid. Para esa noche tenía preparada una cena con mis amigas. Me tocaba cocinar a mi. Así que compré en Roma pasta fresca, provolone para hacer al horno y un par de dulces italianos para sorprenderlas.




Pero la sorpresa me la llevé yo cuando me taparon los ojos con un pañuelo y, después de unos susurros entre ellas, me quitaron el pañuelo y me encontré con un regalo que no me esperaba y de los mas personales que había recibido nunca. Una tarta de fondant que me había hecho una de ellas, María.



Una maleta con banderas de algunos de los países donde he estado, el avión de Alitalia, la Torre Eiffel, un canguro....Recuerdos de mis últimos viajes. ¡Que pasada!

¡Me quedé tan impresionada! No parecía una tarta...¡Era tan real! Por supuesto, no podía comerme esa tarta, ¿tarta? ¡Esa obra de arte! Curiosamente, todas estuvimos de acuerdo en la decisión menos María, que era la que la había hecho y que quería probarla. Yo quería ponerle algún producto para guardarla para siempre y ella insistió en que era imposible...Pero yo quería intentarlo así que nadie probó la tarta esa noche.





Mas regalitos, brindis y al día siguiente, el día de mi cumpleaños de verdad, comida rica con la familia mientras recibía llamadas, y mensajes de la gente felicitándome.

Después de mirar como poder mantenerla, que productos poder echar y no encontrar nada (y tener a mi hermana en la oreja "vamos a probarla. Que pinta. Venga Marta. Esto si no lo comes se te pone malo....") con todo el dolor de mi corazón, corté la primera porción de tarta. ¡Eso si! Guardé todos los adornos de fondant en una caja de plástico que tendré a buen recaudo por el resto de los siglos.

Pero aun quedaba otra sorpresa...Mis mejores amigos me habían organizado una sorpresa para el día siguiente por todo el día. No me quisieron decir nada, solo me dijeron que me iba a gustar mucho y que sería mi primera vez... ¡¿eh?! "¡No me montéis en un avión para saltar en paracaídas o algo así eh!"

Llegó el día, me vinieron a buscar en coche y después de unos veinte kilómetros, me dicen que me ponga un pañuelo en los ojos. ¡Que mareo! No paraba de preguntar "¿cuanto queda? ¡Por dios! Voy a acabar echando la rabi..." Por fin llegamos. "¡Quítate el pañuelo!"

¡Estábamos en el Safari de Madrid! ¡Me encantan los animales y nunca había estado en un safari! Que ilusión me hizo... Era lunes así que no había casi coches, es como si estuviera solo para nosotros.




Al principio yo bajaba la ventanilla para darles zanahorias tan pichi, como si no pasara nada pero luego me di cuenta, cuando tenía un camello, dos cabras y tres bambis empujándose con una cebra para coger la zanahoria, que quizás, y solo quizás, debía subir un poco la ventanilla...



Es muy divertido ir al safari porque es completamente diferente a visitar un zoo. El contacto con los animales es mas directo, están libres, en una zona abierta. Es algo curioso que recomiendo. ¿Cómo debe ser ir de safari por África? Algún día....




Pasamos un día muy divertido, rodeados de animales y poca gente, a nuestras anchas por el safari. Pero la guinda del pastel vino por casualidad y justo al final, cuando nos sentamos a tomar algo antes de irnos.



Estábamos sentados en el kiosko tomando algo cuando vemos en la única otra mesa ocupada a un par de cuidadores del parque. Dos gatitos estaban jugando a sus pies. Nos acercamos en esa dirección para ver unos pavos reales cuando de repente, "Eh.....¿esto es una broma?" pensé en alto. "No, son dos cachorros de león de un mes que hemos sacado a dar un paseo aprovechando que hoy no había mucha gente en el parque" me respondió una de las cuidadoras.



Se nos quedó a los cinco una cara de lerdos. No nos lo podíamos creer. Teníamos dos cachorritos de león a menos de un metro de nosotros jugueteando entre ellos.



Nos pusimos a jugar con ellos, a mirarlos mas de cerca, a fijarnos en lo bonitos que eran, en sus ojos, el pelaje suave, esas zarpas que te recordaban que de gatito no tenían nada...



No parábamos de hacerles fotos. ¿Cuando volveríamos a estar tan cerca de dos leoncitos? Quien sabe, pero no es algo que se haga todos los días... Que experiencia tan increíble. Nunca la olvidaré.



Cuando nos íbamos, los dos pequeños tambaleándose e incluso cayéndose hacía los lados como si estuvieran borrachitos porque acababan de tomar el biberón de leche y les pesaba el estómago nos seguían para seguir jugando, como dos perritos. Supongo que, sea el tipo de cachorro que sea, no dejan de ser cachorros juguetones, aunque con un par de meses mas pueden arrancarte un brazo aunque solo sea jugando....

Vuelta a casa con la sensación de felicidad, de satisfacción. Me llega un mix de un amigo Dj que me lo había preparado por mi cumpleaños. Cena de despedida con la familia y, al día siguiente, vuelta a Roma.

Después de estos días intensos y llenos de emociones, me despedí de Madrid volviendo a Roma con muy buen sabor de boca y además con una polizón en mi mismo vuelo, mi prima se venía a Roma unos días conmigo.

Parecía que se habían acabado las sorpresas y que este cumpleaños treintañero celebrado a lo boda gitana había llegado a su fin pero no. Ya en Roma, mi compañera de apartamento, María, me sorprendió con dos mini tartas, con sus correspondientes velas para soplar, y un regalo. 





Cuando abrí el paquete no sabía si darle las gracias o tirarla por el balcón...Un recetario de como hacer 222 tipos de pasta italiana diferente. Ya hemos decidido cocinar, al menos, una receta a la semana. ¿Quién mantiene la linea así? 





Y por si fuera poco, en un par de días viene mi mejor amigo a visitarme a Roma con su novio y unos días después me voy de viaje por la Costa Amalfitana con mi familia. ¡Vaya cumple!

He sobrevivido a cumplir los temibles treinta y creo que no me han salido patas de gallo en estos días, a pesar de lo mucho que me han hecho sonreír últimamente...


Otras entradas que te pueden interesar:

Primer día en Tokio, ¡¡Mi cumpleaños!!

Mi primer cumpleaños en Nueva York



14 comentarios:

  1. Madre mia, cuantas sorpresas, se ve que tienes muy buenos amigos.
    Felicidades y muchos besos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Pilikina! si, muy buenos amigos :) Un abrazo grande!

    ResponderEliminar
  3. Felicidades, Marta. Seguimos tus andanzas con interés...

    ResponderEliminar
  4. Hola Marta. Aqui Chema. Saluos desde madrid
    Que envidia por todo (pero envidia de la buena eh?)
    Un super cumpleaños...
    Por cierto la tarta increíble...
    Un besazo y a seguir tan bien y disfrutando tanto.

    ResponderEliminar
  5. ¡Patas de gallo, Marta, con dos eles! Que se me nublan los ojos.

    Y puestos a ser "tiquis miquis", los leones no tienen pezuñas, sino zarpas.

    Ah, felicidades.

    ResponderEliminar
  6. Muchas felicidades!!! un beso!! Beli

    ResponderEliminar
  7. ¡Muchas felicidades, Marta! Que no te digan cosas raras sobre los 30... ¡para mí fue como repetir los 20 pero con más cosas nuevas y divertidas por hacer!

    Tienes muchas suerte con los amigos y la familia que te quieren y te apoyan.

    ¡A disfrutar!

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Seren! Nada....yo he comenzado mis treinta mas feliz que una perdiz :) Será por que no puedo estar mejor acompañada...Un abrazo muy grande!

      Eliminar